César Antonio Molina: «Sánchez es una marioneta de Bildu y todos los asesinos»
El exministro de Cultura es profundamente crítico con la personalidad de Pedro Sánchez
Desde su profunda convicción como el socialista que sigue siendo, aunque enormemente descontento, César Antonio Molina (La Coruña, 1952) es muy crítico con la política de pactos del Gobierno y considera a Sánchez una «marioneta» dirigida por los «traidores» a España. El exministro, escritor y colaborador de THE OBJECTIVE, que dejó su escaño en el Congreso en 2010 y no volvió a la opinión pública y al análisis político hasta que no detectó cosas que no le gustaban en su partido, abomina del populismo de extrema izquierda, centrado en la persona de Pedro Sánchez, y advierte que, pese a que el próximo Congreso Federal Socialista va a «entronizar» a Sánchez, en el PSOE se empiezan a detectar movimientos críticos subterráneos.
P.- Algunos de los organismos que miden la calidad democrática indican que España ha perdido puestos en el último año en la escala de calidad democrática de los distintos países. ¿Usted cree que nuestra democracia se ha degradado?
R.- Yo me fui del Parlamento en 2010, donde era diputado por La Coruña. A partir de aquel momento, yo ya vi cosas que no me gustaban o de las que no podía participar, como toda la historia del independentismo en Cataluña o el País Vasco. Pero entonces, todavía había respeto, posibilidad de discutir y de pactar. Pero desde entonces hasta 2017, no volví a hablar de política.
«Ahora hay asesinos de primera y de segunda»
P.- ¿Por qué decidió volver a escribir sobre política entonces?
R.- Porque vi una serie de injusticias, nada más llegar al poder Sánchez, contra los que luchamos contra Franco, contra las generaciones que luchamos por la Transición y contra quienes llevamos a España a sus 40 mejores años de sus 500 años. Entonces me preocupó, porque la democracia no solo es votar. Es el autocontrol que ejerce luego ella sobre sí misma: la división de poderes y una serie de cuestiones que se empezaron a saltar y eso ha ido a más, a más…Vemos que incluso ahora hay asesinos de primera y de segunda. Hay ladrones de primera y de segunda, manifestantes de primera y manifestantes de segunda. Es decir, no hay una igualdad de la ciudadanía, en estos momentos.
P.- ¿Se refiere a que si eres un ciudadano afín a los independentismos que apoyan al Gobierno intermitentemente eres ciudadano de primera y si no de segunda?
R.- Es que son los que gobiernan. En realidad, Sánchez no gobierna. Sánchez es una marioneta desde hace tiempo, de Bildu y de todos los asesinos.
Solo falta que Otegi fuera nombrado jefe de Gabinete suyo en Moncloa. Sánchez depende de todo este grupo de traidores a su país, de gente que odia a su país, gente que le muerde la mano al país que le da de comer. Si los padres de la democracia, como Gregorio Peces-Barba, al que yo conocí, si levantara la cabeza y viera esto… preferiría seguir muerto. Eso no es lo que quería…
«Esto no es el PSOE, sino un señor y un populismo de extrema izquierda, autoritario y personal»
P.- ¿Cree que los padres de la Constitución pecaron de buena fe?
R.- Nunca imaginaron que uno de los dos pilares fundamentales de la democracia, como era el PSOE (aunque esto ya no es el PSOE, sino un señor y un populismo de extrema izquierda, autoritario y personal) se iban a aliar con toda aquella gente a la que hubo que defender en la Constitución, en la que se le reconocieron sus lenguas, como cooficiales, sus identidades, sus libertades, como el resto de los españoles, o incluso más… No imaginarían que se aliaran con todos estos enemigos ahora, para la destrucción de este país. Y le queda poquísimo ya para para acabar destruido. En este momento el CNI está en manos de no se sabe quién. La policía se tiene que andar con cuidado porque en una manifestación saldrán más heridos de la Policía que de los manifestantes violentos.
«Ha vuelto la censura a este país»
P.- Los independentistas también señalan al Poder Judicial…
R.- Sí, a los jueces… al mundo de la comunicación, del periodismo, de lo audiovisual. Pues ya sabemos: ha vuelto la censura a este país. O sea, desde Franco no habíamos prácticamente pronunciado la palabra censura y, sin embargo, está aquí, para perseguirnos. Si uno va a la teoría política de lo que es la democracia, la autocracia, la dictadura, que son principios generales, no hay mucho que explicar porque está todo clarísimo. En definitiva, que la democracia se ha degradado muchísimo. Cuando yo me fui, Zapatero mantenía cierto equilibrio y respeto.
P.- ¿Respeto a qué?
R.- Respeto al Rey, cosa que ahora no hay ni respeto al Rey, ni a la monarquía… Ahora ya vemos dónde estamos en la política internacional: contradecimos a Europa, a EEUU y nos ponemos casi al lado de Irán, China, de Putin, que son los que apoyan a los terroristas de Hamás, a los países terroristas que además sacrifican a su población, construyendo debajo de las ciudades verdaderos campamentos militares. Con esto no quiero decir que no sea terrible lo que está pasando con los palestinos, pero también lo que pasó el 7 de octubre, con el atentado de Hamás en Israel. Todo esto demuestra que la ciudadanía española es fuerte todavía, porque si no, no resistiría todo lo que lo que está pasando…
«Casi un millón de socialistas de toda la vida no estamos de acuerdo con Sánchez , porque seguimos siendo socialistas»
P.- Ha dicho usted que si levantara la cabeza Peces-Barba… pero Felipe González o Alfonso Guerra forman parte de la familia socialista, son muy críticos ambos, pero cuando llegan las elecciones… Al menos, Felipe González votó al PSOE en las pasadas elecciones, según dijo…
R.- Hay que entender que para Felipe González y Alfonso Guerra, el PSOE es el partido de su vida, su familia, son los creadores, junto con otros…
Hay que entender que en tu familia sale una oveja negra. Pero el día de Navidad te sientas con él a la mesa. No hay más remedio. Pero bueno, está claro lo que piensa Felipe, lo que piensa Redondo, lo que pensamos casi un millón de votantes socialistas de toda la vida que no estamos de acuerdo. Porque nosotros seguimos siendo socialistas, porque a mí nadie me tiene que decir lo que soy. Sé perfectamente lo que soy, pero no soy sanchista. ¿Y el socialismo? Sabemos también que durante la guerra y durante la República había muchas tendencias. Yo nunca hubiera sido de Largo Caballero, porque siempre me pareció otro traidor, una persona que trabajaba para el estalinismo, que es lo peor que le pasó a la República española: el estalinismo, que además abandonó luego a a todos los comunistas, les mandaban armas que no funcionaban y cosas por el estilo.
P.- ¿No se identifica con el PSOE de Sánchez?
R.-Nosotros hemos sido y somos los socialistas o socialdemócratas a la alemana, o a la a la sueca, como Olof Palme. En eso creíamos. Y nunca pensamos que el PSOE, o lo que queda, que es lo que gobierna este señor, sería el traidor. En esa última cena, lo que menos pensábamos es que el Judas de esa cena fuera el PSOE. Ahora, de ese millón de descontentos, cada uno hace lo que puede. Algunos tenemos posibilidades de escribir y de hablar, otros de hacer seminarios y movilizar por WhatsApp a la gente…
«Este país es el único en el mundo donde se ha aliado todo el mal»
P.- Pese a ese desencanto, el PSOE mostró un suelo electoral muy consolidado y fuerte…
R.- En las últimas elecciones, tuvimos que votar. Unos no votaron, otros votaron al PP… pero la mayor parte estábamos insatisfechos, porque era una decisión dura. Es que no hay manera de deshacernos de ese Coriolano si no es a base de expresarnos a través de unas elecciones, que se ganen -que se ganaron- pero… creo que este país es el único en el mundo donde se ha aliado todo el mal. ¡Cuidado! Sánchez es listo, pero está aliado. Sánchez tiene muy complicado seguir adelante, aunque es un sobreviviente, él ha acertado, al menos hasta ahora. Lo que pasa es que los inmortales llega un momento en que ya no sobreviven. Y ahora se dice que quiere dejarlo todo atado y bien atado.
P.- ¿Con un sucesor que siga sus directrices?
R.- Nunca un sucesor sigue las directrices. Lo vamos a ver en México con la presidenta (Claudia Sheinbaum) que al final acabará peleándose con López Obrador, porque cada uno tiene, dentro de una ideología común, sus gustos, sus tendencias, sus preferencias, sus amistades. Lo más temible es cuando cambia un gobierno y se nombran otros ministros distintos, pero del mismo partido, porque los que vienen, que son ideológicamente iguales, cambian a todo el mundo, a los directores generales, etc., porque quieren a su gente. Y eso provoca unas situaciones bastante complicadas. En todo caso, estos movimientos en el PSOE dicen algo como «nos quedamos sin trabajo», o «esto no va a ser eterno».
«Si yo fuera Sánchez, ya no dormiría, pero a él le da igual»
P.- ¿Se aprecia el desgaste también dentro del partido?
R.- El desgaste es terrible, porque revistas como The Economist, que saquen ese artículo sobre el presidente… Si yo fuera él, ya no dormiría. Pero a él le da igual, porque es un cínico y le importaba poco todo, aunque en el rostro se le nota. Eso en el propio partido, pero yo no sé cómo va a reaccionar la gente cuando vea por la calle, o en un bar, tranquilamente, a estos asesinos de ETA, con nueve o diez asesinados a sus espaldas.
P.- Con respecto a los movimientos dentro del PSOE, parece que solo afloran los de aquellos que se ven amenazados por Pedro Sánchez, en sus cargos y estructuras territoriales…
R.- Ya es algo…
«Hay un movimiento subterráneo en el PSOE»
P.- Antes decía: «Somos un millón de votantes socialistas a quienes no nos gusta lo que está haciendo». ¿Con ese millón no se puede organizar una alternativa? Y con aquellos que siguen en la estructura, pero callan su descontento, ¿no se puede buscar un liderazgo nuevo?
R.-Bueno, se ha intentado. Creamos «la España que reúne», que sigue funcionando y lo lleva todo gente muy joven. Pero el Gobierno, en el poder, tiene muchos medios. Nosotros para venir a hacer esta entrevista, pues tenemos que venir andando o coger un taxi o ya en el metro o en el autobús. Ellos van en aviones, que paga el Estado. Y después está el desgaste personal de cada ciudadano crítico, que se arriesga, porque tiene su propia vida. Y hemos llegado a una época de amenaza, debido a toda esta situación. La gente se cansa, se agota. La gente tiene que trabajar y su familia tiene que vivir. Es muy complicado… pero sí hay un movimiento subterráneo en el PSOE. Y se ve en la cara de los ministros, del Gobierno. Ya no se ve la alegría de antes.
P.- ¿Qué es lo que ve?
R.- Que no hay tanta alegría, porque la amnistía es muy difícil. El tema de la inmigración, que ya vemos que el 60% de los españoles está en contra. Eso es de traca. El tema familiar del presidente, lo quieras o no, sea legal o ilegal, quienes hemos sido profesores universitarios sabemos lo que cuesta, el esfuerzo… ¡y sin méritos! Porque no se ha dedicado a otra cosa… Todo eso va pesando en la conciencia de los españoles, aunque mucha gente la tenga dormida y piensa que es preferible cualquier izquierda, ¡cualquiera, cualquiera!, a la derecha de toda la vida.
P.- ¿Estamos ante una derecha «de toda la vida»?
R.- No, no es cierto. Es una derecha democrática, que ha ayudado a crear este país y que ha colaborado en el desarrollo del mismo y que no es como si dijéramos que la izquierda era eso de los estalinistas, de los anarquistas y demás. Se ponen unos prejuicios sobre unos y no sobre los otros. Pero hay prejuicios para todos. Yo creo que hay inevitablemente un movimiento pequeño, pequeño. No creo que las cosas vayan a cambiar de hoy para mañana… Ahora deshacer todo el partido, colocar a otros provoca una serie de mártires que van a estar conspirando permanentemente. Y antes no los había. Y creo que ahora ya no son los viejos, sino la gente joven, como ocurre en Castilla y León, o en Aragón y otros sitios.
«No creo que todos los ministros estén conformes con todo lo que se ha hecho»
P.- Una de las voces críticas que se ha escuchado es la del socialista y alcalde de León, Jose Antonio Diez Díaz. ¿Comparte usted sus argumentos y quejas?
R.- Por supuesto. Oye, estamos en partidos democráticos. La democracia se tiene que demostrar en el propio partido. Además, es gente joven que también tiene sus opiniones y tiene sus ideas, que ha ganado elecciones. Creo que esos movimientos telúricos, si no son del 7 de la escala de Richter, sí son, a lo mejor, del 0,1, 0,2 o 0,3 de la misma escala. Pero es que antes era el 0. Entonces hay movimiento. Y, como digo, el rostro de los ministros no es el mismo, porque no creo que todos los ministros estén conformes con todo lo que se ha hecho, aunque lo aceptan, porque si no, no estás ahí: renuncias y te vas. Sabemos que mucha gente aguanta, pero en el fondo y en el propio PSOE, hay mucho anónimo contrario a lo que está pasando. Pero no le puedes pedir a un padre de familia que se manifieste públicamente, porque vemos lo que está pasando con los jueces y demás.
P.- ¿Cree que estamos entrando en el final de la legislatura?
R.-Percibo algo, hablando con la gente, aunque sea muy poco. Pero creo que la legislatura va a seguir.
«Van a entronizar a Sánchez y el ‘Vivan las caenas‘»
P.- ¿No hay elecciones a la vista?
R.- Yo no las veo. Van a entronizar a Sánchez, el «Vivan las caenas», y él se sentirá más fuerte, por el apoyo del partido. Tirarán para adelante, pese a todo. Las víctimas del terrorismo han sido humilladas. Aparte de ser víctimas, que te humillen es tremendo. Porque no solamente es la persona a la que han matado, sino a toda la familia: esos más de 200.000 vascos que viven fuera de su tierra.
P.- ¿Se ha abandonado a las víctimas del terrorismo?
R.- Es inconcebible que no haya habido ninguna relación entre el presidente y las víctimas del terrorismo. Para nada. Ni una carta, ni una mínima justificación, ni nada de nada. Y que se haya hecho esto (una reforma legal que permite convalidar penas de prisión cumplidas fuera de España y que va a permitir a etarras con graves delitos de sangre que salgan antes de la cárcel) a escondidas, como ha pasado, metido en un decreto… También la oposición tiene que revisarse a sí misma, por dejarse meter los goles que les están metiendo. Pero, en fin, en una democracia, el partido que gobierna engaña al otro en el Parlamento, que nos representa a todos… ¡me parece inconcebible!
P.- Eso en cuanto a las formas, pero en el fondo, esa salida de etarras como Txapote, por ejemplo…
R.- Está claro que se va a permitir que salgan. Y que los años que se han cumplido en Francia valgan en España cuando vienes a cumplir tu otra condena. Por eso he dicho que hay asesinos de primera y asesinos de segunda. ¿Es que los asesinos de ETA son mejores que los asesinos que están en las cárceles? ¿Por qué reciben beneficios que los otros asesinos, que son igual de asesinos, incluso en algunos casos hasta «mejores» (entre comillas, entre comillas..)? Cada uno tiene su historia y es difícil meterse en estas cosas. Pero ¿es que el asesinato político está subvencionado? Porque esta gente sale y tiene un piso y un dinero mensual, se les busca un trabajo… Figuran para la Administración como gente con problemas sociales, de relación con las partes. ¿En qué país estamos? Es que ese es el problema. No hay seguridad jurídica en esos momentos.
«Del ministro de Cultura mejor que no hable. No comparto absolutamente nada con esa persona»
P.- De exministro a ministro, ¿cómo valora la política cultural emprendida por Ermest Urtasun?
R.- Del ministro actual es mejor que no hable. Yo no comparto absolutamente nada con esta persona. En general, es un desastre para el país, porque si España es poderosa en algo es en su cultura. Pero tengo que decir también una cosa. Que me parece increíble algunas cosas que hace la oposición…
P.- Como, por ejemplo, ¿qué cosas?
R.-Que el presidente de la Comunidad de Valencia vaya a ver al Presidente del Gobierno y le pida el traslado de la Dama de Elche. Yo tuve un encontronazo terrible con Leire Pajín, que era del mismo territorio, y me pidió lo mismo en aquella época, porque era importantísimo para poder ganar las elecciones… y le dije que mientras yo fuera ministro ni se le ocurriera, porque ya es el colmo que una pieza arqueológica de miles de años sea fundamental para ganar unas elecciones. Eso quiere decir que son malos políticos, porque un político tiene que ganar las elecciones no por la Dama de Elche, que está perfectamente en el Museo Arqueológico y que es una pieza que no se puede ni tocar. Además, en realidad, la compró el Louvre y, durante la guerra, Franco y Petain se intercambiaron una serie de cosas que se había llevado Napoleón… y algún asesor bien informado sugirió a Franco que incluyese en el intercambio la Dama de Elche.
P.- En definitiva, que tanto Leire Pajín como el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, tienen las mismas aspiraciones en materia cultural…
R.- Yo casi ni me lo creo que haya ido el presidente de una Comunidad, del que yo pensaba que era bastante listo, despierto, inteligente, a ver al jefe, absolutamente contrario a él, a pedir algo que sabe que además no se lo va a dar. Porque se supone que lo pide, porque cree que lo va a beneficiar y, entre otras cosas, es una traición a Ayuso y Almeida Aunque es un museo del Estado, Madrid es una comunidad donde está también el Museo Arqueológico Nacional. De verdad que hay cosas que yo no entiendo de la oposición y de los presidentes autonómicos, que va a reclamar algo en consonancia con lo que haría el actual ministro de Cultura.
P.- ¿Se refiere a repartir las obras y piezas que están en los museos nacionales para llevarlas a las comunidades autónomas?
R.- A repartir todos los museos, sobre todo en Madrid. ¿Por qué no se atreve a los de Cataluña? No se atreve. Yo lo dije en un artículo: «¡Atrévete a repartir los de Cataluña, los de País Vasco, los de Galicia, los de Andalucía…!». No, es Madrid, porque la obsesión de este Gobierno es Madrid. Lo digo de verdad. El ministro de Cultura es un horror y una vergüenza para todos los diplomáticos, porque es diplomático de carrera. Me parece una vergüenza que tengan una persona como ese señor. Pero bueno, actúa dentro de sus criterios.