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Política

Podemos usa Venezuela para romper en dos la coalición de Sumar y atraer a Izquierda Unida

El partido señala que IU acudió a la toma de posesión de Maduro mientras que Sumar habla de «dictadura» en Venezuela

Podemos usa Venezuela para romper en dos la coalición de Sumar y atraer a Izquierda Unida

Irene Montero en Madrid | Europa Press

Podemos está usando Venezuela para abrir una brecha dentro de la coalición de Sumar. Los morados quieren aprovechar las diferentes posturas que están manteniendo los partidos adscritos a la coalición que lidera Yolanda Díaz para intentar atraer a Izquierda Unida y reventar por dentro el bando de la política gallega. El pasado viernes, Nicolás Maduro tomó posesión como presidente de Venezuela en medio de una feroz polémica internacional sobre su legitimidad. Desde IU reconocen a Maduro, y uno de sus dirigentes, el exeurodiputado Manu Pineda, incluso acudió a Caracas para asistir al acto. Pero los portavoces de Sumar se están desmarcando de él y se alinean con el presidente chileno Gabriel Boric, que pide a Maduro dar un paso al lado.

La secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, afirmó antes de la toma de posesión de Maduro que la izquierda debe reconocer que «Venezuela es una dictadura». Se trata de declaraciones relevantes para un sector político que antaño siempre defendió al gobierno de Maduro y atacó a los opositores por sus presuntos vínculos con Estados Unidos y las supuestas injerencias extranjeras en el país, que denuncia el chavismo.

«Me gusta mucho la posición que ha tenido Boric a lo largo de todo ese tiempo. Me gustaron mucho las declaraciones de Boric cuando decía ayer que, desde la izquierda política, hay que decirlo, Venezuela es una dictadura», afirmó Duval la semana pasada para referirse a la toma de posesión de Maduro. Según Duval, la derecha está usando Venezuela para erosionar el Gobierno de Pedro Sánchez, y apuesta por alinearse con el Ejecutivo chileno, que desde hace meses cuestiona el resultado de las elecciones venezolanas por presuntos amaños del chavismo.

Pineda y Duval

Ningún dirigente de Sumar estuvo presente en la toma de posesión de Maduro. Pero sí lo hizo Manu Pineda, que formó parte de la lista electoral de la coalición de Díaz en las pasadas elecciones europeas. Pineda ocupó la cuarta posición de esa lista, y antes ocupó un escaño en el Parlamento Europeo, donde entró gracias a Unidas Podemos. Es un dirigente de Izquierda Unida, partido adscrito a la coalición de Sumar, que ahora está entablando conversaciones discretas con Podemos para explorar posibles acuerdos electorales en el futuro.

El diario del canal de televisión de Pablo Iglesias, que ejerce en Podemos -según todas las fuentes- de «órgano oficial» del partido, subrayó esa disconformidad de opiniones entre el exeurodiputado de IU y la dirección nacional de Sumar, representada por Duval. Ese hecho representa, según las fuentes consultadas, un intento de usar a Venezuela para dividir la coalición de Díaz y atraer a Izquierda Unida. Si el partido de Antonio Maíllo decide apostar en el futuro por Podemos, los morados creen que Sumar se puede dar por finiquitado, y que una reedición de otra coalición con «motor Podemos» será la única opción viable para el segmento a la izquierda alternativa al PSOE.

En las redes sociales, los perfiles afines a Podemos subrayan ese enfrentamiento interno en Sumar sobre Venezuela. Y hablan ya claramente de un acercamiento de IU al partido morado. Algunos perfiles centran su ataque en la receta «errejonista» y «yolandista», que habría quedado superada, y dicen que hace falta a una izquierda «autónoma» al PSOE para recuperar un papel activo en ese sector. Irene Montero, que presentó la semana pasada su libro en el bar de propiedad de Pablo Iglesias en Madrid, incidió en ese mismo argumento.

Críticas «miserables»

Con la salida de Errejón, Podemos pone ahora la diana en Yolanda Díaz. Quiere debilitar a la vicepresidenta segunda del Gobierno, y busca el sorpasso en las encuestas porque considera que puede ser el punto de inflexión para romper por dentro Sumar. Si los socios de Díaz entienden que Podemos ya tiene mayor proyección que Sumar, se decantarán por volver a plantear algún tipo de acuerdo electoral. Y Podemos exigiría en ese momento la salida de Díaz y de las personas de su máxima confianza, ejecutando así una venganza en la que la ejecutiva del partido lleva trabajando desde hace tiempo.

Ahora, con el caso de Venezuela, Podemos quiere agrandar las divisiones internas en Sumar. En el partido morado sostienen que Díaz ha elegido a unos portavoces que no dan la talla, para referirse a personas como Elizabeth Duval. Y creen que esos errores a la hora de decidir sus grupos de trabajo pueden favorecer encuentros al margen de Sumar.

La formación morada vuelve así a defender con contundencia al gobierno chavista de Venezuela, después de años en los que apostó por evitar reivindicar su cercanía con Caracas. El coportavoz de Podemos y diputado en el Congreso, Javier Sánchez Serna, calificó de «miserables» e «imbéciles» las críticas de la izquierda a países «acosados y agredidos» durante décadas por Estados Unidos (EEUU), en alusión a Venezuela. Irene Montero, candidata in pectore de Podemos, dijo que «nadie pone en cuestión» que Maduro sea el presidente de Venezuela. Y buscó alinearse con Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum en defender la «soberanía» de Venezuela en la actual crisis política.

Ataque a Mónica García

Los dardos de Podemos se dirigen tanto a Duval, portavoz de Sumar, como a Mónica García, ministra de Sanidad y dirigente de Más Madrid. Al igual que Duval, la dirigente madrileña apuesta por alinearse con Boric en el cuestionamiento de la legitimidad de Maduro. Podemos quiere llevar el debate en la izquierda a este marco para denunciar algo parecido a una connivencia con Trump de sectores de la izquierda. En el partido morado creen que la política internacional, desde Venezuela hasta Israel, puede alimentar la tensión interna en Sumar.

Podemos centra también su lucha diaria en buscar visibilidad. Después de pedir la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel y fijar por ley los precios del alquiler para aprobar los presupuestos del Gobierno de Sánchez, Montero exigió el lunes ilegalizar al colectivo de Desokupa para llegar a un acuerdo presupuestario. Podemos cree que el Gobierno tendrá difícil cerrar la legislatura si no aprueba las cuentas. Y sostiene que los temblores del Ejecutivo les favorecen a la hora de atraer algunos aliados de Sumar para un nuevo acuerdo en la izquierda. Pero siempre con «motor Podemos», subrayan.

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