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El socio de Aldama que aún sigue en prisión: «La UCO no puede avanzar más contra nosotros»

TO accede a un audio en el que Claudio Rivas muestra sus sospechas sobre el cabecilla del ‘caso Koldo’: «Está hablando»

Fue una de las últimas conversaciones que se produjo entre Claudio Rivas y algunos de sus socios en el entramado de los hidrocarburos investigado por la Audiencia Nacional. El 16 de abril de 2024, el socio principal de Víctor Gonzalo de Aldama transmitió a uno de sus empleados sus sospechas sobre la fuga de información que se estaba produciendo «desde dentro» y hacia los medios de comunicación. Unas filtraciones que Rivas atribuyó al propio Aldama, en sinergia con los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, según el nuevo audio exclusivo al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

«Aquí alguien de la UCO se lo está chivando a los periodistas. Porque la UCO no puede avanzar más. Contra nosotros la UCO no puede avanzar más. Si no, ya nos habrían llamado, ¿no?», desvelaba hace ocho meses en una conversación con otro socio. Se trata del mismo empresario con el que casi un mes después, el 10 de mayo, recibió la llamada de Claudio Rivas el día en que, según su testimonio, los agentes de la Guardia Civil se personaron en su vivienda para tomarle declaración. «Nos van a follar a todos. Olvidaos del tema, esto se acabó», alertó en los primeros audios de esa comunicación telefónica.

En este nuevo audio, Rivas evidencia que ya conocía la investigación incipiente del Instituto Armado sobre el entramado de los hidrocarburos, e incluso aventura cuál ha podido ser el origen de las pesquisas de los investigadores: «Todo esto viene porque cuando han hecho la intervención de las oficinas de Víctor, han visto documentación». Concretamente, hace referencia a los contratos que se hacen a través de la empresa Have Got Time, a través de la cual se realizó la compra del chalé de la Urbanización de La Alcaidesa, en Cádiz, como un «pago encubierto» para el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, a cambio de las gestiones para la concesión de una licencia de operadora e hidrocarburos a la empresa Villafuel SL, administrada por María Luisa Rivas, hermana de Claudio Rivas.

El registro del despacho de Aldama

Según Rivas, «lo de H (Have Got Time) ha sido la documentación que le han cogido de la oficina. Es que le han desvalijado la oficina, es que le han cogido la documentación y ahí hay contratos». El 2o de febrero la UCO detuvo a 20 personas y efectuó 26 registros domiciliarios, entre los que se encontraba el despacho de Aldama en la calle Antonio Maura de Madrid, y en el que la Guardia Civil se incautó de un material ingente. Algunas de las pruebas recabadas por los investigadores se plasmaron en el último informe de la UCO sobre el caso Koldo el pasado mes de octubre, si bien el sumario relativo a la causa de los hidrocarburos, que instruye el juez Santiago Pedraz en la Audiencia Nacional, todavía permanece secreta.

En ese mes de abril de 2024 apenas había pasado mes y medio desde que estallase el caso Koldo a finales de febrero. Y en esta conversación, Rivas y su socio intercambian información sobre las múltiples llamadas de periodistas interesándose por el caso, y concretamente por la compra del chalé de La Alcaidesa para el ministro Ábalos. «Eso es lo que quieren: la información de la casa de Ábalos, de Koldo», verbaliza el socio principal de Aldama, quien desvela incluso el comentario que le hizo uno de los periodistas que le telefoneó: «Vosotros no sois noticia. Nosotros queremos a Ábalos y Koldo»

Rivas celebra que «no pintamos nada» y aconseja a su interlocutor no atender a los periodistas ni acceder a ninguna reunión con la prensa: «Como vayamos y nos hagan una foto estamos en los periódicos al día siguiente». «Le estoy dando largas», responde el otro. En el mismo tono amenazante de la conversación publicada anteriormente por este periódico, Rivas advierte a su socio: «¿Sabes lo que podemos conseguir? Que nos metan en la cárcel a ti y a mí. Eso es lo que podemos conseguir. Que van a por nosotros. Lo sabes ¿no?». Por este motivo, Rivas alecciona a la otra parte a «no darle explicaciones» a la prensa que le solicita información. «Yo no me voy a sentar con ningún periodista. Esto lo sabe Dios».

«Aldama está hablando con periodistas»

Pero al tiempo, manifiesta sus sospechas sobre las filtraciones que el propio Aldama podría estar haciendo a los medios de comunicación, en paralelo a las que atribuye a la UCO, tras su detención en febrero y su posterior puesta en libertad: «Yo creo que hasta él (Aldama) está hablando con los periodistas… Alguien las está filtrando de dentro y tiene que ser él». Los dos empresarios de la trama de los hidrocarburos se quejan del cabecilla de la trama Koldo y le reprochan haberles dejado ‘colgados’ en diferentes negocios. «La que ha montado el pollito. La que ha montado el pavo». En otro momento de la conversación, añade: «Nos va a hacer famosos». 

En contraste con su última conversación, en la que Claudio Rivas amenaza a su socio con llevarse «a todos por delante», en este diálogo entre ambos, tres semanas antes del último, el empresario se muestra poco preocupado por «la investigación de los hidrocarburos». «Si nos imputan, nos llamará un juez», añade, rebajando su actividad a una «relación familiar». Entre otras cosas, porque la empresa investigada hasta la fecha, Have Got Time, ya estaba en concurso de acreedores, tras una auditoría externa, y fiscalizada por la Justicia: «A mí H me preocupa poco. Está diluida, disuelta. Ya puede llegar lo que llegue…». Aún no tenía conocimiento Rivas de que la empresa administrada por su hermana, Villafuel SL, estaba siendo investigada por la Justicia.

En la última conversación que mantuvieron juntos, el 10 de mayo de este año, Rivas estalló tras conocer que la UCO había llegado mucho más lejos de lo que él esperaba: «¡Que llevan tres años de investigación! ¿No somos conscientes todos? Villafuel se la han follado, se la han follado entera. Se han follado a mi hermana entera». Tras el apremio y el nerviosismo de su socio, el empresario, que se sitúa en el centro de la investigación de los hidrocarburos, entró en cólera: «¡Que sí, que yo he hecho todo lo que tú quieras, que estoy hasta la polla! ¡Que a quien han detenido es a mí! Y me voy a llevar a todos por delante, no va a quedar ni uno. ¿Te ha quedado claro? ¡Ya está, se acabó la conversación!». Y fue la última conversación que mantuvieron. Cinco meses después, fue detenido por la Guardia Civil y todavía continúa en prisión preventiva por decisión del juez, Santiago Pedraz.

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