Abascal aspira a unir a los grupos de Orbán y Meloni desde la presidencia de Patriotas
El líder de Vox trabaja ya en un eventual macrogrupo que supere numéricamente a los socialistas en la Eurocámara
Vox desea que la elección de Santiago Abascal como presidente del grupo europeo Patriotas cambie el equilibrio de fuerzas en la Eurocámara a corto, medio y largo plazo y aspira a que el dirigente vasco, que mantiene una relación excelente tanto con Giorgia Meloni como con Viktor Orbán, haga de «argamasa» para conformar un frente común que se erija en «alternativa real y constante para combatir las políticas de los últimos años».
Fuentes de la dirección nacional señalan a THE OBJECTIVE que la vocación de Abascal es «alcanzar acuerdos» entre Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y Patriotas en esta legislatura y trabajar para configurar un «macrogrupo» en el futuro que sería el segundo más grande de la Eurocámara. En este sentido, recuerdan que el pasado mes de julio Vox ya consiguió unir a Fratelli D’Italia y el Fidesz para condenar el fraude electoral perpetrado por Nicolás Maduro en Venezuela.
Son varios los motivos que Vox maneja para la esperanza. En primer lugar, que ambos grupos -ECR y Patriotas- «compartimos muchísimas cosas». En segundo lugar, que Abascal «tiene una excelente relación» con todos los dirigentes internacionales soberanistas: «Todos le tienen en muy alta estima». Y en tercer lugar, y no por ello menos importante, que Meloni «está al final de su mandato como presidenta de ECR y no creemos que renueve», lo que ayudaría a un acercamiento con el grupo de Orbán.
La renovación del liderazgo de ECR ayudaría a limar asperezas con Patriotas. Sobre todo si, tal y como se rumorea en los pasillos de Bruselas, el sucesor de la primera ministra italiana es el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki. En ese futurible macrogrupo tendría cabida, incluso, Alternativa para Alemania (AfD).
Un «hito»
Desde Vox resaltan el «hito» de que Abascal fuese elegido este pasado sábado en París líder de Patriotas «por unanimidad». El dirigente vasco liderará el tercer grupo con mayor fuerza política, representando a once países, 86 diputados y más de 19 millones de votantes. Lo acompañará el director de Disenso, Jorge Martín Frías, como miembro del nuevo buró. De este resaltan su «gran capacidad para formar equipos».
Otra de las razones, a juicio de la formación conservadora, que han llevado a Abascal a la presidencia de Patriotas es su labor tejiendo alianzas internacionales con Estados Unidos y la Iberosfera. Fuentes del partido aseguran que sus homólogos europeos se encuentran «asombrados» con la labor realizada en América y tienen interés en explotar las conexiones de Vox con Matt Schlapp, que comanda la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) o Roger Severino, vicepresidente de la Fundación Heritage, muy cercana al presidente Donald Trump.
Desde Vox resaltan que Abascal va a tener «mano directa» con Trump al ser «el presidente del único grupo afín», aunque también son conscientes de que «no va a ser una relación bilateral» porque el líder republicano no cree en ella.
El sueño de Abascal
El sueño de Santiago Abascal estaría hoy más cerca que nunca: un macrogrupo europeo de «patriotas» que, con 166 diputados, superarían a los socialistas (136) y se quedarían cerca de los populares (188). «Una unión de grupos crearía el segundo grupo de la Cámara y serviría para que el Partido Popular rompa definitivamente el acuerdo con los socialistas», expresaba el líder de Vox en una entrevista reciente concedida a El Mundo.
«Estoy esperanzado en que esa separación de grupos [ECR y Patriotas] sea temporal», abundaba Abascal, que ya vaticinaba cómo «en esta legislatura podremos trabajar por acuerdos más grandes». En Vox ya vislumbran «una Europa de naciones coordinadas, pero no sometidas ni subordinadas»; a los «buenos trabajando juntos».
¿Y en clave nacional?
La presidencia de Patriotas tendrá también consecuencias a nivel nacional. La más obvia es que Abascal habrá de pasar ahora más tiempo en Bruselas, pero Vox también ve factible que «Sánchez lo ubique como principal opositor, refiriéndose a él como líder de una internacional ultraderechista».
Vox considera que en las últimas elecciones generales tocaron suelo y que en lo sucesivo seguirán creciendo, conforme el problema migratorio se vaya agudizando y el descontento con el bipartidismo siga ganando impulso. Las últimas encuestas apuntan, de hecho, a que si hoy se celebraran de nuevo unos comicios, Vox obtendría sus mejores resultados hasta la fecha.