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Choque en la cúpula de Defensa por la elección del nuevo interventor general

Nervios en el ministerio ante la posibilidad de que Robles se decante por una mujer para romper otro techo de cristal

Choque en la cúpula de Defensa por la elección del nuevo interventor general

Margarita Robles y su número dos, Amparo Valcarce, en una visita a Hisdesat. | Ministerio de Defensa

El pase a retiro el próximo martes del actual interventor general del Ministerio de Defensa, el general de división José Luis Gómez Corral, está provocando un choque por la elección del sucesor entre la secretaria de Estado, Amparo Valcarce, y la subsecretaria, Adoración Mateos, las números dos y tres de Margarita Robles, según desvelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.

El Cuerpo Militar de Intervención es el encargado de controlar la gestión económico-financiera, auditoría pública y el ejercicio de la notaría militar dentro de las Fuerzas Armadas. Está encuadrado dentro de los Cuerpos Comunes junto a las ramas jurídica, sanitaria y musical. Por lo tanto, depende orgánicamente de la Subsecretaría del Ministerio de Defensa. El actual jefe de la División de Control Financiero y Auditorías, el también general de división Carlos Castejón, es el favorito para ocupar la vacante y así lo ha dejado caer ante algunos compañeros suyos en los últimos días.

Bien visto entre sus compañeros de Intervención, Mateos ha propuesto su nombramiento. Sin embargo, Valcarce «no lo tiene claro», subrayan las citadas fuentes. Este hecho ha desatado los nervios en varios despachos de Defensa porque hay dos candidatas con opciones: las generales de brigada María Teresa Gordillo y María Luisa Manzanera, quienes llevan el control de la gestión económica de los cuarteles generales de la Armada y el Ejército del Aire, respectivamente.

Si Robles se decantase por una de ellas, la elegida ascendería a general de división y, sobre todo, pasaría a la historia por ser la primera militar en dirigir un cuerpo de las Fuerzas Armadas. En este sentido, las fuentes militares recuerdan que la ministra de Defensa ha dado «claras muestras» durante su mandato de que las mujeres rompan techos de cristal dentro de los ejércitos.

Gordillo se convirtió en julio del año pasado en la tercera militar en llegar al generalato, mientras que Manzanera fue la quinta. Pero hubo polémica con la primera general interventor, ya que Mateos planteó a Robles que recayese en la entonces coronel Manzanera. Finalmente, tuvo que cambiar de opinión ante la amenaza de dimisiones entre varios generales que formaban parte de la junta de evaluación, quienes defendieron que la más idónea para dicho ascenso era Gordillo.

En cada evaluación de ascenso dentro de las Fuerzas Armadas hay un resultado inicial que lo otorga ‘la máquina’, el sistema informático de cada ejército que vuelca el currículum militar de cada candidato. Dicha puntuación puede ser luego aumentada o rebajada en un máximo de un 15% si así lo consideran los miembros de la citada junta que analizan los expedientes.

La puntuación de ‘la máquina’ colocó a Manzanera por delante de Gordillo, pero los generales que forman parte de la junta evaluadora «se plantaron» ante la subsecretaria y exigieron que se aplicase el baremo corrector que ellos habían consensuado. El órdago llegó a tal punto que pidieron a Mateos que, en caso contrario, se les cesase. Aquel tira y afloja se cerró con la ‘victoria’ de la candidatura de Gordillo, si bien la cúpula de Defensa se comprometió a ascender a Manzanera a la primera oportunidad que se diese. Su entrada en el generalato se produjo en diciembre del año pasado, cinco meses después que su ‘rival’.

La marcha del actual interventor general provocará un movimiento de piezas en la dirección del Cuerpo de Intervención. Si Castejón sustituye a Gómez Corral, su área de control financiero y auditorías podría ser ocupada por el general Miguel Ángel García Albarrán, quien supervisa las cuentas del Cuartel General del Ejército de Tierra y que tiene más antigüedad que Gordillo y Manzanera ya que ascendió en junio de 2022.

Dos coroneles se disputan el fajín rojo

Tanto en este caso como si Robles se decantase por una de estas dos mujeres para dirigir Intervención, Defensa tendrá que nombrar un nuevo general de brigada interventor. Ahí se disputan el fajín rojo dos mujeres coroneles: Dolores Sánchez y Mercedes Espadas, subordinadas de Castejón. La primera es de la misma promoción que Gordillo y ya fue evaluada el año pasado.

La lógica castrense indica que el próximo ascenso debería salir de la siguiente promoción, a la que pertenece Espadas, pero las citadas fuentes creen que esta última sea damnificada en el proceso evaluador. El hecho de que su despacho esté fuera del edificio principal del ministerio, en el madrileño Paseo de la Castellana, «juega en su contra» al tener menos contacto con la cúpula de Robles y cuando los currículos de ambas militares son parecidos.

Además, Sánchez estuvo destinada en la Guardia Civil, donde los criterios de evaluación no son tan estrictos como en las Fuerzas Armadas. Si fuese la elegida por Robles para ascender a general, se penalizaría a las cuatro personas que han hecho este año el curso de ascenso al generalato: la citada Espadas y los coroneles Jesús María Izquierdo, Guillermo de la Piñera y Antonio Fernández. Estos tres últimos fueron «repescados» para este curso, por lo que tienen aún menos opciones, así que la jefa del área de Auditorías sería «la gran perjudicada» este año si no lograse el fajín rojo. Y eso, a pesar de ser la número uno de su promoción.

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