El entorno aún activo de Errejón estrecha lazos con IU y Yolanda Díaz para frenar a Más Madrid
El errejonismo quiere vengarse por el aislamiento impuesto desde la cúpula de Más Madrid tras el caso de acoso

Íñigo Errejón entra en el juzgado | Europa Press
El pasado miércoles, la diputada de Más Madrid, Loreto Arenillas, anunció su decisión de dejar el escaño en la Asamblea de Madrid de acuerdo con lo que le pedía su partido, pero tras ganar su batalla interna sobre el caso de presunto acoso que implicó a Íñigo Errejón en el verano de 2023. Más Madrid culpó a Arenillas de haber encubierto el asunto, cuando en octubre salieron a la luz más testimonios anónimos contra el dirigente madrileño. Ella rechazó las acusaciones y planteó una batalla interna, hasta que Más Madrid la ha exculpado de todo, a cambio de obtener su cese.
Esa operación corresponde según algunos a una «compra de voluntades» por parte de Más Madrid, y según otros a un alejamiento pactado pero bajo presiones insistentes por parte de la cúpula de la formación. Más Madrid, según estas fuentes, está trabajando para erradicar todo tipo de resquicio de errejonismo, convencido de que el ex líder del partido, que afronta un caso judicial por agresión sexual, se mueve para «vengarse» de sus excompañeros.
Arenillas ejerció durante años de jefa de gabinete de Errejón. Le acompañó desde los comienzos de Podemos, formando parte de los equipos que servían para definir el discurso del número dos y proyectar su imagen pública. Es una errejonista de pura cepa, a quien según las fuentes consultadas en Más Madrid, las «jefas» han querido alejar.
«Después de haberme roto en mil pedazos, tras el dictamen de garantías y la carta de dirección como elementos de reparación, necesito parar y seguir el camino de curarme y recomponerme. Nunca volveré a ser la misma, aunque mi militancia, mis principios y mis valores quedan intactos», dijo Arenillas en su carta de dimisión. Y añadió que en «esta época que nos ha tocado vivir (…) se juzga rápido, sin derecho a una defensa y la pena es el linchamiento más brutal que nadie podría imaginar. Desaparece el pensamiento crítico y emerge el pensamiento grupal, aquel al que no le importa la verdad, sino la inmediatez de la condena absoluta e irreversible».
Un sector que se mueve
La salida de Arenillas ha puesto sobre la mesa la duda sobre lo que queda del segmento errejonistas. Y varias fuentes activas tanto en Más Madrid como en Sumar (donde Errejón ejerció de portavoz parlamentario) aseguran que el ex dirigente y algunas de las pocas personas de confianza que le quedan no se están quedando quietos. Sostienen, en concreto, que están trabajando para ayudar a Izquierda Unida y a la propia Yolanda Díaz a reducir el espacio de Más Madrid en los delicados equilibrios madrileños.
Errejón nunca ha estado cerca de IU, y Díaz le pidió expresamente alejarse de la portavocía del Congreso cuando estalló el caso de sus presuntos acosos sexuales. Pero Más Madrid se enzarzó con él. Mónica García, Manuela Bergerot y Rita Maestre convocaron una rueda de prensa en la que cargaron contra el fundador de su partido, y enojaron a Errejón. Los partidarios de Errejón sostienen que el exportavoz aceptó la orden de apartarse, pero considera que las dirigentes de Más Madrid se han ensañado con él en exceso. Y a partir de ahora quiere que se limpien su imagen y su nombre.
Errejón sabe que entre Más Madrid y el sector de Yolanda Díaz las relaciones son más que mejorables. Y que en la ecuación entra Izquierda Unida. Los de IU abogan por un reencuentro con Podemos, pero en la realidad siguen trabajando de la mano de Díaz y ahora empujan para obtener la mayor cantidad posible de puestos de salida en las próximas listas electorales. IU perdió un eurodiputado porque Díaz desplazó a su candidata hasta la cuarta posición, y ahora quieren puestos altos en la lista de Madrid.
Más Madrid, sin embargo, exige a Díaz tener un control casi exclusivo de la lista en la capital. Están dispuestos a ceder el primer puesto para Díaz si se confirma como candidata nacional, pero quieren copar todos los demás. E Izquierda Unida aspira a ocupar uno de los puestos de salida, además de liderar las candidaturas andaluzas. Díaz no puede permitirse una ruptura con IU ni con Más Madrid, y en ese difícil encaje los «errejonistas» se estarían moviendo para ayudar a IU a frenar a Más Madrid.
Esa labor encubierta de asesoramiento y colaboración tiene el afán de vengar a Errejón por el trato sufrido en su partido cuando estalló la polémica sobre sus presuntos acosos. Este segmento está convencido de que la denuncia por agresión sexual fracasará en el tribunal, y que a partir de ese momento Errejón podrá por lo menos ver como la balanza se equilibra parcialmente a su favor. Aunque todos son conscientes de que es pronto para hablar del regreso del político. Lo que aseguran es que los suyos están trabajando para limitar el espacio y proyección de Más Madrid en esta lucha interna con IU para los puestos en la lista de Madrid.