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Política

Desconcierto en el PSOE andaluz: temor a que Sánchez opte por el tándem Montero-Serrano

Rechazo de la bicefalia: «Nunca ha funcionado, ni en el PSOE de Andalucía ni en el de España. Esto no es el PNV»

Desconcierto en el PSOE andaluz: temor a que Sánchez opte por el tándem Montero-Serrano

Santos Cerdán, María Jesús Montero y Juan Espadas.

En el PSOE andaluz están expectantes y también temerosos. El silencio prolongado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho calar en la formación la idea de que el secretario general del PSOE haya podido desistir de su intención de elegir a la mano derecha de Santo Cerdán, Juanfran Serrano, y retomar el plan inicial de colocar a su vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, como sustituta de Juan Espadas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el presidente Sánchez tiene previsto poner las cartas boca arriba este mismo jueves 2 de enero de cara a la presentación de candidaturas del próximo 7 de enero. Si no hubiera candidatos alternativos, la opción de consenso se alzaría como secretario general el día 10, pero tras las aguas revueltas del último año, la calma chicha en el PSOE andaluz no permite descartar ningún escenario, salvo uno: «Hay una sola cosa que todo el mundo tiene claro y es que Juan no puede seguir al frente porque salta el partido. No es posible, porque todos hemos llegado demasiado lejos».

El desconcierto y el temor se han instalado en la federación andaluza, donde explican que las negociaciones y conversaciones se paralizaron desde el Comité Director del PSOE-A del pasado 20 de diciembre: «Desde entonces no tenemos noticias». Hasta esa fecha, como adelantó THE OBJECTIVE, los inputs que les llegaban de Ferraz eran que la apuesta del presidente Sánchez era Juan Francisco Serrano, adjunto al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, como «candidato de consenso» para forzar la retirada de Espadassiguiendo el mismo modus operandi que el empleado con Óscar López para forzar la retirada de Juan Lobato. La bendición de Juanfran, según adelantaron fuentes socialistas a este diario, era vista como «la opción que genera menos rechazo de las que se han estado barajando» y, tras meses de negociación entre Ferraz y los diferentes sectores y familias del PSOE-A, se constató que «puede aglutinar a todo el mundo detrás de él en Andalucía» y lograr una «sucesión sin trauma y sin confrontación». Es decir, sin primarias.

Sin embargo, la ausencia de señales por parte de la dirección federal hace sospechar ahora en el PSOE-A que los planes de Sánchez podrían haber cambiado: «Ya vamos tarde para hacer experimentos. Si mantuviera la opción de Juanfran, ya lo habría dicho». El PSOE andaluz cree que el presidente del Gobierno ha optado por la tan temida bicefalia para la organización andaluza: Montero como secretaria general y Juanfran Serrano como secretario de organización o vicesecretario general, con posibilidad de ser candidato del PSOE en 2026, para lo cual hay dos años de margen y requiere una nueva convocatoria de primarias. Una opción que no genera el consenso esperado entre quienes aplaudieron la elección de la mano derecha de Cerdán, por varios motivos.

La opción Montero «le hace la campaña al PP», dicen sus críticos

Primero, porque «Montero sería la mejor candidata para Juanma Moreno», tanto por su hemeroteca pasada como por su gestión presente. De ella se recuerda su participación en el Gobierno de la Junta andaluza salpicada por el fraude de los ERE y su apoyo al pacto fiscal con ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Algo que el pasado verano la sentenció como aspirante al liderazgo del PSOE andaluz. En la federación más numerosa no pierden la memoria sobre la negativa de María Jesús Montero a afiliarse al PSOE andaluz cuando era consejera de Sanidad: «Susana se lo ofreció varias veces y ella no quería. Se afilió cuando llevaba años de consejera. No controla las tripas de las agrupaciones ni a la militancia del PSOE andaluz».

Sus críticos aseguran que la opción de Montero como sucesora «sólo le hace la campaña al PP», y consideran que «la única opción es la integración de ambos nombres» porque «Montero estará quemada en 2026 y Juanfran tiene más tiempo de cara a posicionarse. No se le agotaría el proyecto en 2026». Aunque los más veteranos advierten de que «la bicefalia no ha funcionado nunca en el PSOE de Andalucía, ni en el de España. Esto no es el PNV». Y que no es momento ahora de pensar en candidaturas electorales sino en «recomponer las estructuras de partido, que están rotas y desencantadas». Alertan de que «el análisis es incorrecto» y se pueden tomar «decisiones equivocadas» haciendo recaer toda la responsabilidad en un nuevo líder cuando «hay que pensar en conjunto y en un equipo».

La «panoplia de nombres»

Las suspicacias y reticencias se multiplican a unas horas de que Pedro Sánchez despeje la incógnita, que, como en el caso de Madrid y Aragón, lo hará de forma interpuesta, detrás del anuncio del aspirante en cuestión. Una pista de la bicefalia incipiente la dio el secretario de Política Municipal del PSOE, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que, preguntado por la posibilidad de que fuera María Jesús Montero, aseguró que «se están barajando muchos nombres» y existe «una panoplia de compañeras y compañeros lo suficientemente formados y capacitados como para poder liderar el PSOE de Andalucía. (…) Y estoy seguro de que, por los nombres que usted me pregunta, sin duda tienen esa capacidad», pero «deben ser ellos o ellas las que determinen, a partir del día 7, si quieren dar el paso de presentarse».

La «panoplia de nombres» fue interpretada en el PSOE andaluz como un anticipo de hablar de «un conjunto de nombres y no una persona», empleando el plural en lugar del singular. «Vino a decir a las claras que si hay un grupo de gente es que, primero, con el que está, no cuenta con él (Espadas); y entre los aspirantes no hay una opción clara» o «no lo tienen claro». Por eso Andalucía sigue siendo la federación más rezagada en desvelar a sus aspirantes, pese a que las precandidaturas han de formalizarse el martes que viene. Tras dos años de fuerte contestación interna, los diferentes sectores del partido, antaño susanistas y sanchistas -posteriormente reconvertidos en ‘espadistas‘-, se han aliado en la necesidad de «reconstruir los puentes rotas y coser a las agrupaciones y estructuras internas» y su relación externa con los colectivos sociales, como el sanitario o el educativo, que «están huérfanos» y para los que «ya no somos una referencia». El desánimo se acrecienta por el «personalismo» de Pedro Sánchez: «Estamos todos esperando a que vuelva de esquiar y a Andalucía no se le da la relevancia que tiene y deberá tener».

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