Sánchez aprovecha los aranceles para retrasar los Presupuestos: «Pasan a un segundo plano»
Ferraz ordena a la Ejecutiva celebrar actos explicativos sobre los aranceles para preparar el terreno de un nuevo retraso

Pedro Sánchez junto a María Jesús Montero y Yolanda Díaz. | La Moncloa
El Gobierno ya ha tirado la toalla con los Presupuestos Generales del Estado de 2025 y prepara el terreno para hacer lo propio con los de 2026. A una semana de que expire la fecha tope para tomar la decisión sobre la presentación de las cuentas públicas, el mes de mayo, el presidente Pedro Sánchez ya ha constatado que no se dan las circunstancias para poder presentar los Presupuestos en el presente ejercicio. Junts no estará en condiciones de un acercamiento con el Gobierno hasta que el Tribunal Constitucional emita su dictamen favorable a la amnistía para los delitos de malversación. Y Podemos amenaza ya con frustrar la presentación de las cuentas del próximo año 2026, por su revancha interna con Sumar y su necesidad de reflotar a una formación al borde del naufragio definitivo.
En este contexto de congelación presupuestaria, las fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE evidencian que la estrategia pasa por parapetarse en la guerra comercial y la amenaza de los aranceles anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump, para dejar los presupuestos «en un segundo plano». La emergencia derivada del «cambio en el orden mundial» ha puesto a Sánchez «en modo pandemia», en un estado de «emergencia» que facilita que se orille la presentación de un proyecto de ley presupuestaria para la que no hay apoyos suficientes.
Por ello, y pese a que el mensaje oficial es que «trabajamos para poder presentar unas cuentas públicas», fuentes de Moncloa explican a este periódico que «la prioridad ahora mismo son los aranceles» y cuantificar el efecto que, dentro de 90 días, tendrán sobre la economía española. El Gobierno acusa ya las primeras consecuencias de las amenazas de la nueva Administración estadounidense sobre el comercio exterior español e incluso prevén una caída de medio punto en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en España, que diferentes organismos internacionales y nacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco de España sitúan por encima del 2,5% para 2025 pese a la guerra comercial y los cambios geopolíticos.

Riesgo «moderado»
Tras su reunión con el secretario de Estado del Tesoro, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, habló el pasado domingo en una entrevista en el diario El Mundo de un riesgo «moderado» de «varias décimas de PIB o de medio punto en función del escenario». De momento, el Ejecutivo confía en un impacto menor, sobre todo comparativamente respecto al resto de economías de la zona euro porque «estamos menos expuestos que nuestros socios europeos» ante esta nueva ola proteccionista. Un impacto mayor del previsto y el factor tiempo -que el temporal arancelario no escampe hasta 2026- harían desvanecer el relativo optimismo que se respira en el Gobierno, donde impera el refranero sanchista de hacer de la necesidad virtud.
En Moncloa calibran diferentes escenarios a la espera de acontecimientos, pero aprovechando la ocasión que brinda el momento. Entienden que la obligación constitucional de presentar Presupuestos -incumplida en 2023 por las elecciones municipales y generales y en 2024 por las catalanas- quedaría en suspenso en un clima de economía de guerra, como sucedió el año del covid-19, cuando se sucedan las revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento y los consejos europeos para buscar acciones concertadas en la zona euro. A ello se aferra el Ejecutivo para dejar en stand-by la presentación de los nuevos Presupuestos, con la excusa de un contexto cambiante en el plano macroeconómico que hay que combatir con medidas urgentes desde el Consejo de Ministros, que requieran de la unidad y la solidaridad de los grupos parlamentarios.
Ferraz ordena celebrar actos sobre los aranceles
Es la estrategia que ya se ha puesto en marcha desde el Palacio de La Moncloa, que, en esta ocasión, ha confiado la tarea a uno de los perfiles más ‘vendibles’ del Consejo de Ministros. Moncloa centraliza la política comunicativa y multiplica las intervenciones de Carlos Cuerpo en periódicos y televisiones, conscientes de que su mensaje moderado dista mucho de la imagen estridente de la vicepresidenta y candidata andaluza, María Jesús Montero. Cuerpo repite en cada intervención que «es el presidente del Gobierno” quien le ha hecho «el encargo» de dar toda la información posible a los grupos de la oposición porque «la respuesta tiene que construirse de manera conjunta desde los partidos y las comunidades». Aprovechando la interlocución fluida de Cuerpo con el económico popular, Juan Bravo, el Gobierno apremia al PP para aprobar el decreto de 14.000 millones de ayudas a los sectores afectados por los aranceles.
El mensaje se sucede mientras Ferraz ha dado la orden a la Ejecutiva federal del PSOE y a los grupos parlamentarios de Congreso y Senado de celebrar actos explicativos sobre los aranceles en las agrupaciones socialistas. Este mismo martes, lo hará el secretario ejecutivo de Política Municipal, Alejandro Soler, en Elche para «analizar el impacto de la política de aranceles». Las convocatorias se irán multiplicando en diferentes federaciones a lo largo de esta semana y las venideras. Se trata de ir preparando el terreno para que cale en el ánimo colectivo la gravedad del momento y sirva para justificar el nuevo retraso de los Presupuestos si, como parece, el Gobierno no consigue aplacar el ánimo destructivo de Junts y Podemos. Este es el escenario más probable, a tenor de las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, que no se lleguen a presentar las cuentas públicas por imposibilidad de aprobarlas, con el argumento empleado por la portavoz, Pilar Alegría, de «no hacer perder el tiempo al Congreso». Un hipotético nuevo incumplimiento constitucional que supondría un nuevo hito para Pedro Sánchez: estar toda una legislatura sin haber presentado siquiera unos Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno trabaja para evitarlo; está por ver que pueda.