La guerra en ERC se traslada a Valencia: su nuevo presidente está denunciado por acoso
Josep Barberà se impuso en el congreso del partido, y su victoria ha abierto otra crisis interna en Esquerra
Josep Barberà, nuevo presidente de ERC en la Comunidad Valenciana, junto a Gabriel Rufián. | Red social X
El conflicto interno que atraviesa ERC supera las fronteras catalanas. En el congreso que el partido ha celebrado en la Comunidad Valenciana se ha reflejado la misma división entre el sector de Oriol Junqueras y el de Marta Rovira. Después de aplazar hasta en tres ocasiones dicho congreso por las pugnas en el seno de la formación, finalmente se celebró, pero el resultado de la votación ha abierto un nuevo capítulo en la crisis. La candidatura vencedora, encabezada por Josep Barberà, incomoda al resto del partido por el hecho de que Barberà mantiene un litigio abierto en los tribunales por un presunto delito de acoso tras una denuncia de una compañera del partido.
Josep Barberà, de la candidatura que en Cataluña, apoya a Xavier Godàs, el candidato del sector de Marta Rovira, se impuso por 75 votos frente a los 67 que obtuvo el candidato de la lista alternativa, el concejal de Faura Domènec Garcia. El debate fue muy intenso y se comprobó que la formación está partida por la mitad en esa comunidad en la que ERC tiene solo cerca de 200 militantes. El caso de presunto acoso a una compañera de partido, además, genera mucha incomodidad en un partido que se considera «feminista».
El colectivo Matriotes, cercano a ERC, es el que públicamente ha censurado la elección de Barberà: «Desde Matriotas queremos denunciar la gravedad de esta situación y exigir la revocación de Josep Barberà al frente de Esquerra Republicana del País Valencià. Creemos que es absolutamente intolerable que un partido que quiere abanderar la lucha feminista cuente con un dirigente sobre el que recae un proceso por graves delitos de acoso contra una compañera».
A la espera del archivo de la querella
Barberà siempre ha mantenido su inocencia. En declaraciones recientes a Vilaweb, explica que tuvo «una relación sentimental de varios meses en 2021» con la querellante, María Pérez, y que «emocionalmente no acabó bien». Pero afirma que «no hay nada más». La investigación interna de ERC tras la denuncia de Pérez, que fue la secretaria general del ERPV, concluyó que Barberà no había incurrido en ningún acoso. Pero Pérez lo ha llevado ante el juzgado de violencia contra la mujer en Alcira (Ribera Alta).
Barberà confía en que la querella ante el juzgado se archive en breve. El actual presidente ya estuvo al frente de ERC en la Comunidad Valenciana desde 2016, pero se apartó del cargo y de la militancia mientras duró el proceso interno.
Quienes se oponen a su candidatura consideran que la elección de Barberà «condenará al partido» a una situación de más irrelevancia en la región. De momento, ya ha tenido también repercusiones fuera del partido. Se ha suspendido un encuentro del Bloc de l’Estudiantat Agermanat por «considerar inaceptable ser cómplices de un posible caso de violencia de género».
Junqueras, mejor situado
En paralelo, en Cataluña, el expresidente de ERC Oriol Junqueras es quien está en mejor posición para convencer a la militancia de que su candidatura es la más útil para el partido en el congreso del próximo 30 de noviembre. Tras su gira «Escuchando Cataluña» por todo el territorio, ha conseguido recabar el apoyo de una parte muy importante de las bases y también de cuadros intermedios de la formación.
En sentido contrario, la candidatura Nova Esquerra Nacional, del sector de Marta Rovira, ha tenido problemas para encontrar nuevos rostros con ganas de ponerse al frente de esta etapa. Finalmente, serán Godàs y Camps quienes encabecen la candidatura con una posición no tan alejada de la que ha representado Junqueras.
