Òmnium ofrece «apoyo jurídico» para llevar a Francia ante la justicia europea por el catalán
La entidad da soporte legal a los alcaldes del sur de Francia que quieren hablar el catalán en sus ayuntamientos

El alcalde de Elna, Nicolas Garcia, defiende el catalán en su consistorio.
Òmnium Cultural está inmersa en una defensa del catalán más allá de los confines nacionales. En pleno litigio de los tribunales franceses en contra de relegar la lengua francesa de los plenos en algunos ayuntamientos del sur de Francia, la entidad -que recibe subvenciones del Gobierno catalán- ofrece «apoyo jurídico» a aquellos ediles del país vecino que quieren mantener la vía judicial abierta en favor de que se pueda usar solo el catalán en los plenos de sus respectivos consistorios.
El Tribunal de Apelación de Toulouse ha fallado este lunes que la lengua francesa debe ser prioritaria en los plenos de estos ayuntamientos. El tribunal menciona el artículo 2 de la Constitución gala establece que «el idioma de la República es el francés» y que, si bien se considera que el resto de idiomas son «patrimonio de Francia», el uso del francés es obligatorio para las personas jurídicas de derecho público. Con todo, abre la puerta a que el catalán se pueda usar como lengua de traducción en los debates plenarios después del francés y sin que tenga peso administrativo ni jurídico.
Llegar hasta Estrasburgo
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE explican que Òmnium se abre a ofrecer su «apoyo jurídico» para llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo. El equipo legal que asesora a los ediles que reivindican usar el catalán cree que el tribunal de primera instancia de Montpellier abrió una vía para intentar que el caso tenga recorrido ante tribunales comunitarios.
El primer paso, no obstante, es recurrir ante el tribunal de apelación del Consejo de Estado -la última instancia nacional francesa-. Según ha explicado el abogado Mateu Pons, se abre un plazo de dos meses para presentar el recurso. La decisión de este órgano, con sede en París, tardará unos dos años. Pasado este periodo, podrán llevar el caso ante Estrasburgo. La línea de defensa será explicar que el Estado francés no reconoce de facto las lenguas minorizadas como el catalán, pese a que formalmente así sea.
«Contra el Estado francés»
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha abanderado personalmente la causa. En declaraciones ante los medios, ha denunciado que «el Tribunal de Tolosa ha decidido condenar al catalán a ser una lengua de segunda». Y ha añadido que «elevan la batalla para la defensa del catalán a otro nivel, dejando atrás los tribunales administrativos a escala regional y departamental» y junto a los alcaldes, «nos enfrentamos directamente al Estado francés».
Los gobiernos locales de Elna, Amélie-les-Bains-Palalda, Port-Vendres, Tarerach y Saint André emprendieron cambios en sus respectivos reglamentos para que se debatiera en catalán. Pero fueron tumbados por el Tribunal Administrativo de Montpellier y ahora por el de apelación de Tolouse.
Macron, en contra de la cooficialidad
El propio presidente de la República dejó claro durante su primer mandato que la única lengua oficial de la nación es el francés. Lo dijo desde Córcega en su primer año de legislatura tras un viaje a la isla para aceptar una reivindicación del nacionalismo corso: el reconocimiento de la singularidad y especificidades de la isla en la Constitución francesa.
En la misma línea, 60 diputados de su formación, La República en Marcha, presentaron un recurso ante el Consejo Constitucional (el Tribunal Constitucional francés) contra la decisión de la Asamblea Nacional de aprobar una ley para proteger las «lenguas minorizadas» -como el catalán, el euskera, el occitano, el corso, el alsaciano o el bretón- y facilitar de este modo la inmersión lingüística en las escuelas de las regiones en las que se habla alguno de estos idiomas.