El Gobierno no sabe si mantendrá los 10.000 millones de gasto extra en Defensa desde 2026
La OTAN exige que la inversión del 2% del PIB sea permanente y que se mantenga en el tiempo de forma estructural

Pedro Sánchez, durante la presentación del gasto extra de Defensa de 10.000 millones. | A. Pérez Meca (Europa Press)
El Gobierno español no sabe a día de hoy si mantendrá el aumento de 10.000 millones de gasto en Defensa a partir del año 2026. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes que España cumplirá con el objetivo de llegar al 2% del producto interior bruto (PIB) en este 2025, pero no hay certeza de que esta cifra se mantenga en el futuro. En Moncloa se indica que se hará una evaluación cuando toque y que todo dependerá del contexto económico, mientras que en el Ministerio de Defensa no aclaran este extremo.
Durante su rueda de prensa de este martes, Pedro Sánchez se refirió a que estos 10.471 millones de euros extra –hasta totalizar 33.123 millones– se desplegarán en 2025, pero no ha confirmado si este gasto extra se consolidará en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de los próximos años. Posteriormente, fuentes del Ejecutivo han indicado a THE OBJECTIVE que «ya veremos si se consolida el gasto del 2% en Defensa. De momento es solo para 2025, como ha dicho el presidente, y luego veremos en función del contexto internacional y geopolítico».
Y agregan que «estamos hablando de una contribución puntual de 10.000 millones que se hace vía modificaciones presupuestarias, porque tenemos superávit de recaudación en la caja. Y la situación económica puede cambiar, entre otras cosas, por la crisis de los aranceles», han concluido. Este matiz es clave para cumplir con las exigencias de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya que el compromiso es llegar anualmente al 2% del PIB. Es decir, que todo este volumen se debe incorporar como una inversión permanente y no como un gasto puntual. Si no se mantiene este gasto en 2026 y en adelante, se volverán a vulnerar los compromisos adquiridos con la alianza atlántica.
Desglose del gasto
Los datos de la OTAN indican que España realizó en 2024 un gasto en Defensa equivalente a 19.723 millones de euros, lo que supone un 1,3% del PIB. Para 2025, el Ejecutivo asume que esta cifra está ya cerca de los 23.000 millones y que –con un crecimiento del producto interior bruto cercano al 2,5%– el 2% se cubriría con esta inversión extra de 10.000 millones. Para cumplir con los objetivos globales, el Gobierno deberá realizar todos los años una inversión mínima de 33.000-34.000 millones, es decir, que este gasto extra de 10.000 millones debe ser permanente en todos los casos.
Con todo, las fuentes consultadas indican que es muy difícil mantener esta cifra en el tiempo, en primer lugar por el tiempo de despliegue que tengan los planes anunciados. Pedro Sánchez desgranó el anuncio de los 10.000 millones extra en 3.713 millones para la mejora de las condiciones laborales, preparación y equipamiento de las Fuerzas Armadas; 3.263 millones para «crear un escudo digital para España»; 1.962 millones para comprar nuevos equipos de defensa y disuasión; 1.751 millones para el apoyo a la gestión de emergencias y desastres naturales; y 329 millones para mejorar las condiciones de seguridad de los militares españoles desplegados en el exterior.
Al analizar estas cifras, parece difícil creer que estemos ante gastos que se ejecuten durante un solo año, lo que aumenta la posibilidad de que los 10.000 millones comprometidos se apliquen para un periodo superior, incluso de varios cursos. Del mismo modo, también es muy poco probable –analizando solo los datos– que en sucesivos años se vuelvan a aplicar gastos equivalentes de manera anual y en cada uno de los apartados que se han detallado.
Fondos europeos
Otro motivo para poner en duda que este gasto extra de 10.000 millones se mantenga más allá de 2025 es el origen de los fondos que se utilizarán este año. Sánchez ha indicado que esta inversión no supondrá ningún impacto en las cuentas del Estado, ya que saldrá de una resignación de los Next Generation y del ahorro obtenido en partidas de los presupuestos de 2023, prorrogados desde entonces y que no se han gastado hasta la fecha. Una sucesión de acontecimientos que no se volverán a repetir en años venideros, en especial porque los fondos europeos no se pueden invertir más allá de agosto de 2026.
Por otro lado, parece claro que todo el dinero «nuevo» que entre este 2025 será de gastos indirectos relacionados con la Defensa, como ha sido la tónica hasta la fecha. Este diario ya publicó que el gasto real en el Ministerio de Defensa cayó al 0,88% del PIB durante 2024, cuatro centésimas menos que el 0,92% que se alcanzó en 2023 y el mismo dato que 2021, antes de la invasión rusa a Ucrania y de que la OTAN y la UE pidiesen aumentar su gasto en estas partidas. Es verdad que en este periodo los pagos realizados a esta cartera pasaron de 10.821 a 13.934 millones, pero el crecimiento mayor del PIB hizo que el porcentaje final fuese idéntico.
Ministerio de Defensa
De esta manera, al gasto real en el Ministerio de Defensa, el Gobierno ha sumado en los últimos años gastos indirectos (basándose en las directrices de la OTAN) como las pensiones pagadas a los militares jubilados y a los civiles empleados en departamentos militares; el gasto de carácter militar de actividades mixtas civiles-militares; y el coste de las tropas del Ministerio del Interior como las fuerzas policiales nacionales, la gendarmería, los carabineros, las guardias costeras en la proporción en que estas fuerzas estén entrenadas en tácticas militares y equipadas como una fuerza militar.
Sin embargo, en el sector hay dudas de que los nuevos gastos aprobados por el Gobierno referidos a ciberseguridad, mejora de las condiciones laborales o gestión de desastres naturales, puedan incorporarse como parte del nuevo gasto militar. En este caso, la última palabra la tendrá la OTAN, que es el organismo que debe validar todas las partidas y confirmar si es que efectivamente se está cumpliendo con el 2% del PIB comprometido.