Alarma en el PSC: Vox le roba votos en el cinturón rojo de Barcelona y en Tarragona
El partido detecta que recibe voto prestado del catalanismo conservador mientras lo pierde en feudos tradicionales

Miembros de Vox en una manifestación, con Júlia Calvet al frente. | Vox Cataluña
El PSC de Salvador Illa controla el Gobierno de la Generalitat y los sondeos demoscópicos le son favorables. Sin embargo, han detectado una fuga de votos hacia Vox en el área metropolitana de Barcelona y en el Campo de Tarragona. Si Aliança Catalana crece en feudos de Junts de la Cataluña interior, Vox lo hace principalmente en bastiones del PSC del litoral catalán, barrios periféricos de la ciudad de Barcelona y en el área metropolitana.
Fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE admiten que es una tendencia que lleva tiempo consolidándose. Se han puesto manos a la obra para atajarla con recetas que incidan en la «seguridad ciudadana» de los más vulnerables. Además, siguen encabezando todos los sondeos, ya que lo que pierden por este lado lo retienen por otro: sectores del catalanismo conservador apoyan a Salvador Illa como voto prestado y ante la ausencia de otras opciones como la que representaba antes la extinta Convergència.
El presidente de la Generalitat y líder del PSC, Salvador Illa, recogió la inquietud social en Cataluña por las tensiones de la inmigración en la última campaña electoral del 12 de mayo. Si bien lograron que el debate se desarrollara en términos de seguridad –y no de inmigración–, fue un hecho inédito que abordaran esta cuestión. Y desde entonces se ratifican en que es un asunto que ha entrado en la agenda pública catalana y ya no se puede renunciar a ello. En especial, viendo que Vox está en auge en la región.
Vox y Aliança Catalana
Las dos formaciones con un discurso más duro con la inmigración, como son Vox y Aliança Catalana, han crecido en las zonas en las que hay más inmigración. Si Aliança lo hace en las zonas del interior, Vox ha ampliado su base en el litoral catalán en el norte del Alto Ampurdán hasta las Tierras del Ebro, pasando por el Campo de Tarragona y el área metropolitana de Barcelona.
Mientras Aliança Catalana se hace fuerte donde gana Junts, Vox lo hace donde el PSC es la fuerza hegemónica. Un ejemplo paradigmático es Vilamalla, situado en Gerona, donde PSC y Vox empataron con el 21,86% de los sufragios el 12-M.
Situación parecida sucede en Sant Jaume de Frontanyà, en Berguedà. Fue el único pueblo de Cataluña en el que Vox ganó en los comicios generales del 23 de julio. No obstante, el 12-M la victoria en ese municipio fue para el PSC.
Cabe destacar, además, que Vox logró el sorpasso al PP en Cataluña en 2021, algo que se le resiste al resto de autonomías. Aunque posteriormente perdió esta ventaja, la interpretación que hizo el partido es que el PP se había beneficiado del «plebiscito» de Sánchez de votar «a él o contra él» el 23-J.
Seguridad y Estado del bienestar
De puertas para dentro, los socialistas catalanes se anticipan a lo que sucede a escala nacional y creen que, tarde o temprano, el PSOE y Pedro Sánchez también deberán afrontar directamente este asunto para que no dé réditos a la «extrema derecha» que, a su juicio, representan los de Santiago Abascal.
Su receta pasa por ofrecer seguridad, combatiendo la multirreincidencia y endureciendo las penas por tenencia de arma blanca. También quieren reforzar el Estado de bienestar para que la convivencia no se vea afectada por las malas condiciones económicas.
Además de los resultados electorales del 12-M, que permiten sacar conclusiones respecto al apoyo de Vox, los especialistas en demoscopia también detectan este auge de Vox. El sociólogo Sergi Chamorro explica que «Vox saca votos al PSC en los barrios más periféricos» y en ciudades como «Sant Adrià, Cornellà y Terrassa». Según sus sondeos, la formación de Ignacio Garriga supera «el 15% de votos en estas ciudades, así como en barrios como Nou Barris, Sant Martí y Sarrià».
No es casualidad que Vox haya centrado su estrategia en Cataluña a hablar de «inmigración», vivienda y okupación, y haya hecho campaña en barrios obreros en los que tradicionalmente se vota al PSC. Incluso se anunció en la portada de El Periódico, un diario catalán que se ha caracterizado por tener a un lector simpatizante de los socialistas (mientras que La Vanguardia representa a un lector más catalanista e incluso se considera el periódico de la burguesía catalana).