Sánchez gana tiempo con Junts: la cuestión de confianza no se tramitará esta semana

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, gana una semana más para intentar negociar con Junts alguna de las cuestiones que permanecen encalladas, como es su voto a favor del polémico decreto ómnibus que une la subida de las pensiones con la cesión al PNV de un edificio en París. La circunstancia de que este martes no se reúne la Mesa del Congreso de Diputados pospone al menos hasta la semana que viene la decisión de tramitar la proposición no de ley (PNL) de los independentistas catalanes para reclamar a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza. El PP asegura a THE OBJECTIVE que «esta batalla tiene que saldarse con algún herido, con una derrota humillante: o Puigdemont o Sánchez».

La decisión de la Mesa del Congreso -bajo el control de la presidenta socialista Francina Armengol y de la mayoría del PSOE y Sumar- de calificar la iniciativa parlamentaria de Puigdemont y permitir que se debate en el pleno de la Cámara se ha convertido en el termómetro real para analizar las relaciones entre ambas formaciones políticas. El Partido Popular asiste como espectador a un pulso que se libra en la Cámara Baja y sobre el que ahora mismo gira la legislatura. Mientras Sánchez y Puigdemont se ponen de acuerdo, el PP ahonda en la herida con un pleno extraordinario en el Senado, que se celebra este martes, para aprobar, con su mayoría absoluta, una moción para que la Cámara urja a Sánchez a convocar un Consejo de Ministros que apruebe la subida de las pensiones, las bonificaciones del transporte público y las ayudas a las víctimas de la riada.

Armengol ha estado dando hilo a la cometa de la PNL desde que fue registrada el 9 de diciembre de 2024. El 17 de diciembre, la Mesa del Congreso congeló su tramitación -tras un informe de los letrados, bajo el control del PSOE– de dejar en manos de los miembros de este órgano la decisión de calificarla o no y permitir así que pueda ser debatida en el Pleno de la Cámara. El 16 de enero, en la primera reunión del año de la Mesa, tampoco se abordó; esta semana, con la excusa de que la presidenta del Congreso está en Malta, la reunión no se celebrará, previsiblemente hasta el 4 de febrero.

El debate jurídico que subyace es si la Cámara puede debatir una iniciativa parlamentaria de este tenor, ya que el someterse o no a una cuestión de confianza es una potestad del presidente del Gobierno, no un mandato del pleno del Congreso. Ante las dudas, Armengol trasladó su estudio a la consideración de los letrados, que se sometieron a la voluntad de la presidenta de no rechazarlo de plano para no molestar a Puigdemont. Y en una decisión salomónica, el letrado mayor, afín al PSOE, lo dejó en manos de la Mesa, sobre la que la presidenta socialista tiene todo el poder para reunirla y considerar que temas configuran el orden del día. Si Sánchez quiere le dará vía libre con su mayoría en la mesa y, si no, la paralizará.

Los populares advierten de que en este pulso entre Sánchez y Puigdemont con la cuestión de confianza y el decreto ómnibus «uno de los dos saldrá herido y tendrá una derrota humillante». «Cómo será la precariedad del Gobierno que el mandato de Pedro Sánchez, la legislatura, las elecciones y cualquier cosa depende de una Proposición No de Ley y si la califica la Mesa del Congreso. Una PNL, que no es nada. Pues todo el país, los pensionistas, los jóvenes con el abono transporte, todo el mundo pendiente de que una PNL, que no es más que un deseo expresado por la Cámara, tiene una legislatura en vilo; y esto dice mucho de la debilidad de Sánchez», señalan desde la dirección nacional.

El Partido Popular insiste en que «de este combate, de esa colisión, frente a frente, no salen indemnes los dos, en ningún caso. Queda por ver si es Sánchez el que se la envaina o Puigdemont pero, en cualquier caso, es una victoria para el PP. Es evidente que la subida de las pensiones ya no será nunca como el Gobierno quería, como el PSOE planteaba. Su hoja de ruta ha fallado y ahora tiene que buscar el plan B».