Guardiola no descarta un adelanto electoral en Extremadura ante la debilidad del PSOE
El PP de la comunidad asegura que sus datos le acercan a «la mayoría absoluta», por lo que podría deshacerse de Vox
La presidenta de Extremadura, María Guardiola, en la reciente reunión de la Conferencia de Presidentes en Santander | EP / Nacho Cubero
La presidenta de Extremadura, María Guardiola, no descarta un adelanto electoral en esta comunidad autónoma tras la amenaza de Vox de no aprobar los presupuestos para el próximo año, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes populares. La decisión final dependerá de algunas variables, pero una a tener en cuenta es la debilidad en la que se encuentra el PSOE en esta comunidad, que se enfrenta a unas primarias con un partido dividido. A ello se une la fortaleza del PP, que roza la mayoría absoluta, según datos internos.
Extremadura puede convertirse en la primera comunidad autónoma en la que el Partido Popular se mida con el PSOE en plena tormenta de escándalos de corrupción que golpean de lleno a Pedro Sánchez y a su entorno; y, de carambola, con Vox. La formación de Abascal le ha puesto en bandeja al PP la oportunidad de deshacerse de la presión de los cinco parlamentarios que necesita para tener la mayoría absoluta, y hay una posibilidad de que María Guardiola no la desaproveche.
Tras la ruptura con el PP en los gobiernos autonómicos con los que mantenía acuerdos de Gobierno (Valencia, Murcia, Aragón, Baleares y Extremadura), ahora Vox da otra vuelta de tuerca e intenta acorralar a los populares en la negociación presupuestaria. Pero la situación de resistencia es distinta según en qué comunidad autónoma, y la que está en una situación más favorable es Extremadura.
María Guardiola se ha mantenido firme a la hora de no aceptar las exigencias del Vox que, con la excusa de la inmigración, ha pedido cargos y sueldos públicos. La sensación interna en el PP de Extremadura es que los cinco parlamentarios de Vox «quieren aprobar nuestro presupuesto, pero la dirección nacional no les deja». Las peticiones de la formación de Abascal para respaldar las cuentas de los populares han sido «incorporar una partida en el presupuesto para repatriar a los inmigrantes, tener un consejero independiente, que se van del Gobierno y ahora quieren un consejero; dos puestos en la Mesa de la Asamblea, con sus asesores». A juicio del PP, «parece que lo único que le importa es eso. Nosotros, por Extremadura le dijimos que sí en lo relativo a los puestos en la mesa. Pero hay límites que no podemos pasar». Otra exigencia ha sido «hacer encuestas en los pueblos de inmigrantes para preguntarle a los vecinos si están de acuerdo con que los echen».
El tema de las partidas presupuestarias no hubiera sido un obstáculo, «en el noventa por ciento de las enmiendas que iban a presentar estábamos de acuerdo, las íbamos a aceptar y estaban cerradas. Pero nos pedían la partida para la repatriación», que en este caso es una línea roja que los populares no estaban dispuestos a dejar pasar.
Hoy por hoy la ruptura es total, pero el Partido Popular de Extremadura ha empezado a analizar el escenario. De entrada, el PSOE se encuentra en una difícil situación interna, ya que afronta unas primarias, las segundas en nueve meses. A la candidatura del secretario general, Miguel Ángel Gallardo, implicado en la contratación del hermano de Pedro Sánchez por la Diputación de Badajoz, le ha salido una rival, Esther Gutiérrez, exconsejera de Educación. Los dos han conseguido los avales y se enfrentarán en enero por intentar conseguir el liderazgo de los socialistas extremeños.
«El PSOE extremeño está roto, quizás hay un cambio de liderazgo en el PSOE e igual cambian las cosas», señalan las fuentes consultadas. Mientras tanto, Guardiola quiere ganar tiempo para explicar su presupuesto que, en el caso de no ser apoyado, siempre tendrá la posibilidad de prorrogarlo. «Tenemos la baza del adelanto electoral, pero lo único que queremos es estabilidad para Extremadura e intentar hasta el final que el presupuesto salga. ¿Que está difícil? Pues sí», admiten.
En el PP también se preguntan si «los ciudadanos van a entender una convocatoria electoral. Esto es muy serio y hay que valorarlo». Pero también se responden que el partido en Extremadura «está muy bien. Si solo pensáramos en el partido convocábamos mañana, estamos rozando la mayoría absoluta, si no la tenemos ya. Hemos subido cinco escaños. El problema es que los ciudadanos lo interpreten no como un capricho, sino para dar estabilidad a la región».
