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El PSOE y sus socios imponen el rodillo en el Congreso: solo se retiran los 'insultos' del PP

Los populares exigen igualdad de trato y que se aplique el reglamento a todos los grupos parlamentarios

El PSOE y sus socios imponen el rodillo en el Congreso: solo se retiran los ‘insultos’ del PP

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. | EP

El PSOE y sus socios, con mayoría en la Mesa del Congreso de los Diputados (cinco votos frente a cuatro), han rechazado en su reunión del pasado día 10 el escrito de queja del Grupo Popular contra la arbitrariedad de la presidenta, la socialista Francina Armengol, en la aplicación del Reglamento del Congreso en la ordenación de los debates, beneficiando al Gobierno y en contra de la oposición, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes parlamentarias. Los populares se habían quejado de que permita que les insulten sin actuar en el momento en que se producen esos insultos en la Cámara, y que posteriormente revise, como si de un VAR se tratara, los plenos y aproveche para retirar del diario de sesiones expresiones que no son insultos del PP.

En el escrito de queja, adelantado por este periódico, los populares señalan que «de las ochenta y una sesiones plenarias celebradas hasta el momento, el Grupo Popular considera «difícil encontrar en la lectura de los diarios de sesiones, alguna en la que no se haya producido algún conflicto, -siempre con los diputados de la oposición-, por su actitud partidista en ejercicio de la función moderadora de ordenación de los debates. Es incontestable su laxitud en la interpretación del Reglamento cuando atañe a los miembros del Gobierno, los diputados de su Grupo Parlamentario, el socialista y los grupos que apoyan al Gobierno. Hay decenas de ejemplos, y la rigidez e interpretación de parte cuando se trata de censurar argumentos expuestos por este grupo parlamentario».

Los populares señalaban concretamente que el diario de la sesión celebrada el 28 de noviembre «incluye hasta 22 expresiones retiradas por la Presidencia. Estas 22 expresiones, además de exponer una curiosa distribución (13 al Grupo Popular, cuatro al Grupo Vox, dos al Grupo Sumar, dos al Grupo Mixto, una al Grupo Socialista y 0 al Gobierno), no solo alcanzan a la denunciada por el Grupo Popular de ‘psicópata’ referida al presidente de una comunidad autónoma, sino que se extienden hasta palabras como ‘títere’,’esperpento’, ‘negligente’ o ‘mentiroso’ y a expresiones como ‘la señora Ribera huye de este Congreso‘».

Tras la presentación de este escrito, el debate se produjo en la reunión de la mesa de esta semana, siendo defendido por el vicepresidente segundo del Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro. Ninguno de los miembros de la mayoría tomó la palabra para rebatir los argumentos expuestos, según las fuentes parlamentarias consultadas.

Bermúdez de Castro subrayó que «una cosa es estar de acuerdo en que las facultades de ordenación de los debates corresponden en exclusiva a la presidenta, y otra que se pueda respaldar la forma en que se aplica esa facultad», siempre según estas fuentes. El diputado popular pudo varios ejemplos de la «falta de neutralidad y aplicación del Reglamento». Uno de estos ejemplos fue el que ya expuso el Grupo Popular en su queja sobre lo sucedido en el pleno del 28 de noviembre.


Así, recordó que en esa sesión un diputado de Sumar calificó como «psicópata» al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y Armengol, en vez de llamar al orden al diputado en base a los artículos 103 y 104 del Reglamento y exigirle en ese momento la retirada de dicho concepto ofensivo, recurrió a una no reglamentaria norma como es revisar a posteriori las actas de la sesión. «Como si de un VAR se tratara, se puede observar en el Diario de Sesiones con sorpresa como se deciden retirar del documento (entre corchetes) más de 20 expresiones, algunas de las cuales pueden tener naturaleza crítica pero nunca ofensivas», subrayan desde el PP. Las expresiones que se retiraron fueron «negligente» o «ministra que huye del Parlamento», cuando no fueron ni siquiera objeto de mínima protesta desde ningún escaño, sostienen.

A juicio del Grupo Popular, «esto es, se muestra excesivo rigor desde Armengol una vez pasadas las sesiones con expresiones que no son ofensivas como son los casos citados y otros desde la oposición, mientras se permite máxima permisibilidad cuando se trata del Gobierno o su partido o de las fuerzas que apoyaron la investidura de Sánchez».

En el debate, Bermúdez de Castro aseguró que «no son responsabilidad de la presidenta ni los adjetivos ofensivos ni los insultos ni los ataques o calificativos de trazo grueso que profieran desde tribuna algunos diputados contra personas que no pueden defenderse, pero sí es su responsabilidad sancionarlos adecuadamente y hacerlo en el momento en que se producen como exige el Reglamento, llamando al orden y pidiendo la su retirada. Por ello, se mostró partidario de no permitir ni insultos ni insidias desde la tribuna de oradores, pero todos los días y para todos los grupos por igual». Finalmente, insistió en que «Presidencia de la Cámara debe aplicar el Reglamento en la dirección de los debates, cumpliendo el principio de inmediatez, aplicando sus artículos 103 y 104 cuando corresponda».

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