El PSOE de Aragón denuncia presiones «brutales» de Alegría para forzar adhesiones
Los críticos alertan de que «las primarias no serán un paseo militar para Moncloa»
La batalla en el PSOE de Aragón es donde más se la juega Pedro Sánchez. La candidatura de la ministra portavoz, Pilar Alegría, para suceder a Javier Lambán al frente del PSOE aragonés no ha conseguido frustrar la presentación de candidatos alternativos, y, por tanto, la celebración de primarias, como sí ocurrió con la elección de Óscar López en Madrid y Diana Morant en Valencia. Los números siguen siendo «ajustados», según explican socialistas aragoneses a THE OBJECTIVE, que denuncian presiones «brutales» del entorno de la aspirante Alegría para provocar fugas de los afines a Lambán y lograr adhesiones que le garanticen la victoria.
«Hay una campaña de pressing brutal. Están a tope», denuncian desde el PSOE aragonés ante la cascada de mensajes que se han intensificado en la última semana justo antes de la presentación de la candidatura alternativa de Darío Villagrasa como rival de Alegría. Mensajes como: «Vais a romper el partido, la organización va a quedar desunida», con los que pretenden responsabilizar a los díscolos de la confrontación por no plegarse a apoyar sin reparos a la candidata oficialista de Sánchez. «Personas del equipo de Alegría y ella misma estuvieron mandando mensajes pidiendo no acudir a la presentación de Darío (Villagrasa)». Un comportamiento que «denota nerviosismo» porque «saben que esto no va a ser un paseo militar».
Los críticos con la dirección explica que las presiones se circunscriben por ahora al equipo de Pilar Alegría y que, «de momento, Ferraz no está interviniendo». Aunque temen que la injerencia de Ferraz empiece a producirse de aquí a las próximas semanas para reducir la incertidumbre y garantizar la victoria de la candidata de Pedro Sánchez. De hecho, denuncian sin sorpresa pero con indignación la «falta de neutralidad del presidente del Gobierno», que manifestó la semana pasada en una entrevista a eldiario.es que Alegría era «la mejor candidata».
«Vais a romper el partido»
Una indisimulada ayuda que pretende ir calando en el ánimo de los militantes aragoneses, donde el trueque de puestos por voluntades es tan habitual como en el resto del territorio. El equipo de Alegría logró hace una semana el golpe psicológico de contar con la presencia del secretario de Organización del PSOE de Teruel, Francisco Javier Baigorri, número dos de la secretaria general, Mayte Pérez, a quien muchos presuponían el liderazgo interno y, por tanto, la presentación de su candidatura.
Los críticos consultados por este periódico aseguran que Baigorri no es una persona de la confianza de Mayte Pérez, sino que fue un gesto que ella misma hizo para aunar a todas las zonas de la provincia, concretamente éste de la parte baja, cuando fue elegida secretaria general. Y, por ello, «si creen que esto es un golpe, se equivocan. Javier no pinta nada». El lanzamiento de la candidatura el pasado 20 de diciembre pretendió ser una demostración de fuerza, con la presencia de cargos de las tres provincias, Huesca, Zaragoza y Teruel, proyectando la idea de un apoyo mayoritario que, a día de hoy, es inexistente para ninguno de los dos aspirantes.
El PSOE aragonés acusa desconcierto porque «no está nada claro qué puede pasar». Niegan que, pese a las presiones, Alegría tenga una ventaja sobre su competidor, aunque «sea ministra y salga en la tele». Según diversos socialistas aragoneses, «Pilar es claramente la favorita, pero no genera entusiasmo en la militancia y tiene un proyecto personalista». Frente a ella, el aspirante Darío Villagrasa «es más ideológico y es joven», lo cual suele estimular más a los afiliados del partido. No en vano, los afines a Lambán eligieron a Villagrasa tras escuchar a la militancia porque «tiene un altísimo apoyo en Zaragoza», donde se concentra la inmensa mayoría de la militancia, 8.500 afiliados.
La militancia «tiene memoria» de las ‘humillaciones’
Desde Ferraz interpretaron la renuncia a presentarse del secretario provincial de Zaragoza, Antonio Sánchez Quero, como una primera victoria y subestiman el perfil ‘subalterno’ de Villagrasa, que tiene a su favor también el no haber sido un perfil muy significado contra el sanchismo: «No genera conflicto. Es un perfil bajo, pero con mucho discurso ideológico, y no tiene la mala relación que tenía Javier (Lambán) con Sánchez».
Los críticos más realistas sostienen que, a día de hoy, Pilar Alegría podría ganar pero sin certeza, con la probabilidad estadística que tiene echar una moneda al aire. Pero también advierten de que hay un elevadísimo número de indecisos: cerca de un tercio de la militancia no se ha decantado por ninguno de los dos aspirantes, lo cual puede engrosar las opciones del joven aspirante frente a la experimentada ministra que cuenta con el favor del aparato. Para la batalla final de las primarias, el 16 de febrero, queda un mes y medio. Tiempo en el que los lambanistas auguran que «Alegría utilizará todo el poder mediático que tiene» mientras Ferraz «acabará entrando como elefante en cacharrería si vislumbran una derrota».
Recuerdan las injerencias acumuladas en su territorio. Aragón ha sido la federación más castigada por las imposiciones de Ferraz: la dirección del PSOE cambió a sus cabezas de lista a las elecciones generales del 23-J, hasta el punto de que 15 de los candidatos a esos comicios renunciaron en bloque a ir en las listas. En las últimas elecciones europeas de junio de 2024 volvió a ocurrir, lo que motivó la denuncia de Javier Lambán: «La militancia ha sido humillada». Los socialistas aragoneses alertan de que la militancia tiene memoria y no olvida estas afrentas. Y si alguno lo ha hecho, ése será el eje de la campaña de los críticos con Ferraz y contra su candidata, Pilar Alegría.