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Política

El PSOE habla de un pacto de «omertá» entre Ábalos y Cerdán tras una conversación reciente

Moncloa admite que ambos políticos se vieron, pero desmiente la existencia de cualquier clase de acuerdo

El PSOE habla de un pacto de «omertá» entre Ábalos y Cerdán tras una conversación reciente

El exsecretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, junto a Pepe Blanco (i) y Santos Cerdán (d). | Marta Fernández (Europa Press)

Ocurrió el jueves 14 de noviembre a media mañana. El exministro José Luis Ábalos se encontró con quien fue su mano derecha en la Organización del PSOE y posteriormente su sucesor, Santos Cerdán, en el Congreso de los Diputados. En una zona alejada de las cámaras, junto a las máquinas dispensadoras de café del edificio de ampliación, cercana a la sala de prensa, Ábalos y Cerdán despacharon durante unos minutos en una jornada de pleno. El diputado del grupo Mixto, suspendido de militancia por el PSOE, ya había solicitado declarar voluntariamente ante el Tribunal Supremo, aunque aún no se había fijado la fecha.

Según testigos de los hechos consultados por THE OBJECTIVE, fue una conversación tensa en la que Ábalos hablaba mirando a Cerdán, a quien señalaba con el dedo índice, mientras el actual número tres del PSOE miraba cabizbajo hacia el suelo sin pronunciar palabra. Preguntado posteriormente por ello, Cerdán respondió con evasivas, asegurando que habían hablado «de la familia». Era la primera vez desde que Ábalos fue expulsado del grupo parlamentario socialista, tras el ultimátum de Ferraz para que entregara el acta de diputado, que se les veía juntos en público, manteniendo una conversación a la vista de terceros.

Fue Santos Cerdán quien se encargó, por orden expresa de Pedro Sánchez, de negociar con Ábalos el pasado mes de febrero para convencerle de acatar las órdenes de Ferraz y entregar su acta de diputado. Sin éxito. El fracaso de las negociaciones fue tan sonado que incluso Ábalos pidió al PSOE que expedientase al secretario de Organización por vulnerar la Ley de Protección de Datos, ya que el escrito de suspensión de militancia del exministro incluía su DNI y otros datos personales. La quiebra personal entre quienes habían sido estrechos colaboradores en Ferraz desde la llegada de Pedro Sánchez a la secretaria general del PSOE, siempre ha generado dudas en el partido, donde muchos sospechan que las conversaciones se han seguido produciendo en privado. Por ello, el encuentro de hace un mes en el Congreso fue el centro de conversaciones y comentarios entre los diputados socialistas, ajenos al contenido de la plática.

«Hay un pacto de omertá»

La conversación ha vuelto al recuerdo de los dirigentes y diputados socialistas a raíz de la declaración de José Luis Ábalos este jueves en sede judicial. Según fuentes consultadas por este periódico, «es evidente que hay un pacto de omertá con Cerdán» para volcar toda la responsabilidad en Koldo García, que «ya no se puede salvar», habida cuenta de que es él quien figura como receptor de determinados fondos y transferencias de Víctor Gonzalo de Aldama y quien realiza todas las gestiones «en nombre del ministro», desde las reuniones con la trama de los hidrocarburos en el Ministerio de Industria o el de Transportes a las órdenes a esos empresarios de que «hay que comprarle un chalé al ministro», como contó en exclusiva la empresaria Carmen Pano a este diario.

En Moncloa admiten conocer la existencia de ese encuentro entre Ábalos y Cerdán, pero se desentienden de su contenido, que delimitan al ámbito personal del número tres del PSOE. En este sentido, desmienten que «el Gobierno» haya llegado a un pacto de silencio con quien fuera el fiel escudero de Pedro Sánchez. Pero diez meses después de expulsar al Grupo Mixto a Ábalos con el argumento de ser «implacables frente a la corrupción», el Gobierno ha virado en su discurso y suaviza el tono con quien fuera el ministro más poderoso que ha tenido Sánchez desde su llegada a Moncloa. En la copa navideña de Moncloa, María Jesús Montero defendió ante un grupo de periodistas este miércoles que «no hay ninguna prueba de nada ilegal contra él» y, preguntada por THE OBJECTIVE por el contrato de alquiler con opción a compra que firmó para el piso de La Castellana, valorado en dos millones de euros, preguntó en tono beligerante: «¿Es ilegal firmar un contrato de alquiler? ¿Es algo ilegal?».

«Koldo no va a aguantar ser el chivo expiatorio»

Incluso el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la misma copa de Navidad en el Palacio de la Moncloa abrió la puerta a que Ábalos recuperara la militancia del PSOE, ahora suspendida, en caso de que demostrara su inocencia, motivo por el cual no ha sido expulsado del partido como sí ha ocurrido con históricos dirigentes como Nicolás Redondo Terreros y Joaquín Leguina. Según Bolaños, «de momento, no se han presentado ninguna prueba» y las versiones de Víctor de Aldama «no merecen credibilidad porque se trata de un corrupto que se ha autoinculpado para salir de prisión». Este jueves en el Congreso, Montero intentó recoger cable ante las cámaras y se limitó a defender que «serán los tribunales los que tengan que decir si hay algo ilegal o no».

Un giro discursivo interesante que, según algunos socialistas consultados, tiene como fin contener a Ábalos y evitar que tire de la manta. Todos los miembros del Gobierno manifestaron en las últimas horas su seguridad de que no iba a «disparar hacia arriba», elevando las responsabilidades del caso Koldo a la presidencia del Gobierno o a otros miembros del Consejo de Ministros. Y así ha ocurrido. Ni tiró de la manta ni mencionó a ningún miembro del Gobierno. En su lugar, volcó toda la responsabilidad en el eslabón más débil de la cadena, Koldo García Izaguirre. En el PSOE creen que «el pacto no es con Koldo, sino con Cerdán, y si Koldo aguanta de momento, acabará estallando. No va a aguantar la presión familiar ni a aceptar ser el chivo expiatorio». El Gobierno persigue un cierre de filas a modo de terapia grupal para evitar deserciones y fugas de información. Pero, ante todo, soldar el blindaje conjunto ante la «cacería humana» que describió Cerdán en el 41 Congreso Federal de Sevilla. Pedro Sánchez alerta de que pretende resistir pese a las «cartas marcadas» del PP, en sintonía con «algún juez» que investiga al Gobierno. Una estrategia de atrincheramiento que, de momento, mantiene alineados los intereses de Sánchez con los de Ábalos. Al menos hasta la siguiente declaración judicial.

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