El Gobierno da 441.000 euros a los jóvenes que insultan a PP y Vox y promueven el 'hiyab'
El Sindicato de Estudiantes, que se define como «anticapitalista», recibe subvenciones de cinco ministerios

Manifestación del Sindicato de Estudiantes.
El Sindicato de Estudiantes, una organización de extrema izquierda que se define como «revolucionaria» y «anticapitalista», ha recibido un total de 441.320,42 euros en subvenciones del Gobierno de Pedro Sánchez desde 2021. Este sindicato ha sembrado la polémica esta semana con una manifestación en favor del uso del hiyab (el velo islámico) en los institutos públicos. En esa misma concentración cargaron contra PP y Vox, a los que tildaron de «racistas».
La marcha tuvo lugar este miércoles en Parla contra la prohibición de tres institutos de usar el hiyab en clase. La secretaria general del sindicato, Coral Latorre, lideró la revuelta y pronunció un discurso en favor de unas aulas «libres de islamofobia, racismo y machismo».«Es una vergüenza que intenten encubrir estos montajes racistas en nuestros centros de estudios bajo una supuesta laicidad. Si tan laicos son, que prohíban la religión católica», dijo en su arenga a los manifestantes que se concentraron en las puertas de los centros públicos.
La protesta ha causado un revuelo enorme en redes sociales, en donde el sindicato ha sido muy criticado, sobre todo por las feministas. «Un sindicato de estudiantes defendiendo un símbolo sexista fascista y religioso porque se ve incapaz de enfrentar al racismo de otra manera», les ha dicho la escritora feminista Mimunt Hamido, que ha tachado a las manifestantes de «analfabetas». Como ella, Elena del Pilar Ramallo o Sonia Sierra han criticado la incoherencia de un sindicato que se dice a sí mismo «feminista» y defiende el hiyab.
Vox también ha cargado duramente contra la concentración, criticando a las estudiantes «subyugadas a los islamistas», lo que ha provocado la reacción furibunda del sindicato: «Los fascistas de Vox, herederos del franquismo asesino, lamebotas de Trump, amigos de Netanyahu y del sionismo genocida, estos señoritos racistas, machistas, y puteros, piensan que nos van a intimidar».
Lejos de tratarse de un exabrupto puntual, las redes sociales del Sindicato de Estudiantes son un nido de insultos hacia Partido Popular y Vox. El sindicato es además impulsor de Libres y Combativas, un colectivo radical que ha organizado varios escaches contra Isabel Díaz Ayuso. El más sonado tuvo lugar en 2023, cuando recibieron a la presidenta de la Comunidad de Madrid en la Universidad Complutense «con una pitada masiva y un coro de cientos de gargantas llamándola fascista», tal y como blasonó el propio colectivo en su página web.
Las subvenciones
El Sindicato de Estudiantes ha recibido diez subvenciones entre 2021 y 2024 por un importe total de 441.320,42 euros. La última concesión la recibió el pasado 30 de septiembre del Ministerio de Juventud e Infancia: 46.320 euros en concepto de «subvención y entrega dineraria sin contraprestación». Una semana antes, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 le dio 31.658,98.

El Ministerio de Igualdad, el de Educación y el de Ciencia, Innovación y Universidades también han subvencionado generosamente en los últimos años a este sindicato, fundado en 1986 por miembros de la organización comunista Izquierda Revolucionaria. Se define como una entidad «revolucionaria, marxista, antifascista, antiderechista, obrera, internacionalista y anticapitalista» que «defiende la educación pública, gratuita, democrática y laica, lo que nos ha convertido en la organización estudiantil más representativa a nivel estatal».
Tiene representación en Andalucía, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Madrid, País Vasco y Valencia, pero busca seguir expandiéndose hasta llegar a «cada instituto». «A día de hoy el Sindicato de Estudiantes es la organización estudiantil más representativa a nivel estatal y así lo reconoce el propio Ministerio de Educación. Pero como muchos de vosotros y vosotras sabéis, cada vez que organizamos una huelga, una movilización o una asamblea nos encontramos con multitud de problemas. Muchos directores y directoras reaccionarios tratan de cercenar nuestro derecho a huelga o incluso nuestra libertad de expresión», dicen, a pesar de contar con una generosa financiación.