Sánchez ve el «final de la carrera política» de Lobato y se prepara para aupar a Óscar López
Crecen las voces que piden la dimisión del barón y Moncloa asegura que «no hay rastro» que lleve al fiscal general
Los estados de ánimo como termómetro de situación. Incendio en el PSOE de Madrid, donde crecen las voces que piden la dimisión de su secretario general, Juan Lobato, para que no encabece la delegación madrileña al 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Un «devastado» Lobato encadenó este lunes reunión tras reunión y entrevista tras entrevista, consciente de que esta será sin duda la «peor decisión» que ha tomado desde que es el líder del PSOE en Madrid. Y quizás, la última. La número dos de Óscar López, Pilar Sánchez Acera, queda tocada en sus aspiraciones a ocupar la secretaría de Organización del PSOE madrileño, y a las puertas de una investigación judicial que seguramente le llevará a declarar como testigo. Y en el Palacio de la Moncloa, tranquilidad y alegría contenida por ver que el secretario general del PSOE de Madrid ha descarrilado en la carrera a las primarias antes de comenzar. Y que los planes de Pedro Sánchez de presentar a Óscar López se van «alineando».
La realidad es que el movimiento de Lobato, adelantado por el diario Abc, de acreditar ante notario una conversación de WhatsApp en la cual la entonces jefa de gabinete de Óscar López le envió un ‘pantallazo’ de la confesión de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, con la intención de que éste la utilizara en la Asamblea de Madrid contra Isabel Díaz Ayuso ha generado una auténtica conmoción en el PSOE. Sánchez Acera es también la número cuatro en la ejecutiva regional, su secretaria ejecutiva de Política Institucional y responsable de preparar las sesiones parlamentarias con su secretario general. Según las fuentes gubernamentales y socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, lo ocurrido ha sido un tremendo «tiro en el pie» que, según Moncloa vaticina, «será el final de la carrera política de Lobato». Desde el entorno del presidente del Gobierno, «Lobato ha dejado de ser un político confiable. Ya no puede liderar nada». Y se preguntan: «¿Qué compañero va a atreverse a mandarle un WhatsApp sin la garantía de lo que hará con él?».
La dirección del PSOE asegura que «Pilar no se enteró hasta las ocho de la tarde del domingo de que Lobato había ido al notario. Cuando ya sabía que Abc lo iba a sacar». Y culpan al líder madrileño de haberle filtrado la información a la cabecera de Vocento. «O fue él o fue el notario. Y el periodista ha asegurado que el segundo no fue». No contemplan la opción de opciones intermedias, ni atienden a razones sobre la inconveniencia política que supone para Lobato que salga esta información a la luz. Tampoco les importa. Más bien al contrario, han sido capaces de hilar un argumentario contra la traición de Lobato que ha ido calando en los cuadros socialistas madrileños, hasta el punto de que, a tres días del cónclave en Sevilla, crecen las voces que claman contra la dimisión fulminante de su líder. «Si le hace esto a su número cuatro, qué no le hará al de enfrente o al indiferente».
Crecen las voces que piden «dimisión y gestora»
Entre los cuadros medios del PSOE de Madrid resuenan dos palabras. La primera, «traición»; la segunda, «gestora». Aunque la cúpula del partido rebaja, por ahora, la posibilidad de una ejecución en la plaza pública. «¿Para qué? Si ya se ha matado él solito. No hace falta». El próximo 5 de diciembre será el Comité Regional del PSOE, tras la celebración del Congreso Federal de Sevilla, y hasta sus más cercanos empiezan a recomendarle que haga algo. «Está muerto. O queda cómo un traidor o tiene un gesto de grandeza y dice que lo hizo para no ser cómplice de un delito», deslizan sobre el ‘pantallazo’ enviado por Sánchez Acera, supuestamente procedente de una filtración del Fiscal General del Estado.
La versión pública de Lobato es que fue al notario para acreditar que no le llegó a él nada por la Fiscalía. Es importante el momento de acudir a un fedatario público, justo cuando se abrió el proceso contra Álvaro García Ortiz en el Tribunal Supremo. La información le había sido enviada meses atrás, en torno a marzo, pero había dudas. El objetivo era tener una salvaguarda personal: tenerlo «blindado y acreditado», según fuentes de su entorno. Por esas fechas, «Lobato ya sabía que Sánchez quería matarlo y aprovecharía cualquier cosa para hacerlo. No iba a arriesgarse a ser él el primero en defender el documento sin saber de donde procedía. Y decidió morir matando», según fuentes del partido en Madrid. Versión que el aludido niega.
«Lobato está muerto políticamente; Pilar, quizás penalmente»
El documento en cuestión es un ‘pantallazo’ del informe original que publicaron Eldiario.es y El Plural con sendos documentos con sus respectivas marcas de agua. Pero la fotografía que compartió vía WhatsApp Pilar Sánchez Acera con Juan Lobato incluía una fotografía del documento sin marca ni procedencia alguna. Según las fuentes consultadas, «provenía del documento original». Por ello, Lobato le preguntó de dónde procedía el documento, a lo que Sánchez Acera respondió: «Está en los medios de comunicación». Algo que tranquilizó al líder madrileño, según dijo el propio Lobato en Onda Cero este lunes: «Ya me quedé totalmente tranquilo».
Sin embargo, fuentes de Moncloa garantizan que «no hay rastro» en la conversación entre los dos dirigentes madrileños ni en los documentos o fotografías enviadas que lleven al fiscal general del Estado, a quien la UCO señala este lunes como el filtrador del documento de confesión del novio de Ayuso. A raíz de estas informaciones, el Supremo ha citado a Juan Lobato para declarar como testigo el próximo viernes 29 de noviembre a las 10.00 horas. El magistrado Ángel Hurtado indica que Lobato deberá aportar copia del acta de manifestaciones notariales. En el Gobierno admiten que «seguramente la siguiente será Pilar» y que, «evidentemente, no le viene bien». Pero no existe temor al respecto. En el PSOE madrileño no son tan optimistas. En la hoguera en la que arde Lobato ya incluyen a Sánchez Acera: «Juan está muerto políticamente, pero Pilar, quizás penalmente. Ya veremos si esto alcanza a Óscar».