'Financial Times' ve «inconsistente» la política exterior de Sánchez con Palestina y el Sáhara
El semanario británico constata que España se ha convertido en un «inconformista en el escenario global»
El semanario Financial Times publica este lunes un artículo sobre España titulado ‘El problema para Sánchez con su inconformista política exterior‘, en el que subraya la «inconsistencia» de defender que Palestina se convierta en un Estado soberano «con su posición sobre el Sáhara Occidental, una región que busca independizarse de Marruecos».
«Cuando Pedro Sánchez sube al escenario internacional, a menudo se le describe como alto, guapo y que habla mejor inglés que los anteriores primeros ministros españoles. Pero ahora le ha dado a la gente algo más que comentar: su política exterior está virando», constata el medio británico de inicio.
«Los aliados de Sánchez dicen que está ‘siendo valiente’. Sus críticos, incluidos algunos diplomáticos españoles, lo llaman un errático ‘inconformista’. La parte más sorprendente es cómo se ha opuesto a otras potencias de la UE en materia de Israel, China y la inmigración, marcando una ruptura con la aversión de España al conflicto diplomático», prosigue Financial Times.
El semanario recuerda que España ha sido «un miembro conformista» en términos diplomáticos en sus casi cuatro décadas como miembro de la UE, «agradecido al bloque por ayudar a poner fin a su aislamiento de la era franquista y por la financiación que recibió». Sin embargo, «ahora Sánchez ha cambiado eso».
«Para un hombre que se autodenomina un ‘proeuropeo convencido’, sus giros y vueltas pueden parecer desafiar la lógica. Pero la explicación puede estar más cerca de casa», esgrime el diario. Un ejemplo de ello es la posición española sobre el conflicto en Oriente Próximo, donde el Gobierno se ha convertido en «un feroz crítico» de los ataques de Israel contra Gaza y el Líbano. Fruto de ello fue el reconocimiento de Palestina como Estado el pasado mes de mayo. «Aunque Irlanda hizo lo mismo, su medida fue un rechazo a las potencias más grandes de la UE que decían que reconocer a Palestina en ese momento no lograría nada y agotaría una fuente de influencia ante los israelíes», apostilla el medio británico.
En septiembre llegó otra sorpresa coincidiendo con la segunda visita de Sánchez a Xi Jinping en apenas un año y medio. En la capital china, el presidente evitó «comentarios públicos sobre cualquier cosa que pudiera molestar a Beijing» y pilló por sorpresa a sus homólogos europeos al declarar que la UE necesitaba «reconsiderar» sus planes para imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos.
Al final, España se abstuvo en la votación de los Veintisiete en la que se aprobó esta medida arancelaria. Con ello, Madrid quiso evitar la amenaza de represalias chinas contra las exportaciones de carne de cerdo española, «pero aún no está claro si hizo lo suficiente con abstenerse y votar en contra de los aranceles como lo hicieron otros cinco países», incide el semanario. «Estas cosas se notan. En Bruselas hay que ser confiable», apunta la exministra de Exteriores Ana Palacio antes de lanzar una advertencia: «Si eres proeuropeo, no creas convulsiones».
Sánchez también está marcando perfil propio en materia de inmigración. «La Comisión Europea propuso la semana pasada explorar el uso de controvertidos ‘centros de retorno’ fuera del bloque para personas sin derecho a permanecer en la UE. En los últimos días, Sánchez ha atacado a este pivote de la derecha calificándolo de suicidio económico y acusando a otros gobiernos de ‘estigmatizar’ a los inmigrantes».
Albares defiende una «identidad distinta»
Financial Times recoge unas declaraciones del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien defiende que se está llevando a cabo una política exterior «con una identidad distinta» y que España está ganando «presencia, voz e influencia sin precedentes» en el tablero internacional.
«Sánchez quiere aprovechar al máximo la posición de España como la gran economía de más rápido crecimiento de la UE; un puente hacia el norte de África y América Latina; y una fuerza en la primera línea de la energía renovable, el cambio climático y la migración. Puede que encabece un gobierno minoritario precario, pero se encuentra en un terreno más sólido que el alemán Olaf Scholz, otro líder socialista. España ve respaldo en el nombramiento de Teresa Ribera (…) como nueva y poderosa comisaria de Competencia y Medio Ambiente en Bruselas», apunta el semanario.
Además, Albares hace hincapié en que la política exterior española se basa «en la defensa de la paz, la democracia y los derechos humanos». Pero hay «inconsistencias», a juicio del medio británico. «Sánchez es un firme partidario de la OTAN y Ucrania y ha otorgado mil millones de euros en ayuda militar a Kiev este año. Sin embargo, España se retrasó en entregar tanques Leopard a Ucrania, se negó a entregar un sistema de defensa aérea Patriot y, actualmente, gasta menos en defensa como proporción del PIB que cualquier otro miembro de la OTAN», explica en primer lugar.
Luego, el apoyo de Sánchez a los palestinos «contrasta con su posición sobre el Sáhara Occidental, una región que busca independizarse de Marruecos», después de que el Ejecutivo abandonase en 2022 una «larga neutralidad» de varias décadas al respaldar el plan marroquí de autonomía para la antigua colonia española. «La medida le costó a España suministros cruciales de gas desde Argelia, que respalda la independencia del Sáhara Occidental. Pero fue impulsado por la necesidad de mejorar las relaciones con Marruecos, de quien España depende para controlar la migración irregular», resume el diario.
Carlos Miranda, antiguo embajador español ante la OTAN y el Reino Unido, explica en el artículo que «no hay nada» en las políticas de Sánchez «que siga ningún tipo de planificación». En su opinión, «se trata de responder a necesidades específicas». Por su parte, José Antonio Sanahuja, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, constata que el jefe del Ejecutivo «es fundamentalmente un táctico» al que le «falta» estrategia» y consenso político sobre asuntos internacionales, lo que lleva a que «muchas cuestiones de política exterior aparecen o desaparecen» dependiendo de su utilidad interna.
«La mayoría de los votantes españoles no están comprometidos con los asuntos globales, pero las acciones de Sánchez están alineadas con los instintos de una mayoría que está en contra de la guerra y es pro-palestina, abierta a la migración pero desconfiada de Marruecos y ansiosa por encontrar empleo. Ser un inconformista en el escenario global le ayuda a conseguir apoyo en casa», concluye Financial Times sobre Sánchez.