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Un grupo de economistas catalanes desmiente que el Estado haya beneficiado más a Madrid

El Institut Ostrom cuestiona que el «efecto capitalidad» sea el motivo de la ventaja de la región presidida por Ayuso

Un grupo de economistas catalanes desmiente que el Estado haya beneficiado más a Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. | Europa Press

El think tank liberal Institut Ostrom, nacido en Cataluña y formado principalmente por economistas catalanes, ha publicado un nuevo informe sobre el «declive económico catalán» que desmonta algunos «mitos» sobre el déficit fiscal catalán y una supuesta voluntad del Estado de beneficiar a la Comunidad de Madrid respecto al resto de autonomías.

El informe, titulado Mitos y realidades del declive económico catalán, trata de explicar los motivos por los cuales Cataluña ha ido perdiendo peso económico desde 2010. Y en particular cómo, en 2017, en pleno procés independentista, se produjo el sorpasso de Madrid como nueva locomotora económica de España.

El documento aborda «la idea» preconcebida de que «el Estado ha favorecido a Madrid en la distribución de inversiones» para concluir que «aunque se han identificado problemas en la ejecución presupuestaria, el stock de capital público acumulado es superior en Cataluña que en Madrid, lo que contradice la narrativa de discriminación en infraestructuras».

¿Efecto capitalidad?

Los economistas del Institut Ostrom también cuestionan el llamado «efecto capitalidad», que sirve a algunos economistas -y se repite en las tertulias políticas- para dar una explicación a las supuestas ventajas de Madrid frente al resto. A juicio de este grupo de economistas, la ventaja de Madrid respecto a Cataluña se debe a una menor carga regulatoria y una gestión institucional más eficiente.

«Que Madrid sea la capital, como sugieren los datos mostrados más arriba, no ha implicado que se haya situado en un nivel de valor agregado por encima de Cataluña. De hecho, algunos autores sugieren que la descentralización política y fiscal podría haber favorecido la búsqueda de rentas en torno al capital político en otras regiones periféricas, incluida Cataluña (Arruñada, 2024)», explican.

Con respecto a la cuestión demográfica –la Comunidad de Madrid tiene un millón menos de habitantes– y las economías de aglomeración, se refieren a dos cuestiones que refuerzan la tesis de que son «los factores endógenos o institucionales los que tienen un mayor peso a la hora de explicar la evolución de Madrid y Cataluña».

Por un lado, el aumento de la población y del número de ocupados que se observa en Madrid podría ser debido a, precisamente, su política económica. «Una región que ofrece un buen clima para hacer negocios y crear empleo tiene un mayor potencial para crear empleos menos productivos, ya que el coste por ocupado también es menor».

Al mismo tiempo, añaden, «si una comunidad autónoma dificulta la actividad empresarial, el empleo que se destruye es el de menor valor añadido, por lo que reflejar los datos de valor añadido ajustado por ocupado puede dejar en mejor lugar a una región con un peor desempeño regulatorio».

Cataluña: 770 normas de media

El Institut Ostrom detecta que la regulación catalana y una «deficiente calidad institucional», que merma la confianza de ciudadanos y empresas con sus propias instituciones, están estrechamente vinculadas con el «declive económico». Como ejemplo, explican que la región promulgó 772 normas anuales de media entre 1995-2020, con una elevada litigiosidad. «Si redujera la complejidad normativa al nivel de Madrid o el País Vasco, experimentaría un aumento del 1,41% en el nivel de ocupación y 0,25% en el número de empresas activas».

El estudio matiza también que, si bien la diferencia económica entre regiones puede ser explicada en parte por factores históricos y estructurales, en el caso catalán «hay elementos específicos que han contribuido a su estancamiento». Entre los indicadores analizados, se destaca que «la Comunidad de Madrid genera 6.500 millones de euros más que Cataluña», lo que refleja una diferencia de renta per cápita del 18% a favor de Madrid. Además, se señala que Cataluña ha crecido por debajo de la media nacional desde 1978 y ha experimentado un descenso en su PIB per cápita relativo a la media de la Unión Europea desde 2010.

Once impuestos propios

En el ámbito fiscal, Cataluña es la comunidad con mayor número de tributos propios (11 impuestos más) y una de las menos competitivas en términos de presión fiscal, lo que desincentiva la inversión y la atracción de talento. Al mismo tiempo, afirman, no hay un entorno regulatorio estable y predecible para garantizar un desempeño económico positivo. Pese a todo, Cataluña representa un cuarto de la industria manufacturera y sigue liderando en el número de exportaciones, captación de talento digital, atracción de inversión extranjera tecnológica, patentes y producción científica.

El informe recomienda que Cataluña «emprenda profundas reformas institucionales», reduzca «la carga regulatoria» y mejore la «estabilidad normativa» y la creación de un entorno fiscal más competitivo» en lugar de señalar el modelo de Madrid como responsable de su declive.

El Institut Ostrom forma parte de Atlas Network, la red de think tanks liberales más relevante a escala internacional. No recibe fondos públicos e incluso algunos de sus expertos se consideran favorables a la independencia de Cataluña. No obstante, en su informe se desmarcan de las tesis económicas imperantes sobre un supuesto agravio estructural del Estado contra Cataluña.

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