Mercedes Zarzalejo: de destapar la corrupción en la Sierra de Madrid a acorralar a Gómez
Todos los focos están sobre Mercedes Zarzalejo por su firme interrogatorio a la mujer del presidente
«Cuando la vi mirándome fijamente, sin parpadear, como perdonándome la vida, me dije: le mantengo la mirada». A Mercedes Zarzalejo (Madrid, 1976) la presencia de la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo le impresionó los primeros minutos que la vio, por primera vez en persona, sentada ya en el lugar de los comparecientes de la Comisión de Investigación sobre las presuntas irregularidades en el trato de favor que recibió de la Universidad Complutense, como así reconoce a THE OBJECTIVE.
Esta sesión parlamentaria en la Asamblea de Madrid no ha sido más que uno de esos duros momentos políticos que ha vivido la diputada del Partido Popular. Aunque ha sido ahora cuando todos los focos se han puesto sobre ella, por su firme interrogatorio a una Begoña Gómez que, impertérrita, se negaba una y otra vez a responder a la artillería pesada que le lanzaba Zarzalejo; su vida política ha sido un combate sin descanso contra la presunta corrupción del PSOE en la Sierra Oeste de Madrid.
Desde un pueblo de 8.298 habitantes como es San Martín de Valdeiglesias, donde fue alcaldesa entre 2019 y 2023, luchó contra un socialismo que gobernó con dos breves mandatos de AP y PP destapando una corrupción que llevó ante la Fiscalía Anticorrupción abriendo un proceso judicial, pendiente de la apertura de juicio oral, que la Unidad de Delitos Económicos de la Guardia Civil denominó «Operación Pantano». Un nombre relacionado con irregularidades urbanísticas en el pantano de San Juan, vinculadas a concejales del PSOE y personal del Ayuntamiento, que incluso ha merecido una pieza separada en esta instrucción judicial que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 6 de Navalcarnero.
Su combate empezó en la oposición, cuatro años antes de alcanzar la Alcaldía en 2019. Sus sospechas de que amigos y familiares del PSOE se estaban repartiendo dinero, más de 600.000 euros solo entre 2015-2019, con contratos sin control y saltándose la legalidad, le llevó a una labor de recopilación de documentos y de hechos objetivos que cristalizaron el 1 de marzo de 2021 en una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. Los frutos de este trabajo fueron, el 15 de diciembre de 2021, la entrada de la Guardia Civil con una orden judicial en la sede del Ayuntamiento, incautando información y con la detención de la exalcaldesa del PSOE, María Luz Lastras, el exteniente de alcalde y tres exediles. El juez los investiga por malversación y prevaricación, entre otros delitos.
El empeño en desvelar la corrupción de su ayuntamiento sacó a la luz una trama que se extendía por otros municipios, como Cenicientos, donde la amiga de Lastras, la alcaldesa socialista Noelia Núñez, utilizaba el mismo modus operandi, en este último caso con la organización de festejos taurinos aumentando el presupuesto hasta los 200.000 euros, sin control sobre la compra de reses, entre otras irregularidades. En este caso, la denuncia la interpusieron dos concejales de Compromiso por Cenicientos.
Esta trayectoria política centrada en la lucha contra la corrupción le ha valido para afrontar situaciones como la del pasado jueves: «Si me ha servido para algo pasar por aquella guerra en San Martín de Valdeiglesias ha sido para hacer frente a estas situaciones difíciles que no me van a amilanar. Siempre se lo digo a mi portavoz: he librado batallas más sangrientas que esta. No tengo ningún miedo».
Hasta llegar a la comparecencia del pasado jueves, Mercedes Zarzalejo ha trabajado codo a codo con otros grupos parlamentarios del PP para coordinar los interrogatorios y tener preparadas preguntas centradas en los asuntos claves que amenazan el futuro judicial de Begoña Gómez. Estaba preparada para que la mujer del presidente llegara a la comisión y se negara a contestar, pero que se fuera rápidamente. Pero no esperaba que se quedara sentada en silencio, escuchando, sin responder nada: «La sesión fue muy tensa, antes y después de celebrarse la comparecencia. Que no fuera a contestar, contábamos con ello, y pensaba que se iría. Sin embargo, mantuvo una actitud desafiante. Hubo un momento que me quedé… te miraba con esos ojos, sin parpadear y, pensé: ‘¿Tú no me bajas la mirada? Pues yo tampoco te la voy a quitar?’».
Mercedes Zarzalejo señala que ante esta actitud, «empecé a pensar por dónde podía ir la cosa y coger el camino adecuado», porque, además, le decepcionó, a pesar del tono «desafiante y la prepotencia corporal. Me sorprendió al empezar a leer poco fluido. Ahí me desencantó».
La diputada se muestra satisfecha por haber respondido a lo que se esperaba de ella y haber tenido el apoyo y el reconocimiento de su grupo: «Me han ayudado mucho aconsejándome mantener la calma, aunque yo era consciente de que era un momento muy importante». Sobre quién la ha felicitado personalmente, prefiere callar discretamente.