Díaz celebra la continuidad de Sordo al frente de CCOO para conservar su apoyo a Sumar
El sindicato dirigido por Unai Sordo otorgó a Yolanda Díaz un apoyo esencial para su liderazgo
El actual secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, pugnará para repetir en el cargo y lograr su tercer y último mandato. La candidatura de Sordo es una «buena noticia» para Yolanda Díaz, según coinciden fuentes sindicales y de Sumar. Sordo ha garantizado en estos años el apoyo del sindicato a Sumar, sobre todo en la fase de construcción y consolidación del partido. Pero después de las elecciones generales, la central sindical se ha convertido en uno de los pilares de la coalición, incluso en los momentos más difíciles, tras los batacazos electorales en 2024.
Sordo ganó su primera secretaria general en Comisiones Obreras siendo un candidato débil. Representaba una apuesta de consenso para evitar un choque entre las dos principales federaciones, la industrial y la de servicios. La falta de peso específico permitió a Sordo erigirse en líder sindical tras la salida de Ignacio Fernández Toxo. Al llegar del País Vasco, donde Comisiones Obreras solo tiene unos 40.000 afiliados, se consideró que su candidatura evitaría guerras internas en la central sindical. Y a partir de ese momento, supo consolidar su liderazgo. Ahora aspira a un tercer y último mandato.
A nivel político, Sordo decidió apostar por Sumar y Yolanda Díaz. Comisiones Obreras empujó el proyecto político de la ministra de Trabajo antes incluso de su presentación oficial. Ya durante el llamado proceso de «escucha», cuando Díaz viajó a diferentes ciudades para tejer las primeras alianzas para lanzar Sumar, Comisiones Obreras ofreció a la vicepresidenta apoyo logístico y cuadros.
Apoyo de CCOO
Sin ir más lejos, el actual secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, es profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha y considerado cercano a la órbita de CCOO. Ahora ejerce de «ministro en la sombra», según sostienen funcionarios del ministerio, que, en teoría, dirige Díaz. Y Carlos Martín Urriza, director del Gabinete Económico de la Confederación Sindical de CCOO, dirige el equipo de Sumar que se encarga de asuntos económicos. Carlos Martín fue elegido por Díaz para la lista electoral de Madrid de la que, en cambio, fue excluida Irene Montero.
La relación de Díaz con Comisiones Obreras y Unai Sordo es, por lo tanto, buena. De ello dan fe en el sindicato y en la coalición de Sumar, donde consideran que su permanencia al frente de CCOO permite a Díaz conservar un aliado imprescindible. Estas fuentes recuerdan que Comisiones Obreras ayudó a Díaz en las últimas campañas electorales, enviando por ejemplo a sus delegados a los mítines organizados por Sumar, y en algunos casos permitiendo «rellenar las listas electorales» para que Díaz pudiera presentar sus candidaturas en los territorios donde tenía menos arraigo.
Por eso la continuidad de Unai Sordo en Comisiones Obreras representa una garantía de cierta estabilidad en la relación que vincula el sindicato con Sumar. Díaz afronta una etapa incierta por lo que concierne su liderazgo. Después de obtener unos resultados por debajo de las expectativas en Galicia, Cataluña, País Vasco y en las elecciones europeas, Sumar decidirá en los próximos meses su reorganización interna.
Congreso en junio
La vicepresidenta decidió en mayo dejar todos sus cargos orgánicos para relanzar su figura de ministra desvinculada de la política de partido. Ese es el terreno en el que Díaz se mueve con más soltura, admiten sus partidarios. Pero para eso necesita del apoyo sindical, sobre todo de Comisiones Obreras.
Ahora, Díaz se ha centrado en la batalla por la reducción de la jornada laboral. Quiere que se fije por ley un tope de 37,5 horas semanales sin reducción de sueldos para los trabajadores. La patronal y partidos como PNV y Junts per Catalunya han manifestado su rechazo a la iniciativa. Pero los sindicatos apoyan a la ministra, aunque insisten en la búsqueda de un pacto social con los empresarios.
Además de UGT, CCOO es crucial para Díaz, aseguran todas las fuentes consultadas. Sin el apoyo firme del sindicato, la ministra se vería abocada a recular en una iniciativa que tiene el claro objetivo de consolidar su figura política en un momento en el que incluso en su bando se oyen voces que piden hablar de sucesión. Por ello, si Sordo logra consolidarse, a Díaz «le viene bien». El próximo congreso confederal de CCOO se celebrará en Madrid en junio de 2025.