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Política

Las bajas laborales «flexibles» que propone el PSOE abren una grieta en Sumar

El equipo de Sanidad se abre al debate, pero Trabajo se cierra en banda a una propuesta ya rechazada por el sindicato

Las bajas laborales «flexibles» que propone el PSOE abren una grieta en Sumar

Íñigo Errejón con Mónica García. | Europa Press

Las bajas laborales «flexibles» a las que hizo alusión la semana pasada la ministra socialista de Seguridad Social, Elma Saiz, han revelado algunas grietas dentro del equipo de Sumar. La coalición que lidera Yolanda Díaz se abrió en un primer momento a debatir la propuesta. Desde Sanidad, controlado por la ministra Mónica García, manifestaron su disposición a estudiar la iniciativa, aunque después todos los portavoces de Sumar se cerraron en banda. En Podemos aseguran que existen diferentes criterios entre las formaciones de la coalición, a la que estuvieron adscritos hasta hace pocos meses. 

La ministra Saiz planteó abordar un nuevo sistema de bajas laborales que permita reincorporarse al trabajo de forma flexible, aunque siempre «garantizando la salud y la seguridad» de los trabajadores. El modelo sugerido por Saiz apunta a una reincorporación paulatina al trabajo aun estando de baja. Saiz mencionó los casos de enfermos que están saliendo de un tratamiento de cáncer y que quieren volver parcialmente al trabajo, o los de pluriactividad, cuando la baja impide al trabajador volver a una de sus ocupaciones pero no a la otra.

La propuesta de Saiz generó de inmediato cierto debate en el Ejecutivo. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, habló de una «medida» que si es «bien implementada y con el trabajador en el centro, puede ser beneficiosa». Aunque Padilla aclaró que, a la espera de analizar el planteamiento oficial de Seguridad Social, existen «elementos irrenunciables» a la hora de abordar la propuesta: la voluntariedad y el valor de la salud por encima de criterios laborales. «Cualquier propuesta relacionada con este tema debería tener un fin fundamental: mejorar el proceso de recuperación y cuidado de la salud de las personas trabajadoras; y evitar recaídas de sus procesos que causaron la incapacidad», añadió en las redes sociales.

«Los derechos no se flexibilizan»

La ministra de Sanidad, Mónica García, también se abrió a estudiar la propuesta en un acto de su partido (la apertura del curso político Madrid en Marcha). García dijo estar dispuesta a analizar la idea de una «reincorporación paulatina» en una baja laboral. «Los propios médicos y algunas asociaciones también de pacientes nos dicen que a lo mejor la reincorporación al trabajo tiene que ser paulatina y tenemos que buscar mecanismos», afirmó, aunque rechazó de forma tajante que la medida acabe legitimando formas de «coacción». La Asociación Española contra el Cáncer (AECC), por ejemplo, manifestó su apoyo ante la iniciativa del Gobierno, aunque incidió en la importancia de una evaluación individual de cada caso. En otra entrevista en el programa Hora 25 de la Cadena Ser, la ministra también advirtió: «Nos rechina la palabra flexible».

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. | Agencias

La posición de Mónica García y de Sanidad ha chocado, sin embargo, con una postura más dura por parte de los portavoces nacionales de Sumar. Íñigo Errejón, por ejemplo, fundador de Más Madrid y ahora portavoz del grupo parlamentario de Sumar, desautorizó de facto cualquier tipo de debate sobre la baja flexible voluntaria. «Los derechos no se flexibilizan», zanjó el portavoz, que relacionó directamente la iniciativa con los «recortes» de derechos y gasto público. «No habrá recortes mientras nosotros estemos en el Gobierno».

Errejón no ha sido el único de Sumar que se ha decantado por un no tajante a la propuesta de Saiz, que también piden estudiar los empresarios. Lara Hernández, una de las cuatro integrantes del grupo que lidera de forma interina el partido Sumar, ha afirmado que «se olvide el PSOE de aprobar cualquier medida que suponga un retroceso en la conquista de los derechos de los trabajadores». «Los derechos no son flexibles, no se pueden flexibilizar y no son una goma elástica que se pueda estirar de un lado hacia otro. Cuando hablamos de flexibilizar derechos es un eufemismo que lo que quiere decir es recortes», mantuvo la dirigente. La propia Yolanda Díaz avisó de que «ni flexibilidad ni parcialidad, con la salud, no se juega».

Choque interno

La posición de Sumar sobre las bajas laborales flexibles se alinea con los sindicatos, muy críticos con esta iniciativa. Pero también se enmarca en una posición estratégica de choque con la patronal para presionar a los empresarios para que acepten la reducción de la jornada laboral. Esta es la propuesta que Díaz quiere convertir en su medida estrella en la actual legislatura. La relación entre la ministra y la patronal no es buena. Y la lideresa de Sumar no está dispuesta a ceder terreno ante sus adversarios en medio de un choque sobre la reducción de la jornada laboral. 

Sin embargo, mientras Sanidad sugirió, al menos en un primer momento, un enfoque más pragmático y medido ante la reforma del PSOE, los estrategas de Sumar se han decantado claramente por abrir otro frente interno en el Ejecutivo. Sumar, tal y como adelantó este diario, espera ganar focos con choques individuales con otros ministros socialistas considerados más débiles. Este es el caso de la vivienda con la ministra Isabel Rodríguez, y ahora se añade el de Elma Saiz, una dirigente que acaba de ser nombrada ministra en sustitución de José Luis Escrivá. Aunque para otros observadores, concretamente para los de Podemos, que formaron parte de la coalición de Sumar, la cuestión de la baja laboral flexible destapa más las divisiones internas en el bando de Sumar que en el seno del propio Gobierno.

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