El Gobierno ve a Illa imparable ante la apuesta de ERC y Junts por los mismos líderes de 2017

El Gobierno respira tranquilo en Cataluña. La vuelta con pocas semanas de diferencia de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras al frente de sus respectivos partidos, ERC y Junts per Catalunya, ha tenido por parte del Ejecutivo una doble lectura. Por un lado, están familiarizados con el trato con Junqueras y su jefe de filas en Madrid, Gabriel Rufián, al tiempo que saben que con Carles Puigdemont hay siempre un punto de imprevisibilidad. Por el otro lado, creen que afianzará aún más el liderazgo de Salvador Illa, explican fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE.

Una gran parte de la estrategia del Ejecutivo se ha centrado en que Cataluña recuperase la normalidad institucional y en las calles. Esta apuesta parece que ha surtido efecto en la región, donde el PSC obtuvo sus mejores resultados en los comicios del 12 de mayo y el nacionalismo perdió su mayoría parlamentaria por primera vez desde 1980. Las fuentes consultadas añaden que mientras que la sociedad catalana ha pasado página del procés, a ERC y Junts le cuesta desprenderse de los liderazgos de 2017, un año marcado por la tensión política y social. Otro dato que puede indicar el desgaste de estos liderazgos es el hecho de que la entrevista a Puigdemont en prime time de TV3 fue la menos vista desde 2017.

Tanto en el PSC como en el PSOE respetan la autonomía de estos partidos para tomar sus decisiones e incluso han recibido con satisfacción la vuelta de Junqueras, pero no niegan que también concede a Illa «una autopista» para mantenerse en el Palacio de la Generalitat. El líder de los socialistas catalanes ha logrado ocupar la centralidad en la política catalana, e incluso había un debate en Junts para acelerar su giro ideológico ante el temor de que Illa le comiera su espacio tradicional.

Un PSC «atrapalotodo»

En el PSC tienen claro que Illa ha ajustado su discurso a los nuevos tiempos, y que otros partidos, en referencia velada a Junts y ERC, tienen la vista puesta en el pasado. La apuesta de Salvador Illa de ser un partido «atrapalotodo», capaz de sumar el centroizquierda y el centroderecha, así como una buena parte de catalanes que en su momento secundaron el procés, preocupa. En especial, a Junts.

El presidente de la Generalitat está llevando a cabo una estrategia que ha sorprendido en Cataluña. Con su llegada al Palau de la Generalitat ha vuelto la seguridad jurídica. Illa ha visitado el Rey así como ha comparecido en Madrid por las celebraciones del Día de la Hispanidad y de la Constitución. También está impulsando medidas de carácter económico para que regresen las empresas que se fueron con el procés, y un plan de incentivos fiscales alejado del modelo de sanciones que quería aplicar Junts.

Estabilidad en Madrid

En las fuerzas políticas que forman el Gobierno también ven como un avance para la estabilidad de la legislatura que ERC y Junts tengan ya líderes e interlocutores claros. El Ejecutivo ha pospuesto la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado hasta inicios de 2025, pero no renuncia a lograr el apoyo de sus socios parlamentarios tanto en la senda de estabilidad como en las nuevas cuentas.

En paralelo, está por ver si ERC marca más distancia con los socialistas tras su congreso de febrero, en el que abordarán la línea política a seguir. Por lo que respecta a Puigdemont, ya les mandó un ultimátum desde Bruselas para que aceleren con los compromisos pendientes. El Gobierno ve imparable el recorrido de Illa en Cataluña. Por este motivo, se centran en que la confianza de sus socios no decaiga en el Congreso.