Salvador Illa, el primer candidato del PSC que gana elecciones en Cataluña
Con el líder socialista ha vuelto la normalidad institucional, las audiencias con el Rey y la seguridad jurídica
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, es sin duda una de las figuras más destacadas de 2024. Apenas echó a andar el año, el 18 de marzo, el anterior ejecutivo de Pere Aragonès convocó elecciones anticipadas en el Parlament de Cataluña para intentar atajar sin éxito la caída electoral que todos los sondeos pronosticaban sobre ERC. En cuanto circuló el runrún del adelanto electoral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confió de nuevo en quien fuera su ministro de Sanidad. Sánchez presentó a Illa en la contienda del 12-M como el candidato capaz de lograr «la unidad» en Cataluña y dejar atrás el procés independentista.
Salvador Illa volvió a responder ese 12 de mayo, mejor incluso que cuando dejó Madrid para volver al Parlament en los comicios autonómicos de 2021. Si tres años antes ya fue primera fuerza en las elecciones, aunque empató en escaños con ERC, en 2024 se impuso al resto de partidos con 872.959 votos y 42 escaños. Liquidó el pulso que le planteó Carles Puigdemont, que decidió concurrir en los comicios con la promesa de volver a la región tras la aprobación de la ley de amnistía.
El líder acampado en Waterloo no logró desbancarlo: Junts quedó siete escaños por detrás y el nacionalismo catalán perdió por primera vez su mayoría parlamentaria y cosechó su peor resultado desde 1980. Representó un hito histórico para el PSC, que pese a tener en otras contiendas electorales más votos que los nacionalistas, no lograba más escaños. Illa rompió esta tendencia que solo había conseguido Ciudadanos en 2017 y fue el claro vencedor del pasado 12-M.
Illa, «un hombre de partido»
Bajo su liderazgo, el PSC cuenta en su haber con cuatro victorias consecutivas: las elecciones catalanas del 12 de mayo, tras las del 14 de febrero de 2021 y los comicios municipales y generales de 2023. Estos últimos fueron fundamentales para que Sánchez pudiera revalidar en Moncloa pese a que el PP se impuso en las urnas a nivel nacional. Cataluña es la segunda comunidad, por detrás de Andalucía, que más escaños aporta al Congreso.
Una de sus principales características, afirman quienes le conocen, es la de ser «un hombre de partido» que se puso a disposición de la formación, que buscaba en Cataluña un perfil distinto al de Miquel Iceta, que ostentaba el cargo de primer secretario del PSC antes del desembarco de Illa en plena pandemia, en 2021.
Los españoles se habituaron a ver al entonces ministro de Sanidad en pantalla, informando de las últimas novedades sobre la covid-19. Pese a que su nombre ha aparecido en la trama de corrupción -desde las mascarillas, con su aval a Soluciones de Gestión– que salpica al PSOE, no se ha erosionado su liderazgo. Y tampoco sus contrincantes, desde PP a Vox, consideran que pueden obtener rédito político de pedirle explicaciones en el Parlament por este asunto. Fuentes de ambos partidos afirman que Illa no genera la animadversión de Sánchez entre su electorado y prefieren fiscalizar su acción de gobierno
Estrategia opuesta a Sánchez
Illa ha sorprendido desde su llegada al Palacio de la Generalitat tanto a sus socios como a sus adversarios. El nacionalismo no esperaba que reivindicara el legado de Jordi Pujol, pese a que todavía el fundador de Convergencia no ha rendido cuentas con la justicia. En paralelo, no ha cerrado la puerta a verse con ningún grupo parlamentario -tampoco con Vox- y ha tendido la mano a izquierda y derecha del arco parlamentario para llegar a acuerdos.
Su talante dialogante, después de más de una década de gobiernos nacionalistas que priorizaban la agenda rupturista, ha representado un respiro en Cataluña, que llevaba tiempo muy polarizada y con una política de bloques que Illa ha hecho permeable.
Retorno de empresas a Cataluña
Su gestión económica es otro de los aspectos que más se le valoran, generando confianza en los mercados. Los agentes económicos son optimistas porque en la región ha vuelto la seguridad jurídica y algunas de las grandes empresas que trasladaron su sede fuera de la región en el otoño caliente de 2017, en pleno referéndum del 1-O, empiezan a volver. El caso más paradigmático, el de Cementos Molins.
Salvador Illa está inmerso en un plan para que Caixabank y otras compañías regresen a Cataluña. Y lo hace mediante un plan de incentivos fiscales, desburocratización de la administración pública y estabilidad política. Un proyecto diametralmente opuesto al de Junts, que a comienzos de año agitó el avispero exigiendo a Pedro Sánchez perseguir y multar a quienes no quisieran volver a la región.
Si bien en materia educativa y lingüística mantiene la misma línea que el Govern de ERC, ha dado pasos en firme para recuperar la normalidad institucional. El rey Felipe lo recibió en Zarzuela tras nueve años de ausencia de presidentes catalanes, ha acudido al desfile militar del Día de la Hispanidad en Madrid y ha celebrado el Día de la Constitución en el Congreso. Tampoco tiene reservas para apoyar el aceite de Jaén o iniciar una gira por el resto de autonomías para tender puentes. Algunos lo ven como un digno sucesor de Pedro Sánchez al frente del PSOE. Su viaje de Madrid a Barcelona en 2021 podría ser de ida y vuelta.