Fernández se erige en líder de la oposición en el Parlament al ignorar el cordón a Vox y Orriols
La renuncia de Puigdemont a estar en la Cámara para fiscalizar al Govern de Illa deja vía libre al presidente del PP catalán
El presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, se ha convertido en el líder de la oposición de facto en el Parlamento catalán. La renuncia de Carles Puigdemont a ejercer este papel por su permanencia en el extranjero ha situado a Junts per Catalunya en una posición débil y sin ningún rostro destacado que lidere la función de fiscalizar al Gobierno de Salvador Illa. Al mismo tiempo, el hecho de que Fernández sea de los pocos diputados que ignora deliberadamente el cordón sanitario a Vox y a Aliança Catalana le ha otorgado mucha visibilidad, porque desde el atril se enfrenta a los argumentos del resto de partidos sin discriminación alguna.
La correlación de fuerzas en el Parlament, con los partidos independentistas sin mayoría parlamentaria y un PSC que depende principalmente de ERC y los comunes, ha propiciado un escenario en el que tanto ERC y Junts tienen que calibrar sus críticas a Illa. Incluso en el caso de los posconvergentes, que adoptan un tono más duro que sus hasta hace poco socios independentistas, tampoco pueden tensar la cuerda, ya que en el Congreso son socios del PSOE y necesitan de la continuidad de Sánchez en Moncloa para avanzar en las medidas de alivio penal, como fueron los indultos y la amnistía. Y tampoco pueden desmarcarse del PSC y ERC en lo que se refiere a cuestiones como la lengua, como sucedió este jueves en el debate de política general, en la proposición sobre la defensa del catalán en las instituciones europeas.
En cambio, el PP de Cataluña tiene vía libre para ejercer la oposición sin ataduras. Después de que lograron recuperarse en los comicios autonómicos del 12 de mayo con 15 escaños (tras caer a tres en 2021) y convertidos de nuevo en la primera fuerza del centroderecha constitucionalista (por delante de Vox, que en 2021 consiguió el sorpasso), Fernández no quiere desaprovechar esta oportunidad. En especial después de que su continuidad estuviera en duda tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo al liderazgo del PP.
Réplicas para todos
La irrupción de Aliança Catalana con dos diputados en la Cámara autonómica, ha incomodado al resto de formaciones con representación parlamentaria. Junts, ERC y la CUP, junto al PSC y Comunes, han establecido un cordón sanitario contra la formación de Sílvia Orriols y Vox por considerar que no se pueden llegar a acuerdos con la «extrema derecha».
Al mismo tiempo, Vox, que hasta ahora no tenía otros adversarios que rivalizaran con ellos en su discurso duro contra la inmigración, ha visto como Aliança Catalana les ha arrebatado parte de los votos de las zonas interiores de Cataluña, más propensas a votar en clave nacionalista, y que en los últimos tiempos les apoyaron por ser los únicos con un discurso abiertamente crítico con la inmigración. Y todavía no saben cómo abordar la pugna. Por el momento han optado por una suerte de pacto de no agresión en el que se ignoran mutuamente.
Todo ello ha hecho que cuando Orriols pronuncia sus discursos solo tenga a enfrente a Fernández para rebatirla. Y la lideresa de Aliança Catalana ha demostrado manejar una buena oratoria y tener cierto carisma, además de jugar con el factor favorable de ser un rostro nuevo en político.
«Lo valiente es debatir»
Fernández, que también es reconocido incluso por sus adversarios dentro del partido, como «un gran orador, aunque peor gestor», ha explicado en sus redes sociales su posición respecto a cómo confrontar a Orriols. «Lo valiente es debatir con ella. Lo cobarde es esconderse tras el cordón sanitario y ponerle un bozal para evitar que se exprese», ha afirmado en su perfil de X.
Además, no ha dudado en afirmar que comparte con ella su «crítica al feminismo de salón» pero que le separa totalmente «su visceral hispanofobia y su nostalgia por una ‘Cataluña pura'».
Fernández y Orriols se han convertido en dos de los diputados catalanes cuyos vídeos de intervenciones parlamentarias más se viralizan en las redes sociales. En el caso de Fernández, su tono irónico y mordaz le ha granjeado mucha popularidad, si bien más allá de la oposición interna a su liderazgo su negativa a intentar llegar acuerdos con el PSC también le ha supuesto críticas. Fernández mantiene una línea contraria a pactar con el PSC pese a que, por primera vez desde 1980, había una mayoría alternativa tras la cita en las urnas del 12-M.