Almeida comparte un «impecable» discurso del Rey y asegura que se niega «a levantar muros»
«Conmigo que no cuenten que entre los españoles que pensamos diferente no nos podamos hablar», explica
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha compartido un «impecable» discurso del rey Felipe VI, unas palabras con las que supo «conectar con la mayoría social en España» y que «enseñó el camino a los políticos», para asegurar que él no levantará muro alguno con quien no piense igual.
En la rueda de prensa de la última Junta de Gobierno del año, Almeida ha alabado un discurso en el que se abordaron cuestiones sensibles que están en el centro del debate público, por ejemplo, la vivienda o la inmigración, y en el que dejó patente «que la diferencia no tiene que suponer acabar con la diversidad» sino al contrario, debe servir para «enriquecer la convivencia».
«El Rey nos enseña el camino. Su Majestad nos dice a los políticos lo que quiere la gente de la calle», ha subrayado, para recordar las imágenes en Paiporta tras la dana, «donde a pesar de que le recomendaron los servicios de seguridad que era más prudente que se retirara, él prefirió estar al lado de la gente, aunque no tuviera las respuestas que le pedían en ese momento».
«Me niego como alcalde a levantar muros»
Martínez-Almeida ha insistido en la importancia de lo que transmitió Felipe VI, la necesidad de «estar al lado de la gente y más cuando están viviendo momentos tan duros y tan dramáticos». También ha puesto el foco en el llamamiento que hizo para sosegar el debate público.
«Debe tener un cariz distinto del que hay en estos momentos. Yo no voy a levantar un muro, me niego como alcalde de Madrid a levantar muros en la sociedad, me niego a que la sociedad tenga que hablar con altavoces porque hay un muro entre nosotros. Yo quiero hablar cara a cara con los vecinos, pero también con los representantes de otros partidos. No voy a negar la legitimidad a las opciones políticas para que estén presentes en la vida pública», se ha comprometido.
Almeida pondrá encima de la mesa sus argumentos en la creencia de que son los mejores para el futuro de la sociedad española. «Pero que desde luego conmigo no cuenten para levantar ningún muro, ni para que entre los españoles que pensamos diferente no nos podamos hablar, que ni siquiera nos podamos escuchar», ha advertido.
«Es muy importante aprender esta lección y seguir el camino que nos ha marcado el Rey», ha subrayado, después de abordar el encontronazo dialéctico que mantuvo con la portavoz socialista, Reyes Maroto, en el último Pleno, donde habló de «políticas pesadas» las de la izquierda.
Esa expresión «podrá parecerles a algunos mejor y a otros peor, pero entra dentro de lo que es el debate político». «Se puede entender perfectamente que las políticas de la señora Maroto no son las que yo comparto y que me parecen reiterativas. Esto supongo que nadie lo podrá entender como confrontación o crispación», se ha defendido. «Ni insulté ni descalifiqué ni, por supuesto, me negué a debatir con la señora Maroto ni le dije que voy a levantar un muro contra ella», ha remarcado.
Fraga y Carrillo
Martínez-Almeida considera que todo aquel que está en política tiene que saber «que los muros no suelen ser útiles, que es mejor tender puentes». «El Rey dijo expresamente que nos tenemos que atener a la Constitución y a su espíritu y ese espíritu es indiscutible que partió precisamente del diálogo y del acuerdo entre diferentes», ha remarcado.
Eso le ha llevado a recordar «esa escena de Manuel Fraga presentando a Santiago Carrillo». «Me gusta recordar esa escena porque creo que esa es la España que tenemos que construir, la España de la diferencia que no quiere acabar con la diversidad de los que pensamos de manera distinta», ha indicado. Por eso cree que Felipe VI «hizo un discurso impecable» al «enseñar a los políticos cuál es el camino, que es estar al lado de las personas, aunque muchas veces no se tengan las respuestas para lo que nos están planteando».
«Y al mismo tiempo que una cosa es que seamos diferentes y otra es que no podamos hablar ni podamos escucharnos. La mejor prueba de que fue un buen discurso es que todos aquellos a los que no les gusta la monarquía e incluso quieren acabar con nuestro modelo constitucional son a los que no le gustó el discurso del Rey», ha concluido.