Lucha abierta entre Sumar y Podemos para lograr el apoyo del sindicato de inquilinos
La organización que protesta contra el «rentismo» se convierte en principal objeto de interés de los dos partidos
El Sindicato de Inquilinos e Inquilinas, una organización que dice luchar contra el «rentismo» en el sector inmobiliario, se ha convertido en el principal objeto de interés de Sumar y Podemos. Después de la manifestación organizada en Madrid el pasado 13 de octubre, la entidad se proyecta como una nueva PAH, la plataforma de afectados por la subida de las hipotecas que hace 15 años se convirtió en el trampolín del éxito de Podemos. La crisis de la vivienda actual, con una subida descontrolada de los alquileres, proyecta al Sindicato de Inquilinos como uno de los puntales de la protesta social. Sumar está buscando «captar» la organización, y algo parecido quiere Podemos, pero «sin mucho éxito», sostienen las fuentes consultadas de este sector.
Sumar lleva meses acercándose a esa entidad. Escucha sus planteamientos, hasta convertirlos en propuestas legislativas (como en el caso de los alquileres temporales, que fracasó por el rechazo de Junts), y ha permitido a sus portavoces participar en algunas reuniones ministeriales. Los de Yolanda Díaz han elegido la cuestión de la vivienda como un espacio de conflicto con los socialistas. No hay ministro que coseche tanta crítica por parte de los miembros de Sumar como la responsable del departamento de Vivienda, Isabel Rodríguez. Sumar lleva meses cuestionando sus posiciones sobre el mercado del alquiler y pide más contundencia, como fijar topes en los precios, a lo que el PSOE se niega.
Tanto Sumar como Podemos están mirando de cerca la protesta surgida por la crisis de la vivienda. Según estas formaciones, la escasez de vivienda pública y el aumento de los alquileres está generando el caldo de cultivo para un nuevo 15-M. El diario digital vinculado a la televisión de Pablo Iglesias dedicó el jueves un editorial a este asunto. Los dirigentes de Podemos y de Sumar recuerdan la época de la PAH. Y ambos creen que el PSOE subestima el malestar social por estar centrado en tapar los casos de presunta corrupción que afectan a Pedro Sánchez y su entorno.
Organización joven
En Sumar, por ejemplo, llevan meses cuestionando el trabajo del CIS de José Félix Tezanos, que señala la inmigración como principal problema de los ciudadanos. Los dos partidos creen que el Sindicato de Inquilinos puede convertirse en una nueva PAH y están interesados en acercarse a él para crear una correa de transmisión con este movimiento. Sin embargo, las fuentes consultadas sostienen que el Sindicato de Inquilinos de momento rechaza cualquier protectorado. Las fuentes consultadas en ambos partidos hablan de una organización joven, autónoma e independiente de ambos partidos, aunque admiten la intención de los dos de acercarse para «captarla».
Para las fuentes consultadas, el Sindicato de Inquilinos responde ya a un «salto generacional» con respecto a la PAH y a Podemos y Sumar. Sus referentes, como Jaime Palomera en Barcelona o Valeria Racu en Madrid, no estarían vinculados a ninguna formación en concreto, aunque en el caso de Palomera sí recibió en un principio el apoyo del sector de Ada Colau. Pero al menos de momento el Sindicato de Inquilinos va por libre, y prueba de ellos es que recientemente han criticado al Gobierno de coalición por su inacción en el ámbito de los precios del alquiler.
Huelga de alquileres
«Si seguís subiendo los precios, vamos a dejar de pagarlos y no va a haber policía, juzgados ni matones para desahuciarnos a todas», afirmó la portavoz Valeria Racu, para muchos ya la nueva Colau. Racu, que impulsó en Londres hace unos años una huelga de alquileres, quiere ahora repetir ese experimento en España. Pero es que Racu, en realidad, ya se ha metido en la política nacional. Durante la manifestación del domingo en Madrid, atacó directamente a la ministra de Vivienda, a quien pidió dimitir. «Lo único que tenéis pendiente es asumir responsabilidades, por eso exigimos la dimisión de la ministra, porque es la responsable de todo esto», afirmó Racu.
Estas declaraciones y el hecho de que Sumar haya respaldado la protesta han generado malestar en el ministerio de Vivienda. Pero Sumar no quiere aflojar en sus exigencias, a tal punto que se ha atrevido a censurar al presidente Pedro Sánchez por el lanzamiento del bono de alquiler para jóvenes. Sumar critica esta iniciativa por insuficiente, pese a que la suscribió en el pacto de Gobierno con el PSOE. Y exige fijar topes a los precios del sector por ley. Esta es otra exigencia del Sindicato de Inquilinos que Sumar intenta recoger para absorber por la vía de los hechos a esta organización y convertirla en el motor de su resurrección.