Podemos habla ya de «fin de ciclo» en el PSOE por la corrupción y la crisis de la vivienda
Los morados endurecen su ataque a la espera de que Iglesias intervenga en la ‘convención’ de este fin de semana
Los escándalos de presunta corrupción que afectan al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez, unidos a la crisis de la vivienda y del coste de la vida, tienen un «sabor a fin de ciclo». Esta es la conclusión a la que llega la dirección de Podemos, expresada en un editorial publicado en el Diario Red, vinculado al canal de televisión de Pablo Iglesias, que se pregunta si estamos delante de un «nuevo 15-M». Podemos no excluye una conclusión anticipada de la legislatura ni una «imputación» de Pedro Sánchez, según fuentes del partido morado. Por ello hablan de la necesidad de endurecer el discurso crítico con la coalición de la que forma parte Sumar. La próxima convención de la formación, que se celebrará este fin de semana, podría ser el pistoletazo de salida de esta ofensiva.
«Como ocurría en 2011, ni unos ni otros entienden nada. Por mucho bombardeo mediático contando lo que no es, la gente no es idiota y la realidad material se toca con los dedos. En el Parlamento y en las calles, se respira un aroma de fin de ciclo. Y algunos piensan que el siguiente podría recomenzar igual que empezó este». Con este párrafo, el diario vinculado a la televisión de Iglesias, considerado en el partido como el órgano oficial de la formación, estaría adelantando una ofensiva morada que arrancará a partir de este fin de semana, con unas reflexiones de Iglesias sobre el actual curso político. Iglesias intervendrá después de Irene Montero en las dos jornadas de la Uni de otoño del 19 y 20 de octubre.
Podemos cree que la crisis de la vivienda y la incapacidad del Gobierno para resolver esta cuestión crean un caldo de cultivo para un estallido social parecido al 15-M, la protesta callejera que sirvió de trampolín para la irrupción de Iglesias y sus compañeros. Desde entonces han pasado 13 años, y Podemos sabe que el contexto ha cambiado. Esta vez su objetivo se centra en destronar a Sumar como referente de la izquierda alternativa al PSOE, aunque consideran que el partido de Sánchez también se ha debilitado. En el partido morado empezó a moverse la tesis del «fin de ciclo» hace aproximadamente un mes, tal y como publicó este diario. Aunque ahora, después de los últimos informes de la UCO y la sensación de que será difícil aislar a Sánchez de los casos de corrupción, los referentes del partido han empezado a trasladar con mayor fuerza esa idea.
Belarra contra Sánchez
A lo largo de los últimos días, los diputados de Podemos han endurecido el tono contra el Gobierno. La portavoz y secretaria general, Ione Belarra, lleva dos sesiones de control pidiendo la palabra y atacando directamente a Pedro Sánchez. Su última intervención, en la que compara a Israel con el genocidio «nazi», ha logrado millones de visualizaciones en Internet, según presumen los miembros del partido. Podemos «se siente fuerte», aseguran fuentes de la formación, mientras que Sumar está en caída libre.
Podemos sabe que Izquierda Unida busca llegar a un acuerdo para las próximas elecciones autonómicas (las andaluzas) y generales. Considera que la legislatura pende de un hilo y que Sánchez cometió el error de pactar con el PP la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Aunque formalmente se apunta a la tesis de la persecución judicial contra la izquierda, Podemos ha pedido a Sánchez que asuma la «responsabilidad» por los presuntos casos de corrupción que afectan a su entorno político. Es un salto cualitativo en el discurso de los morados que debería cristalizar en las jornadas que se celebrarán este fin de semana en Madrid, donde Podemos quiere presumir de sus alianzas internacionales y lanzar un mensaje claro al Gobierno.
Hace un año, en la pasada edición de la Uni de otoño, Iglesias rompió su silencio y lanzó un anatema contra Sumar. Criticó a Yolanda Díaz por haber excluido a los dirigentes de Podemos de las listas electorales. Activó el reloj para una escisión parlamentaria que se oficializó semanas después. Este domingo Iglesias volverá a hablar a los militantes y simpatizantes de Podemos, en un cierre de la convención política del partido que servirá para definir la estrategia de los próximos meses.
La «vuelta de Podemos»
Todo apunta a que Podemos hablará de una crisis social próxima a estallar. También propondrá un nuevo marco republicano para una alianza con otras fuerzas nacionalistas, y avanzar hacia un frente unitario «plurinacional». La alianza con la izquierda insumisa francesa y el Bloc de Portugal en Europa servirá de palanca para este proyecto. Desde Bruselas hasta Madrid, el partido morado quiere apuntalar un giro radical que permita hablar de «vuelta de Podemos». Esta expresión, que empleó Federico Jiménez Losantos en una columna del diario El Mundo ha rebotado de móvil en móvil en el partido morado, y ha sido recibido incluso con entusiasmo (y recogida en el editorial mencionado del diario digital adscrito a la televisión de Iglesias).
Podemos interpreta que el Gobierno no tiene capacidad de legislar, que Sumar no influye en él («solo manda Sánchez», repiten los dirigentes del partido) y que existe un malestar social latente que permite a Irene Montero y los suyos endurecer su discurso político. También en los casos de presunta corrupción del PSOE, en los que Sumar se une al cortafuegos que busca culpar de todos los escándalos al exministro José Luis Ábalos, Podemos se ha desmarcado y ha señalado a Sánchez. Sus portavoces han sido tajantes: es «inverosímil» que toda la trama fuera «ajena a Pedro Sánchez», repitieron.
Es la primera vez que Podemos ataca directamente a Sánchez. Y todo ello a la espera de la intervención de Iglesias del próximo domingo. Se espera un discurso duro contra el Ejecutivo, que de facto mueva al partido hacia una oposición parlamentaria, aunque desde la izquierda. No será fácil moverse por ese alambre, comentan las fuentes consultadas, puesto que todo tipo de imputación o investigación judicial se interpretará como una manifestación del «lawfare». Pero Podemos no tiene mucho que perder, y si la legislatura colapsa los morados se sienten fuertes como para afrontar otra campaña electoral. Saben, en cambio, que esto es lo que más teme Sumar.