Así sorteó Ábalos la declaración de bienes del Congreso para ocultar su patrimonio

José Luis Ábalos, exministro, ex número 3 del Partido Socialista y ahora diputado del Grupo Mixto, ha ocultado en su declaración de bienes en el Congreso buena parte de su patrimonio e inmuebles. Así se constata a partir del último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que desvela nuevas propiedades, cuentas y rentas del exresponsable de Fomento. Ábalos ha aprovechado un agujero legal que permite que los formularios de los diputados estén plagados de inconcreciones, errores, falsedades y casillas sin rellenar.

La falta de exigencias y de un criterio uniforme facilitan que los parlamentarios hagan sus declaraciones según su conveniencia, que muchas veces tiene como objetivo ocultar bienes. El propio Ábalos ha reconocido que decidió no meter su propiedad en Colombia «porque tenía un valor ínfimo». Mientras, hay diputados que incluyen depósitos de 608,66 euros, planes de pensiones de 53 euros o retribuciones por pagos de la universidad de 800 euros.

THE OBJECTIVE ha analizado una situación que provoca que la obligación de hacer público el patrimonio, recogida en el artículo 160 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, el Código de Conducta de las Cortes Generales y el Estatuto de los Diputados, no sirva prácticamente para nada. Los diputados están obligados a realizar una declaración de bienes cuando consiguen su acta y otra cuando la dejan. También en el caso de que se produzcan alteraciones patrimoniales en ese intervalo.

Los bienes de Ábalos

Se trata de hacer un seguimiento de la evolución del patrimonio de los diputados mientras ostentan esa responsabilidad, pero ni siquiera existe una supervisión. Tampoco están previstas multas por los incumplimientos, aunque ya se baraja poner en marcha un régimen sancionador.

Mentir en la declaración de bienes, como ha hecho Ábalos, no tiene consecuencias prácticas; como mucho, un aviso de la Oficina de Conflicto de Intereses. Tampoco la ausencia de detalles como el nombre de la entidad bancaria que gestiona las acciones o las empresas en las que invierten. La mayoría de los parlamentarios suman en un solo epígrafe sus productos financieros. En ocasiones, solo se menciona el producto, sin incluir el capital que tienen depositado. En bastantes casos no aparece el número de acciones o la fecha a la que refieren los datos.

En la casi totalidad de los formularios solo aparece el año en el que se compró determinado inmueble, su ubicación y la hipoteca pendiente, pero no el pago previo realizado. Si el precio real del inmueble fue medio millón de euros y se adelantaron 250.000, de la declaración de bienes se desprenderá que el valor de la vivienda es esta última cantidad. También se puede dar el caso de que la casa se haya pagado al contado, por lo que no aparecerá en el formulario rellenado. Del mismo modo, no se especifica si determinados ingresos son brutos o netos o los modelos de los vehículos. 

Agendas opacas

El poder de la Oficina de Conflictos de Interés de las Cortes es muy limitado. Este órgano no tiene capacidad de verificar la información que tiene con la que dispone la Agencia Tributaria o la que se encuentra en bases de datos o en manos de los bancos. Este vacío permite que diputados como Ábalos puedan hacer una declaración a la medida de sus intereses. Mientras, el último informe de la Oficina, publicado el 25 de febrero, advertía que solo una minoría de diputados recogía sus reuniones con grupos de interés. De hecho, aseguraba, los que lo hacen realizan las anotaciones de «forma ocasional, no regular».

Junto a esto, pese a que muestra su satisfacción porque los parlamentarios realizan la declaración de bienes, alerta de la necesidad de actualizarlas «cuando, en el curso de la legislatura, se realicen nuevas contribuciones a fundaciones y otras asociaciones». El informe, que recoge los hitos de 2024, muestra que cinco diputados no habían presentado su declaración a 31 de diciembre de 2024. Dos parlamentarios obtuvieron su acreditación el último mes de año, lo que les excusaría en ese momento de tener rellenado el formulario.

Todos los senadores cumplieron con la exigencia de presentar su declaración. El órgano de control admite mejoras, que consisten en que un apartado -actividades en los cinco años a la obtención del escaño- que quedaba habitualmente vacío «ya ha sido rellenado por una amplia mayoría». Por su parte, hasta 34 miembros del Congreso de los Diputados no reflejaron las donaciones y regalos recibidos.

Posibles sanciones

En octubre de 2020, la entonces presidenta del Senado, Pilar Llop, advirtió a los diputados y senadores de «consecuencias importantes si mentían en sus declaraciones de intereses económicos». Sin embargo, no detalló en que consistiría el castigo y cuatro años y medio después su amenaza no se ha llevado a cabo.

Pedro Sánchez abogó el pasado julio por una reforma de los reglamentos del Congreso y del Senado para endurecer las sanciones a aquellos diputados y senadores que no presenten su declaración de bienes y actividades o que lo hagan con información falsa o incompleta. La medida está incluida en el Plan de Acción por la Democracia que el Ejecutivo pretende agilizar.