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Política

Sumar estrena con su apoyo a salir de la OTAN el desencuentro pactado con Sánchez

Fuentes de la coalición sostienen que la moción del BGN que apoyaron era «declarativa» y que «no sirve para nada»

Sumar estrena con su apoyo a salir de la OTAN el desencuentro pactado con Sánchez

Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. | Europa Press

Sumar votó el pasado jueves a favor de una proposición no de ley (PNL) del BNG para «oponerse» al plan de rearme propuesto por la Unión Europea y facilitar la salida de España de la OTAN. Todo el grupo parlamentario de Sumar se ha desmarcado del PSOE, que ha rechazado la iniciativa alineándose con el Partido Popular. La moción del BNG tiene el sabor de una prueba general de la estrategia de desencuentro pactado entre Sumar y el PSOE, que adelantó este diario y que se debería mantener en el futuro si el Congreso tiene que votar otras iniciativas inherentes al plan de rearme.

Yolanda Díaz ha tenido que escuchar las presiones internas, que llegan sobre todo de Izquierda Unida, Más Madrid y Compromís. Los partidos que conforman la coalición de Sumar avisaron a la lideresa de que para sus diputados sería inviable respaldar planteamientos relacionados con el rearme, so pena romper la disciplina de voto. Las formaciones llegaron a un acuerdo de mínimos en una reunión telemática el pasado lunes 10 de marzo, y después Díaz avisó a Pedro Sánchez en la Moncloa que no tiene margen como para afianzar una posición contraria a los partidos que conforman su alianza.

Sumar intentó añadir enmiendas a la iniciativa del BNG, que, sin embargo, se lo impidió. Los nacionalistas gallegos querían que se celebrara una votación por puntos, y Sumar prefirió desligarse del PSOE, aun abriendo un debate sobre la unidad del Gobierno. Sumar teme las críticas del sector izquierdista de Podemos, que en efecto espera un paso en falso de Díaz en la cuestión militar para atacar a la coalición y erigirse en únicos referentes del «no a la guerra» y «no al rearme belicista».

«Rearme» sí o no

Díaz aseguró a Sánchez que sus ministros no se opondrían a un mayor gasto militar (o en «seguridad») en el Consejo de Gobierno, pero sí escenificarían su disconformidad si el asunto llegara al Congreso, aunque dejarían al PSOE negociar con el PP su apoyo a la medida. Y ese planteamiento estratégico, adelantado por THE OBJECTIVE, se plasmó este jueves por primera vez en la Cámara Baja.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La PNL del BNG instaba al Gobierno en su punto 3 a «oponerse a la propuesta encabezada por la presidenta de la Comisión Europea, la señora Von der Leyen, de constituir un fondo de 800.000 millones de euros que se destinarán a gastos en Defensa y a la compra de armamento». También pedía «renunciar a cualquier aumento del gasto militar, que redundaría en una reducción de los recursos disponibles para destinarlos a políticas sociales o inversiones públicas necesarias» (punto 4) y «renunciar a la participación del Estado español en la OTAN, abandonando esta alianza y exigiendo su disolución» (punto 5). En todos esos puntos, Sumar votó en contra del criterio del PSOE.

La iniciativa del BNG irritó a Díaz porque en su sector consideran que es una propuesta política que «no sirve para nada». En Sumar recuerdan que se trataba de una votación con carácter «declarativo», por lo tanto, sin efectos reales en cuanto a la política del Gobierno. Pero la votación pudo fragmentar internamente a Sumar, dividido entre una posición frentista y un sector más abierto al diálogo, liderado por los afines a Díaz. En este segundo sector se habla de hacer «pedagogía» sobre el plan de rearme, e intentar centrarlo más en cuestiones de «seguridad» que de «defensa». Sobre todo, en «ciberseguridad» para dorar la píldora a su electorado.

Disidencia controlada

Sumar, por otro lado, coincide con Sánchez en su búsqueda de flexibilidad europea a la hora de calcular el incremento del gasto para el rearme. De acuerdo con el planteamiento de Sumar, Sánchez ha pedido incluso no emplear el término «rearme» para referirse al aumento del gasto en defensa. Según Sánchez, hay que «hablar de otra manera y dirigirnos a los ciudadanos de otra manera cuando hablamos de la necesidad de mejorar la seguridad y las capacidades de Defensa». Al igual que Sumar, el líder socialista apuesta por centrar los esfuerzos financieros en un «salto tecnológico» más que en la adquisición de aviones, tanques, misiles y artillería, tal y como propone el Libro blanco europeo.

Sánchez lidera el bloque de países que piden a la UE subvenciones directas para incrementar el gasto en defensa. La Moncloa quiere recuperar el modelo de los fondos contra la pandemia para así evitar tener que transferir partidas entre ministerios, puesto que sabe que activaría las críticas de los partidos contrarios al rearme que hablan de «recortes» en prestaciones sociales para afianzar una carrera armamentística. Así, Sumar escurre el bulto cuando se le pregunta sobre su posición si el Ejecutivo deberá finalmente aprobar partidas presupuestarias para comprar armas. Los de Díaz se agarran a ese clavo ardiendo mientras este jueves han puesto en marcha su plan de disidencia controlada dentro de la mayoría de Gobierno.

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