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Sánchez pretende cambiar a sus portavoces: López en La Moncloa y Peña en el Congreso 

Fuentes socialistas dan por amortizadas a las actuales voces: Patxi López y Pilar Alegría

Sánchez pretende cambiar a sus portavoces: López en La Moncloa y Peña en el Congreso 

Esther Peña en el Congreso de los Diputados. | Agencias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es consciente de la debilidad en que se encuentra su proyecto político, del desgaste que se acusa de puertas para adentro y la debilidad que se proyecta hacia el exterior, recogida con crudeza por el diario The Economist. Por ello, diseña un revulsivo para encarar el tiempo restante de la legislatura, que nadie en privado ve alargándose hasta 2027. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la verdadera «revolución» que está en la mente de Pedro Sánchez no contempla un cambio en el puesto de mando de Ferraz, sino la sustitución de los hombres y mujeres que ponen cara y voz a la acción del Gobierno. Las fuentes socialistas consultadas apuntan al relevo de todos los portavoces del Gobierno y el partido, tanto en Moncloa y Ferraz como en la portavocía parlamentaria del Congreso.

El primer puesto de salida sería el del actual portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, cuyo relevo estuvo ya encima de la mesa a principios de la legislatura. Es vox populi que Sánchez «lleva tiempo queriéndose cargar a Patxi», desde hace más de un año. En el debate de investidura de Feijóo en septiembre de 2023 todas las miradas se centraron en Óscar Puente como un posible sucesor. Sánchez delegó en el entonces diputado socialista su intervención durante el debate y este fijó el tono de la legislatura con un discurso tan beligerante como aplaudido por la bancada socialista. Hasta entonces, las quinielas concedían a Isabel Rodríguez la primera posición para ocupar el puesto de portavoz en el Congreso, tras haber ocupado el puesto de portavoz del Gobierno, pero el tono de la legislatura parecía subir de decibelios. Dos meses después, ya nombrado ministro de Transportes, Puente fue, junto a María Jesús Montero y Félix Bolaños, los únicos tres ministros a los que Pedro Sánchez pidió no entregar el acta de diputado, condición indispensable para ser portavoz en el Congreso en un futuro. 

Sin embargo, Patxi López había protegido su puesto dos meses atrás, con su discurso en la fallida investidura de Feijóo. «Le salvó el discurso porque insufló moral a la tropa», explican desde el grupo parlamentario asimilando su papel al del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la campaña de 23-J. López siempre tuvo «capacidad de tocar y llegar a las bases, como en su día hacía Adriana Lastra», a diferencia de Puente, que «cumple mejor la función de cabrear y encender a la oposición del PP». Por ello, el perfil era necesario en el delicado inicio de la legislatura, antes de ser investido Pedro Sánchez. Sin embargo, año y tres meses después, López ha dado muestras de no estar en el núcleo duro y permanecer al margen de la toma de decisiones. 

Esther Peña, posible sustituta 

Como explican fuentes gubernamentales, López no participa en maitines, las reuniones que se celebran a primera hora del lunes en Moncloa con los mandamases del Gobierno y el partido, en las que se diseña la estrategia para toda la semana. Su ausencia en el sanedrín socialista ha abierto grietas en el discurso en numerosas ocasiones, por no estar informado de la misma. Según estas fuentes, la decisión está tomada y, a juzgar por su comportamiento, Patxi López  ya ha sido informado de ello. «Está raro, ha perdido tensión y no está encima de los temas», deslizan fuentes parlamentarias socialistas. Quien se perfila como su sustituta es la actual portavoz de la Ejecutiva Federal, Esther Peña, quien desde hace semanas acude a las ruedas de prensa que ofrece el portavoz los martes en el Congreso tras la Junta de Portavoces. También está presente en las decisiones y organización del grupo parlamentario socialista, pese a que no es miembro de la dirección del grupo. 

Peña ha desempeñado un «buen papel» como portavoz de la Ejecutiva del PSOE, cumpliendo las directrices de la cúpula de Ferraz. A su favor está el de ser una mujer con capacidad y experiencia en un «grupo con muy bajo nivel», según las fuentes consultadas. Y su hándicap no puede estar más de actualidad: su amistad cercana con Luis Tudanca puede generar tensiones en un contexto de enfrentamiento directo entre Ferraz y la dirección regional del PSOE de Castilla y León por la suspensión de las primarias del 9 de noviembre, con la duda de si el secretario general, Pedro Sánchez, dará la orden de presentar un candidato alternativo contra Tudanca y si este aguantará el pulso hasta el final y mantendrá su petición de presentarse, que según los estatutos, requiere de una autorización de la Ejecutiva Federal, por tratarse de un cuarto mandato. 

Su salida dejaría vacante una plaza en Ferraz para ejercer de portavoz de la Ejecutiva. Un puesto que lleva ejerciendo de manera oficiosa en las últimas semanas Enma López, la portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, junto a Reyes Maroto, cercana al secretario de Organización Santos Cerdán, y nombrada por el Comité Federal del PSOE vocal del comité organizador del Congreso Federal. Desde la legislatura anterior, López recibió el plácet de Ferraz para ser la cara del PSOE en el debate de La Sexta Xplica. Un espacio no menor que decide la dirección federal, así como el resto de las intervenciones y entrevistas que centralizan desde Moncloa y Ferraz. En las últimas semanas se ha acentuado su presencia en entrevistas en medios de comunicación y en declaraciones ante los medios como foco del día. Son muchas las voces en el partido que ya le sitúan como «futura portavoz» aunque sus no pocos detractores creen que tiene «demasiada prisa». 

Óscar López, ¿vuelta a Moncloa?

La cuarta pata del banco, y sobre la que descansa el mayor peso de las funciones comunicativas, es el Palacio de la Moncloa. Según las fuentes socialistas consultadas, Pilar Alegría tiene «muchas papeletas» de ascender a un puesto de relevancia en el partido para compensar su posible retirada como candidata en Aragón por falta de apoyos. Su permanencia en Moncloa estaba vinculada al puesto de portavoz en la medida en que «no podía perder el escaparate de Moncloa». Sin embargo, las dificultades numéricas de su eventual candidatura y su probable retirada hacen más probable que nunca su salida como portavoz del Gobierno en un momento en que es necesario un plus comunicativo. Y el perfil idóneo para ello es el ministro de Transición Digital y Función Pública, Óscar López. El ministro responsable de supervisar a los medios de comunicación podría ser también el que se encargar de tratar con ellos como portavoz en Moncloa. 

Desde su nombramiento, Gobierno y PSOE vienen advirtiendo que «Óscar tiene ganas de hablar» y recuperar el perfil comunicativo que siempre ha desempeñado desde el Partido Socialista. En su dilatada trayectoria, López ha desempeñado la función de secretario de Organización del partido y portavoz en el Senado. Era el responsable de ofrecer las ruedas de prensa en Ferraz durante una larga etapa. Tras su salida de Moncloa ha ejercido como «portavoz en la sombra», según fuentes gubernamentales. Moncloa lo admite y le califica como «ariete del Gobierno», puesto en el que ha desbancado al hasta ahora omnipresente Óscar Puente, pero también a Félix Bolaños, con quien pugnó en 2023 por el ministerio de Presidencia, que aspiró a ocupar López. Ganó Bolaños. Pero es López quien ahora despunta como figura en alza. Una pista de su retorno a Moncloa es que el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, haya sido ratificado, perfil con quien el ministro de Transición Digital tiene una «total sintonía y sincronización». 

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