Sánchez atornilla a Montero y Cerdán en la dirección y se blinda ante la «cacería» judicial
El presidente apuesta por la continuidad en la cúpula del partido, aunque con cambios en los segundos y terceros niveles
Es uno de los congresos federales menos sorpresivos que se recuerdan. El halo de preocupación por el «asedio judicial» contra el Gobierno, con el caso Koldo, las amenazas de Víctor de Aldama y las filtraciones de la Fiscalía General del Estado han provocado que el PSOE se haya puesto en modo caparazón. Un método de protección y aislamiento del exterior que tiene una repercusión directa en la configuración de la nueva ejecutiva que alumbrará este 41 Congreso Federal. Si bien la elaboración de la dirección federal está aún a expensas de las reuniones que mantendrá Pedro Sánchez con todos las federaciones autonómicas a lo largo del día, las fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE apuestan por la continuidad en la cúpula del partido, fundamentalmente en los puestos 2 y 3, la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán.
Como avanzó esta semana este periódico, las acusaciones directas de Aldama sobre los pagos en negro a Santos Cerdán y al jefe de Gabinete de Montero, Carlos Moreno, han tenido un efecto directo en dos perfiles a los que se veía «amortizados» y con muchas papeletas para su salida: «Aldama les ha atornillado a su puesto. Cambiarlos sería asumir que Aldama tiene razón», sostienen las fuentes consultadas que se preparan para lo que está por venir. «Es evidente que hay una coordinación y una estrategia del poder judicial y la Guardia Civil para forzar la caída del Gobierno. Ahora tenemos que protegernos. En momentos de tribulación, mejor no hacer mudanza».
Montero y Cerdán, contra la «cacería humana»
Así se desprendió también del discurso de la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ante el plenario del 41º Congreso en la mañana de este sábado contra «las denuncias falsas, los bulos, las organizaciones de ultraderecha, el PP, están politizando la justicia. Quieren que se habla de corrupción fundamentada en falsedades y mentiras para que nuestros votantes se alejen de la utilidad de la política. Por eso, vamos a seguir fuertes, orgullosos de nuestro legado y nuestros valores». Frente a un cabizbajo Pedro Sánchez, Montero alabó la «fortaleza del presidente, a pesar de las mentiras, a pesar de la injusticia». Y pidió a los presentes «disfrutar de los abrazos, los reencuentros» y «trasladarle a la sociedad que no es un partido que se mira el ombligo».
En una línea similar, el secretario de Organización, Santos Cerdán, denunció previamente: «Nunca antes hubo en democracia un ataque similar contra un presidente legítimo». «Hay una industria del odio generando fango, ruido y bilis sin parar con el objetivo de generar caos. Son las mentiras de siempre, pero propagadas rápidamente con altavoces en programas de TV en prime time, en programas de radio, en digitales, en tertulias, en canales de YouTube, en redes sociales o en columnas de prensa de toda la vida. Incluso… en sede judicial. Sí, también en sede judicial».
La entrada de Enma López
El sentimiento es compartido por los 1000 asistentes al cónclave socialista, si bien el aplausómetro no levantó pasiones entre los delegados, observadores e invitados al palacio de Congresos Fibes de Sevilla. Cerdán tiró de la «cacería humana» y la «oposición corrosiva», pero no hubo ovaciones sino aplausos tímidos y contenidos en un contexto de imputación de la mujer del presidente, Begoña Gómez; del hermano, David Azagra; del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz; y de quien fuera su mano derecha, el otrora secretario de organización del PSOE José Luis Ábalos, a la sazón ministro de Transportes y amigo personal de Santos Cerdán y Koldo García.
Sottovoce, hay dirigentes que reconocen que «el papel de Santos ha hecho mucho daño» y «genera dudas en la organización». Porque fue el quien trajo a Koldo desde Navarra, quien se lo introdujo a Ábalos y porque ha mantenido relaciones con ambos «hasta antes de ayer por la tarde». Pero también, porque en el plano orgánico, ha sido señalado por varias federaciones como Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Madrid, por «hacer filtraciones para desestabilizar los territorios», levantar a los candidatos de las primarias «e imponer a sus fieles con graves injerencias en las decisiones de la militancia».
Al margen de los primeros puestos del escalafón socialista, sí habrá cambios en los segundos y terceros niveles del organigrama de Ferraz. Importante mención la de Madrid, donde Enma López emerge con fuerza como «opción de futuro». López figura en las quinielas como posible portavoz de la Ejecutiva, pero fuentes gubernamentales desmienten a THE OBJECTIVE este extremo. Entrará en la Ejecutiva, «pero no como portavoz», sostienen estas fuentes. Sin embargo, sí se descuenta la sustitución de la actual portavoz, Esther Peña.
Fuentes socialistas también deslizan la salida de Hana Jalloul, actual secretaria Ejecutiva de Política Internacional y la entrada del alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, afín al secretario de Organización. Mantendrían su puesto los andaluces Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Juanfran Serrano, mano derecha de Cerdán, aunque no en el mismo puesto. La federación andaluza también descuenta la entrada de la anterior secretaria general del grupo parlamentario socialista, Rafi Crespín, también cercana a Cerdán.