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Sánchez alecciona a los embajadores sobre la democracia, pero se olvida de Maduro

Critica que Trump hable «sin tapujos de rediseñar fronteras, interferir en procesos democráticos o renombrar mapas»

Sánchez alecciona a los embajadores sobre la democracia, pero se olvida de Maduro

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Alejandro Martínez Vélez (EP)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este martes a los embajadores españoles acreditados en el extranjero que en este año 2025, en el que se cumplen «50 años del camino a la democracia y la libertad», expliquen la «historia de éxito» de España en este tiempo hasta convertirse «en todo un referente de libertades, democracia, europeísmo y multilateralismo». En este sentido, ha redoblado su compromiso «con la democracia liberal y plural, abierta, transparente e íntegra», pero no ha dedicado ni una palabra a Venezuela ni a su autoproclamado presidente, Nicolás Maduro.

«Esa es nuestra carta de presentación y nuestra guía en tiempos de incertidumbre», ha advertido Sánchez en la segunda jornada de la IX Conferencia de Embajadores que José Manuel Albares ha organizado en el Ministerio de Asuntos Exteriores. «No vamos a renunciar a nuestros valores. Los vamos a defender y promover con más determinación. Un mundo más hostil y antagónico no va a alterar nuestra hoja de ruta, al contrario», ha enfatizado en su discurso.

El jefe del Ejecutivo ha abogado por la «paz, convivencia, solidaridad y libertad» en las relaciones internacionales. «Lo haremos sin descanso. Iremos alzando la voz en pro de los derechos humanos y el derecho internacional. Redoblaremos nuestro compromiso con la democracia liberal y plural, abierta, transparente e íntegra impulsando las alianzas internacionales en este sentido», ha argumentado en un momento en el que los cimientos del orden internacional «son más cuestionados que nunca y además con particular intensidad».

Sánchez ha criticado de forma implícita al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aunque sin citarle. «En estos días se habla sin tapujos de rediseñar fronteras, de interferir en procesos democráticos o de renombrar mapas», ha constatado al hacer alusión a las advertencias del próximo mandatario estadounidense sobre Groenlandia, el canal de Panamá o el golfo de México.

El presidente ha querido ser «muy claro y firme en este momento complejo e incierto» en el tablero internacional: «España estará siempre en la defensa de nuestros principios y valores, aunque el viento sople en contra y con particular virulencia. No vamos a renunciar, al contrario. Los defenderemos con más ímpetu y decisión».

Y frente «a la tentación autártica y el cierre de fronteras», el Gobierno español «siempre va a seguir apostando por la apertura, por una economía abierta con la internacionalización y por una gestión inteligente de las migraciones para seguir creciendo», ha hecho hincapié. 

La única alusión indirecta a Venezuela, tras la toma del poder de Maduro del pasado viernes, ha sido la parte del discurso en la que ha criticado que se produzcan «elecciones fake con las que regímenes autoritarios han intentado blanquear su desprecio a las libertades individuales, ignorando la voluntad popular expresada en las urnas». Más de 40 países en el mundo «dieron paso a la autocracia» en 2024, pero no ha mencionado al país sudamericano ni a ningún otro.

Sánchez sí que ha hecho énfasis en que España seguirá «alzando la voz en pro de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional» ante su «erosión creciente», sobre todo en el aspecto humanitario porque cada vez son «más los actores que recurren al uso de la fuerza y la impunidad se abre paso mientras los crímenes se cometen a los ojos de una comunidad internacional que podríamos calificar como anestesiada ante ellos».

También ha alertado del «cuestionamiento frontal de la democracia en muchos países del mundo» como lo demuestran los últimos intentos de magnicidio que se han producido, entre otros contra Trump, y las «graves injerencias en procesos electorales» como los de Rumanía, Moldavia o Georgia.

La disyuntiva de «más o menos Europa»

Por otra parte, el presidente ha señalado que en este contexto internacional la disyuntiva es «más o menos Europa». En este sentido, ha incidido en que Europa «es, ante todo, una comunidad de valores, es un faro de libertad y de democracia en el mundo» de ahí que, en su opinión, se esté «enfrentando a enemigos muy poderosos, que la quieren débil y la quieren desunida, dividida».

A juicio de Sánchez, «es el momento de dar la cara por Europa» y para ello ha defendido que España puede tener «un rol preponderante» en estos momentos y ser «un motor» para lograr «una Europa más fuerte, fiel a sus valores y más unida». Esto pasa, entre otras cosas, por reforzar la industria de la defensa, en la que hay «carencias». Con todo, ha dejado claro que no comparte ni va a «alentar jamás una deriva militarista que nos aboque a una nueva carrera armamentística».

«El mundo tiene prioridades más urgentes que atender», ha explicado Sánchez a los embajadores, a los que ha recordado que «en ningún manual está escrito que la paz y la seguridad se conquisten reforzando arsenales». Frente a los que piden esto último, «España cree en la paz y en la diplomacia como fórmula para resolver conflictos y siempre defenderé que la seguridad va mucho más allá del gasto en defensa», ha concluido tras precisar que su Gobierno «invierte casi diez veces más que la media aliada en operaciones de mantenimiento de paz».

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