El fiasco de la reforma fiscal dispara las dudas sobre los Presupuestos: «Está complicado»
Fuentes parlamentarias desvelan que el Gobierno intentó corregir los «errores de negociación» de Montero
El Gobierno asumirá este jueves una nueva derrota parlamentaria. La reforma fiscal pactada el lunes por las dos alas de la coalición, PSOE y Sumar, con Junts y el PNV saltará por los aires por el voto en contra de sus socios de izquierdas, ERC, Bildu y Podemos, entre otras cosas, porque queda en el aire el impuesto a las energéticas. Fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE desvelan que el Gobierno ha intentado corregir los «errores de negociación» de la vicepresidenta económica del Gobierno, María Jesús Montero, quien «pactó con la derecha y nos enteramos por la prensa». El resultado son dos bloques irreconciliables en este momento y un proyecto de Ley fallido que será tumbado este jueves por la comisión de Hacienda.
El órgano parlamentario fue desconvocado el lunes en su reunión a las 16.30 por falta de acuerdo, en la confianza de que 48 horas sirvieran para acercar posturas. Pero los socios no se han movido un milímetro de sus posiciones. ERC, Bildu y Podemos reprochan al Ejecutivo que renuncie a que el impuesto a las empresas energéticas, aprobado por la escalada en la tarifa de la luz tras la guerra de Ucrania, tenga carácter «permanente», tal y como prometió el Ejecutivo. En el otro lado, el PNV rechaza de plano la eliminación de las exenciones fiscales a los seguros sanitarios privados, muy extendidos en el País Vasco, y considera «insalvables» las distancias que plantean las enmiendas de los aliados del Ejecutivo al proyecto de transposición de la normativa europea que establece un mínimo del 15% del impuesto de Sociedades. Y se alinea con Junts, que tacha de «demagogia» y «propaganda» un paquete fiscal que incluye un impuesto a la banca que rechaza la patronal catalana Fomento del Treball.
«Está muy complicado»
Fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE admiten que, llegado a este punto, el acuerdo «está muy complicado» y asumen que este jueves tendrán que encajar una sonada derrota. Sonada y cualitativamente relevante, en la medida en que se trata del distanciamiento previo a la negociación presupuestaria, en la que los socios de la coalición, empezando por Sumar, intentarán cobrarse con intereses la factura que no han conseguido aprobar ahora. Como advirtieron el pasado martes los portavoces de Sumar, Txema Guijarro y Aina Vidal, que prometieron mantener «viva» su enmienda sobre el impuesto a las energéticas. Ante la previsible derrota, los interlocutores habituales del Gobierno intentaron suavizar posturas durante el fin de semana, pero todo fue en balde.
Los socios del Ejecutivo admiten que este varapalo parlamentario es el caldo de cultivo propicio para el enfrentamiento entre los grupos que sostienen al Gobierno. Es la espita que puede saltar frustrando un acuerdo presupuestario «ya de por sí muy complejo». Tanto Bildu como ERC, y hasta Sumar, alertan del peligro que supone que el Gobierno priorice a Junts y PNV en lugar de «empezar a armar mayorías por la izquierda» y temen que esto alimente la «radicalización» de Podemos, cada vez más beligerante con el Ejecutivo con la intención de sitiar a la vicepresidenta Yolanda Díaz.
«Tenemos 178 votos» para RTVE
El premio de consolación será la aprobación en el pleno de este jueves de los consejeros de RTVE que fueron rechazados en el pleno del pasado martes. Fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que «tenemos los 178» votos necesarios, después de que los dos diputados de Compromís votaran en blanco en la primera votación en señal de protesta por no haber suspendido la votación por la DANA hace dos semanas, al día siguiente de la catástrofe. Los 11 candidatos al Consejo de RTVE, propuestos por PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV y Podemos, tendrán un respaldo ajustado, dos escaños por encima de la mayoría absoluta, que es la que se exige en segunda vuelta, a las 48 horas del fracasar la mayoría reforzada de dos tercios que se produjo el martes.
Fuentes socialistas manifiestan en privado sus críticas a la forma en que se ha ejecutado la elección. No sólo por el perfil ideológico de los 11 nuevos consejeros, entre quienes está la directora de comunicación del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, Esther de la Mata, sino también Angélica Rubio, ex directora general con el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Moncloa. Las críticas se fundamentan también en la urgencia en aprobar los nombramientos, incluso forzando su votación en el pleno al día siguiente de la DANA en Valencia, y sin mostrar la mínima «sensibilidad» a las muertes que ya se habían empezado a registrar. «Hemos hecho un pan como unas hostias», denuncian los más críticos, pese a que hoy la renovación del Consejo de RTVE vaya a ser el único asidero del Gobierno en un nuevo contexto de bloqueo legislativo y agonía parlamentaria.