Vox da un ultimátum a Guardiola: solo la apoyarán si acepta su agenda migratoria
El partido no renunciará a su pretensión de hacer una consulta popular sobre la inmigración ilegal en Extremadura
O María Guardiola acepta las condiciones de Vox en materia migratoria o no habrá Presupuestos en Extremadura en 2025. Ese es el ultimátum de la formación que lidera Ángel Pelayo en la región, que no abandonará su pretensión de llevar a cabo consultas populares sobre inmigración y «eliminar del presupuesto regional todas las subvenciones a asociaciones, organizaciones u ONG que participen en cualquier eslabón de la acogida y distribución de ilegales».
Fuentes de Vox en la comunidad aseguran a THE OBJECTIVE que continúan con «la mano tendida» para negociar las cuentas con el Partido Popular, al que acusan de haber roto las negociaciones de manera unilateral, pero eso no significa que vayan a renunciar a sus pretensiones. Niegan que exijan volver a entrar en el Gobierno regional, como se ha publicado en otros medios: «Estamos orgullosos y satisfechos con nuestra salida, que se decidió por respeto a nuestros votantes».
Las mismas fuentes aseguran que los populares rompieron las negociaciones cuando «decidieron registrar el Presupuesto» sin añadir las reivindicaciones de Vox, y llaman a Guardiola a «negociar desde cero» para poder alcanzar un acuerdo. Las conversaciones saltaron por los aires de madrugada, horas antes de expirar el plazo para la presentación de enmiendas, precisamente porque el PP se negó a aceptar una consulta popular a los vecinos sobre la acogida de irregulares. «Amanecimos con un mensaje despidiéndose», aseguran desde Vox, donde admiten que la relación entre ambos partidos es «bastante desagradable» en estos momentos.
Si no hay pacto, la presidenta extremeña se quedará sin apoyos. En ese caso, piden que «por vergüenza, por dignidad y por decoro parlamentario» se someta a una cuestión de confianza en la Cámara autonómica y, si la pierde, «cierre al salir».
La otra opción sería que la presidenta extremeña llamara a los ciudadanos a las urnas. Una opción que Ángel Pelayo ve poco probable. «Si no convoca es porque sabe que no las ganará», aseguró este jueves el líder regional de Vox en una entrevista concedida al diario Hoy. Sin embargo, el runrún sobre unos nuevos comicios sobrevuela el ambiente por la debilidad del PSOE extremeño, que sufre una grave división interna y tiene a su líder, Miguel Ángel Gallardo, imputado en el caso del hermano del presidente del Gobierno en la Diputación de Badajoz.
Tensión entre PP y Vox
La tensión entre PP y Vox en la región es palpable. Antes de comenzar las negociaciones entre ambas formaciones, en noviembre, la presidenta de la Junta dijo públicamente que «Vox sale huyendo de donde se trabaja». Estas y otras declaraciones han molestado a los miembros de Vox que, en todo caso, aseguran que continúan con la «mano tendida»: «Estamos esperando un acercamiento, pero nadie nos ha pedido volver a hablar» desde que se rompieran las negociaciones.
La bronca política entre ambas formaciones se evidenció este jueves en el pleno de la Asamblea de Extremadura. El diputado de Vox, Juan José García, afirmó que María Guardiola «está muy centrada en agradar a la izquierda y no por necesidad», sino «por puro vicio, porque su representatividad no lo requiere». La baronesa popular les acusó de montar un «circo»: «Lo único que hacen es devaluar las instituciones. Yo no vengo aquí a hacerles el juego, si quieren hablar de presupuestos, hablamos de presupuestos, pero yo sí voy a respetar las instituciones».
Apuesta migratoria
Vox no va a ceder en su agenda migratoria. Es lo único innegociable, y por consigna de Bambú 12. En la sede nacional de Vox consideran que la ruptura de los Gobiernos autonómicos con el PP les ha beneficiado. «Lo que está claro es que no nos ha castigado, y poco a poco los españoles se dan cuenta de que el único partido que se toma en serio la inmigración es Vox», dicen fuentes cercanas a la dirección nacional, que zanjan: «La coherencia, en ocasiones, se premia».
Vox considera que tocó su suelo electoral el 23 de julio de 2023, cuando cayó de 52 a 33 escaños, con 3.033.744 votos (el 12,39%), y que en los próximos años crecerá conforme el problema de seguridad relacionado con la inmigración descontrolada se vaya agudizando en España. Por eso no permiten titubeos en este sentido dentro del partido.