Díaz impone una portavoz afín a CCOO que actúe a su dictado: «Es la voz de Yolanda»
Diputada por Pontevedra, Verónica Martínez Barbero trabajó en el Ministerio de Trabajo y es de su confianza
Yolanda Díaz con Verónica Martínez Barbero | Europa Press
El nombramiento de Verónica Martínez Barbero como sustituta de Íñigo Errejón en la portavocía del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso genera más de una duda entre los aliados. Su elección ha sido «consensuada» con todos los socios, aseguran desde el sector cercano a la política gallega, aunque otras fuentes consultadas en ese espacio político ofrecen más datos y niegan la versión oficial que circula entre los cronistas más proclives a la dirigente gallega. «No es neutral, es la voz de Yolanda», advierten estas fuentes, que hablan de «otro error» posible de la vicepresidenta. Muy cercana a Comisiones Obreras, la nueva portavoz se erige en mano derecha de Yolanda Díaz, todavía centrada en evitar que se debilite su liderazgo.
Exdirectora general del Ministerio de Trabajo durante la pandemia, Martínez Barbero fue la primera opción de Yolanda Díaz nada más asumir que Errejón debía dimitir. Pero en las primeras reuniones, según afirman fuentes de Sumar, el nombre de la diputada elegida por Pontevedra había sido congelado. No se sabe si por reticencias de la aludida o por el intento de los socios de Díaz de buscar otras fórmulas (entre ellas, la de una portavocía rotatoria). Después de un debate interno, la vicepresidenta logró imponerse.
Martínez Barbero tiene un perfil más técnico que político. Antes de trabajar en el ministerio de Trabajo, ejerció de presidenta del Consejo Gallego de Relaciones Laborales durante el gobierno regional de Alberto Núñez Feijóo (lo que le está suponiendo críticas de Podemos). Pero, sobre todo, asegura un estrecho vínculo con Comisiones Obreras. El sindicato de Unai Sordo representa en este momento la principal garantía de Díaz para seguir al mando de Sumar.
«Dedazo» con muchas incógnitas
Los socios de Díaz admiten que la vicepresidenta está «débil» y «aislada». El golpe de Errejón ha sido relevante. Afecta directamente a su legitimidad como dirigente de todo el espacio. Fue ella quien le eligió, aunque ya estaba sobre su mesa una denuncia por presunto acoso y su necesidad de recibir terapias psicológicas. Y lo hizo después de que otra persona muy cercana a ella, Marta Lois, también fracasara como portavoz parlamentaria y después como candidata gallega de Sumar. Un error tras otro.
Ahora el nombramiento de Martínez Barbero revela la necesidad de Díaz de buscar a otra pretoriana que le garantice fidelidad. Y para hacerlo ha vuelto a recurrir al sector sindical, aunque eso pueda enojar a los demás aliados. «Es un dedazo», aseguran otras fuentes para dar validez a los que dicen que su elección no fue el resultado de colegialidad ni horizontalidad.
Sea como fuere, con el nuevo nombramiento Díaz vuelve a confiar en un perfil más técnico que político. Y sobre todo en una persona que, según afirman en Sumar, responderá más a la vicepresidenta que a los demás grupos de la coalición. Algunas fuentes sostienen que a diferencia de Marta Lois, Martínez Barbero es «mejor comunicadora». Pero menos sólida en el ámbito político. «Necesitaba a alguien con política y discurso, y ella no lo tiene», avisan los más escépticos. Ha buscado a una diputada «poco conocida», añaden otros, «para que destaque, pero no le haga sombra».
Apuesta personal de Díaz
Según coinciden estas fuentes, Díaz ha impuesto ese nombre tras dejar a los socios «pelearse entre ellos». Izquierda Unida, por ejemplo, había amagado con una portavocía rotatoria. Aunque como había desvelado este diario, la «prioridad» no era la portavocía, sino lograr más fondos del grupo y presencia en las comisiones parlamentarias. En ese punto, los de Antonio Maíllo creen que todavía pueden ganar algunas batallas. Más Madrid, muy afectado por el escándalo de Errejón, estaba centrado en que los catalanes no obtuvieran demasiado peso político interno. De allí su negativa a Aina Vidal. Díaz aplicó el clásico divide y vencerás. Las inundaciones en Valencia permitieron ganar unos días y después de que fracasaran las primeras reuniones, la política gallega impuso a su persona de confianza.
Martínez Barbero tendrá ahora la difícil tarea de recomponer un grupo político dividido y frustrado. Y sobre todo de recuperar la confianza de un electorado –concretamente el de las mujeres– que podría descolgarse de la coalición y llevar a Sumar a un verdadero agujero demoscópico. Díaz, en efecto, se había decantado desde el principio por una mujer para sustituir a Errejón. Pero el nombramiento de un perfil poco conocido y con poca experiencia puede convertirse en otro bumerán, avisan los escépticos. Y nadie tiene dudas: la elección de la nueva portavoz no ha sido una decisión «consensuada». Es decir, que la responsabilidad será otra vez exclusivamente de Yolanda Díaz.
