Armengol evita reunir la Mesa del Congreso para no tramitar la cuestión de confianza
La Proposición no de Ley de Junts sigue sin calificarse y Sánchez gana tiempo para no molestar a Puigdemont
La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. | EP / Fernando Sánchez
La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, no ha convocado la Mesa de la Cámara para el próximo martes, con lo que evitará que la oposición le presione para calificar la Proposición no de Ley de Junts sobre la necesidad de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Esta maniobra dilatoria es interpretada por las fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE como un intento de seguir ganando tiempo para que el Gobierno pueda seguir negociando los presupuestos con la formación de Puigdemont.
El debate sobre la cuestión de confianza a la que Junts quiere que se someta el presidente del Gobierno sigue en el «congelador» de Armengol, como lo definió el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado. La demora en la calificación de la polémica iniciativa es la baza con la que cuenta Sánchez para intentar convencer a Puigdemont para que le apoye los presupuestos. Y no hay fecha para el desbloqueo, ya que la calificación de la Mesa es el primer filtro que tiene que superar para que la formación nacionalista tenga vía libre para llevarla al pleno cuando lo estime oportuno.
Grupos parlamentarios del Congreso albergaban la posibilidad de que la semana que viene, a pesar de ser enero un mes inhábil por las vacaciones de Navidad, Armengol convocara una reunión de la Mesa del Congreso para poder desatascar las iniciativas parlamentarias que se han presentado. Pero no ha sido así, ya que la presidenta puede temer la presión del Partido Popular, con cuatro representantes en este organismo, frente a los cinco del PSOE y Sumar, para que la proposición sea calificada.
Armengol contaba de plazo hasta las dos de la tarde de este viernes para comunicar la convocatoria de esta reunión de la Mesa, que las fuentes parlamentarias consultadas esperan que se pueda celebrar la semana que viene. Además, no descartan que también pueda celebrarse una reunión de la Diputación Permanente, que sustituye al Pleno cuando la actividad parlamentaria se suspende.
Hay que recordar que los letrados del Congreso, dirigidos por Fernando Galindo, próximo al PSOE, no se pronunciaron en contra de que la Mesa calificara esta polémica proposición no de ley que, de salir adelante, no tendría ningún efecto. Estas iniciativas parlamentarias solo sirven para que la Cámara inste al Gobierno, pero en ningún caso es de obligado cumplimiento.
En su informe, constatan que no existen precedentes de ninguna iniciativa en la que se inste al Gobierno a presentar una cuestión de confianza, una herramienta constitucional que sólo puede ser activada por quien ocupa la Presidencia del Gobierno.«No habiendo precedentes de proposiciones no de ley similares a la que ahora nos ocupa, corresponde a la Mesa fijar un criterio, que probablemente servirá como referencia para la decisión en torno a la admisión a trámite de otras iniciativas de control en el futuro», apuntan los letrados.
En todo caso, dejan claro que, dado que se trata de una proposición no de ley, «el resultado de la votación de esta iniciativa, si fuera admitida y sometida al Pleno, carecerá de impacto jurídico alguno en la relación de confianza existente entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo».
Tras analizar la actuación de la Mesa del Congreso en distintas legislaturas sobre otros textos presentados por la oposición, los letrados concluyen que la Mesa puede vetarla, o bien acabar frenándola solicitando al grupo proponente que la reformule, o bien directamente dejándola pasar.
Los letrados recuerdan que, con carácter general, se han venido rechazando las propuestas de reprobación dirigidas al jefe del Ejecutivo por considerar que debían canalizarse a través de la moción de censura. Pero también que la Mesa «tiende a admitir las propuestas que pretenden instar al Ejecutivo a adoptar una cierta actuación que entra dentro de su responsabilidad exclusiva», como es el caso de una cuestión de confianza.
La posición del letrado mayor, afín el PSOE, y de los otros dos letrados que firman el informe ha merecido la crítica de otros juristas de la Cámara que consideran la maniobra un «enjuague» entre el letrado mayor y el PSOE para que el Gobierno tenga tiempo en su negociación con Junts y conseguir que le apoye los presupuestos, ya que entienden que es «perfectamente admisible».
«El informe se queda a la mitad y es un cambio de criterio porque también le da oxígeno a la tramitación de la PNL». Un elemento a tener en cuenta es el «cambio de equipo», tras la salida de Mercedes Araujo para ocupar la Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey, que ha sido sustituido por Ángeles Escudero, «muy de la confianza de Galindo».
«Lo primero que sorprende es que es un cambio de formato. Mercedes Araujo siempre ha mantenido la tesis de tener en cuenta los precedentes. En este caso, ha habido un cambio de criterio, se pone a elucubrar entre dos salidas, y en Derecho no hay dos salidas, hay una. Una salida es que sería admisible, desde una perspectiva, en cuanto que es una opinión del Parlamento de un asunto; y, desde otra, incidiría en la potestad del presidente del Gobierno de ser él el que plantee la cuestión de confianza. Es extraño», subrayan estas fuentes
