Podemos se arma para un 'Me Too' contra Iglesias y culpa al PSOE: «No nos chantajearán»
El partido cree que el ‘caso Monedero’ es una operación de Sánchez y Díaz para torcerles el brazo en los Presupuestos

El exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Podemos asegura que el PSOE y Sumar están preparando una campaña que haga aflorar más casos de presuntos acosos sexuales para forzarles a renunciar a ir en solitario en los comicios y, sobre todo, a apoyar los presupuestos generales del Estado. Después del caso Monedero, los morados temen sufrir una nueva embestida, esta vez dirigida contra otros dirigentes de su partido, incluyendo a Pablo Iglesias. Según ellos, las denuncias contra Monedero responden a una estrategia coordinada por Sumar y apadrinada por el PSOE para amedrentar al partido de Ione Belarra e Irene Montero. El objetivo consistiría en frenar su recuperación electoral y forzar su aprobación de los presupuestos después del acercamiento a Junts per Catalunya. «No nos van a chantajear», aseguran desde las filas moradas.
Podemos no cree en las casualidades y sostiene que el caso de presuntos acosos sexuales perpetrados por Monedero forma parte de una operación político-mediática para quitarles definitivamente del tablero nacional. Todo empezó con un mensaje lanzado en las redes sociales por su exeurodiputada Lola Sánchez en el que revelaba haber sufrido tocamientos indeseados y presiones por parte de Monedero. Después se filtró un audio del cofundador del canal de televisión de Iglesias y se conocieron los chats de dos referentes e influencers cercanas a Podemos que apuntaban a la connivencia de la primera plana del partido. Es decir, de Irene Montero y el exsecretario general.
La formación morada argumentó que alejaron a Monedero cuando tuvieron constancias de las quejas internas. Pero vieron cómo periódicos en teoría afines siguieron publicando informaciones sobre el cofundador del partido. En opinión de los morados, estas publicaciones, que tachan de falsas, responden a las directrices de la Moncloa, y ahora sostienen que están en condición de aguantar todo tipo de presiones. Estas informaciones perseguirían, según ellos, debilitarles políticamente en un momento de máxima tensión para el Ejecutivo.
Presupuestos
Tal y como adelantó este diario, cuando estalló el caso Monedero Podemos decidió reforzar su presencia en las redes sociales y buscar tropas para su guerrilla. Después de varias campañas de afiliación para coordinar a sus activistas, Podemos se ha centrado en responder a todos aquellos que difunden informaciones sensibles sobre sus dirigentes. Y lo ha hecho recordando que Sumar y Más Madrid ignoraron los avisos sobre Íñigo Errejón, a quien auparon hasta la portavocía en el Congreso, y evocando los problemas de altos cargos socialistas en cuestiones como la prostitución y la corrupción. Podemos quiere devolver todos los golpes que reciba en un choque directo con el Ejecutivo para frenar un Me Too contra el partido.
La formación de Belarra cree que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz van de la mano en ese ataque. Consideran que después las cesiones a ERC y Junts (en materia fiscal y migratoria), les será más fácil abordar la negociación presupuestaria. El Ejecutivo gobierna con las cuentas de la pasada legislatura, y su intención es aprobar un nuevo documento que sirva, al menos desde el punto de vista financiero, para consolidar la legislatura. Pero para que todo salga adelante será necesario contar con Podemos. Y mientras el Gobierno estaría logrando convencer a los nacionalistas, los morados creen que en su caso Sánchez y Díaz se concentran en amedrentarles y amenazarles con desvelar datos (o denuncias) sensibles sobre sus dirigentes.
Tal y como adelantó este diario, Podemos decidió cuando estalló el caso Monedero reforzar su presencia en las redes sociales y buscar tropas para su guerrilla. Después de varias campañas de afiliación para coordinar sus activistas, Podemos se ha centrado en responder a todos aquellos que difunden información sensible sobre sus dirigentes. Y lo ha hecho recordando que Sumar y Más Madrid ignoraron los avisos sobre Íñigo Errejón, a quien auparon hasta la portavocía en el Congreso, y han empezado a recordar los problemas de altos cargos socialistas en cuestiones como la prostitución y la corrupción. Podemos quiere devolver todos los golpes que reciba, en un choque directo con el Ejecutivo que busca frenar al nacer un Me Too contra el partido.
Según varias fuentes de Podemos, el próximo dirigente que podría verse señalado por esta campaña es el propio Pablo Iglesias. «Monedero es Podemos, y todo el mundo sabe que es amigo personal de Irene y Pablo», deslizan varias fuentes para señalar que la polémica ha estallado en vísperas de la marcha del 8-M. Ese timing representa según Podemos otra prueba de la operación política en marcha, de la que culpan tanto a Sumar, ejecutor del plan, como al que manda, el PSOE.
Confluencia con Sumar
El objetivo que perseguiría el Gobierno sería doble: por un lado amenazar a Podemos para obligar a Belarra a aprobar los presupuestos, y en segundo lugar debilitarles de cara a un acuerdo a la baja con Sumar (o lo que queda de la coalición) en el caso de un adelanto electoral. Aunque el Gobierno insiste en que concluirá la legislatura, Podemos no piensa lo mismo. Sostiene que la legislatura no aguantará y que hay que prepararse para «cualquier escenario», tal y como afirmó públicamente uno de sus portavoces. Mientras que, en opinión de esas fuentes, Sumar no aguantaría la convocatoria de otro ciclo electoral.
Esa situación de inestabilidad movería al Gobierno a presionar a Podemos para que no concurra en solitario a los próximos comicios y fragmente el espacio de la izquierda. Es una tesis que también se puede oír en sectores cercanos a Sumar, en los que apuntan a «una operación del PSOE que busca erosionar a Podemos para obligarles a pactar una lista única con Sumar». Según estas fuentes, el «recado» que el Gobierno estaría lanzado al partido morado es que «él será el próximo si no acepta». Esta es la razón, según estas fuentes del espacio de Sumar, por la que Podemos no ha expulsado formalmente a Monedero, aunque ya no ejerce ningún cargo orgánico. «Si entrega su cabeza mostrará debilidad e irán a por Pablo».
Podemos, por su parte, asegura que no cederá y que no se dejará «chantajear». Los dirigentes morados se preparan para todo tipo de choque con el Gobierno, y lanzan un aviso a navegantes dirigido a Sánchez. Belarra ya ha afirmado que sus cuatro diputados rechazarán el pacto migratorio sellado con Junts. Sin esos votos, el planteamiento fracasará en el Congreso. Así quiere Podemos devolver el golpe al Gobierno, y se muestra dispuesto a llegar hasta el final, es decir, a eliminar su apoyo en todas las votaciones más trascendentales de la legislatura si el PSOE y Sumar no frenan los ataques contra ellos. La pelota, en definitiva, estaría en el tejado del Ejecutivo: Podemos asegura que esta vez no va de farol.