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El pacto de silencio entre Jésica y Ábalos: «Así me tienes callada si las cosas se tuercen»

Los investigadores sospechan de una posible vinculación de Jésica con la trama, más allá de su relación con el ministro

El pacto de silencio entre Jésica y Ábalos: «Así me tienes callada si las cosas se tuercen»

Jésica Rodríguez García a su llegada al Supremo.

La «relación particular» de Jésica Rodríguez García con el exministro José Luis Ábalos duró dos años, desde octubre de 2018 hasta noviembre de 2020. Pero su estancia con gastos pagados en el piso de Plaza de España se prolongó durante un año y cuatro meses más, hasta marzo de 2022, cuando Jésica abandonó el inmueble tras la adquisición de un piso en la calle Sor Ángela de la Cruz, en Madrid. Este desfase temporal hace sospechar a los investigadores que se trató de comprar el silencio de la escort, que cobraba 1.500 euros al día por acompañar a Ábalos a sus viajes y a quien colocó en dos empresas públicas (Ineco y Tragsatec). Un intento de silenciar a la entonces estudiante de Odontología que la propia joven reconoció en uno de los correos electrónicos enviado al entonces ministro de Fomento en julio de 2019. En el mail al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE, Jésica reprochó a Ábalos la merma gradual de sus ingresos y confesó: «Sólo me queda ser mal pensada y que así me tienes callada. Y tú, si las cosas se tuercen, pierdes lo menos posible».

Se trata del mismo mail que envió Jésica al ministro el 14 de julio de 2019 y publicó este periódico en septiembre de 2024, y en el que la acompañante de Ábalos, hoy acreditada como prostituta tras la investigación de este diario, reclamó 39.300 euros a los siete meses del inicio de su relación por acompañarle a un total de 33 viajes oficiales y actos de partido. La prueba de cargo de que cobraba regularmente esas cantidades aparecía en esta segunda misiva electrónica en la que la joven se quejaba de la merma de sus ingresos mensuales, que oscilaban entre los 6.000 y los 12.000 euros, en función de su actividad. «Si ves las cantidades que me dabas antes a las que me das ahora me da la risa… El mes pasado me diste 1.200».

THE OBJECTIVE mantuvo oculto el grueso de su contenido por tratar cuestiones de índole personal. Sin embargo, la confesión de la propia Jésica Rodríguez García en el Tribunal Supremo sobre las actividades publicadas por este diario (su contratación en Ineco y Tragsatec, su acompañamiento a los viajes oficiales y su alquiler mensual sufragado por la trama Koldo) permiten aflorar una nueva confesión de la mujer que eligió Ábalos de un catálogo de prostitutas, por su relevancia informativa. Ya en el mes de julio de 2019, cuando apenas se había iniciado la ‘relación’ entre ambos, Jésica Rodríguez García sospechaba de que el entonces secretario de Organización del PSOE y responsable de la cartera de Transportes le seguía abonando sus servicios para silenciarla y tenerla ‘atada’ a la relación, aunque los importes fueran cada vez menores.

«Así me tienes callada si las cosas se tuercen»

«Sólo me queda ser mal pensada y que así me tienes callada. Y tú, si las cosas se tuercen, pierdes lo menos posible», le deslizó la joven, que llevaba siete meses viajando con el titular de Transportes y número tres del PSOE. El documento entraña una gran relevancia en la medida en que señala el nivel de conocimiento que tenía Jésica sobre la relación entre los dirigentes socialistas y cargos del Gobierno (Ábalos y Koldo) con la trama objeto de investigación. La mujer que conoció al ministro como prostituta y se convirtió en madame dijo al juez desconocer que su piso lo pagaba la red que está siendo investigada como una «organización criminal». Igualmente, desconocía que las dos empresas que le contrataron tras enviarle el currículum a Ábalos eran empresas públicas y no recordaba quién y cómo se gestionó su contrato en la segunda (Tragsatec). Una amnesia selectiva que sólo afecta a los aspectos de los que pudiera derivarse responsabilidad penal para ella.

¿Vinculación de Jésica con la trama?

Los emails desvelados por El Confidencial demuestran que Jésica sí conocía que los 2.700 euros mensuales del alquiler del apartamento 11.3 de Torre de Madrid estaban siendo abonados por el testaferro de Aldama, Luis Alberto Escolano. A su conocimiento del pagador del arrendamiento se le suman las dos informaciones reveladas esta semana por THE OBJECTIVE: que Jésica sigue haciendo uso esporádico del apartamento que abandonó en marzo de 2022, y que su actual inquilino está vinculado a ella a través de una línea telefónica que utiliza para ejercer como intermediaria entre prostitutas y sus clientes. Informaciones que hacen sospechar a los investigadores de una posible vinculación de Jésica con la trama, ex ante y ex post de su relación con el ministro.

Las fuentes consultadas deslizan que en el momento en que se envió este email, el 14 de julio de 2019, la relación de José Luis Ábalos con Víctor de Aldama ya se había afianzado. Como desveló este diario, el comisionista había conocido a Koldo García a través de su hermano, Rubén de Aldama, escolta del ministro, a través del cual consiguió una reunión en la que se ofreció para arreglarle un «pufo» que tenía el primogénito de Ábalos, Víctor Ábalos, en una administración de Lotería en Valencia. Y lo hizo. «Se lo solucionó de tal manera que Ábalos quedó encantadísimo». Y a partir de ahí, «le encandiló». Las dotes de Aldama como conseguidor le sirvieron para ganar la confianza de Ábalos, escalar posiciones y convertirse en la verdadera mano derecha del ministro, con pase VIP en el ministerio y autoridad para dar órdenes a Koldo García, cuya posición quedó relegada a la de un mero ejecutor del comisionista.

El «trato» de Jésica y Ábalos

En la misiva electrónica, Jésica habla de que se ha incumplido el «trato» pactado entre ambos, consistente en que la joven cobraría «lo mismo o más» que lo que cobraba el ministro. Este documento mantiene la línea de «sensación de malestar» de la que se hablaba en el primer correo, utilizando el término médico «disgeusias» (mal sabor de boca). El motivo principal de su desazón era el incumplimiento de los términos de la relación entre ambos que, según las fuentes socialistas consultadas, sería un pacto de «exclusividad». A lo largo de dos párrafos y 13 líneas, Jésica Rodríguez García se queja de que el entonces titular de Fomento estaba «reduciendo», mes a mes, los importes que le entregaba desde el inicio de su relación, en noviembre de 2018, hasta julio de 2019. Por respeto a la intimidad, THE OBJECTIVE prefiere ocultar los detalles del resto del mensaje.

Del cruce de la propia relación de pagos reclamada por Jésica a Ábalos en el primer correo electrónico desvelado por THE OBJECTIVE, la agenda ministerial y las facturas incautadas en la investigación del caso Koldo se desprenden las sumas mensuales que reclamaba la joven y que podría haber cobrado. El primer mes en el que se registran facturas fue en noviembre de 2018, cuando las secretarias del Ministerio tramitaron billetes de tren y bonos de hotel a nombre de Jésica para un viaje junto a Ábalos a Gerona y Barcelona por el que se le reclamó un pago de 3.000 euros, 1.500 al día. Sumado a las anotaciones de la joven en ese mes, el montante reclamado en noviembre ascendía a 4.500 euros. En diciembre, la suma fue de 3.000; en enero, de 8.500; en febrero, de 8.700 euros; en marzo de 4.500; en abril, de 2.400; en mayo, 3.400; en junio, 2.300 y en julio, de 2.000. El sueldo público del exministro de Transportes era en ese momento de 79.400 euros anuales, unos 6.600 euros al mes. 

Siete meses después del primer viaje de ambos del que existe constancia documental, Jésica hablaba en su mensaje de renuncias y sacrificios, al tiempo que constataba una merma de sus ingresos. Frente a las cantidades anotadas en los primeros meses, con montantes que sobrepasaron los 8.000 euros en enero y febrero, la joven reprochaba los «1.200» que supuestamente le ‘dio’ (sic) el ministro en julio de 2019. Un apremio que tuvo sus consecuencias dos meses después. Según la respuesta del Gobierno a THE OBJECTIVE en el Portal de Transparencia, Jésica Rodríguez García fue contratada en la empresa pública de ingeniería Ineco en septiembre de 2019, dos meses después de la fecha de este nuevo correo electrónico.

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