El Gobierno renueva a la baja el contrato para que Meliá atienda a mandatarios en El Pardo
La pública Paradores no se ha presentado ahora a la puja tras quedar segunda en 2021 en una licitación sin publicidad

Felipe VI junto al colombiano Gustavo Petro, último mandatario que ha realizado una visita de Estado a España. | Foto: Antonio Gutiérrez (EP)
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha renovado el contrato para que la empresa hotelera Meliá gestione el servicio de restauración y gestión de habitaciones en el Palacio de El Pardo cuando se producen visitas de Estado a España de mandatarios extranjeros y se alojan en esta residencia oficial con su comitiva. El precio final de 220.000 euros (IVA incluido) por dos años prorrogables es inferior a los 260.000 comprometidos a principios de 2021 por la misma duración.
Al igual que en la licitación de hace cuatro años, el Gobierno ha llevado a cabo todo el proceso de adjudicación sin publicidad previa. A finales de febrero entregó un pliego a tres compañías hoteleras que eligió a dedo, con una estimación del contrato bianual de 396.000 euros (sin IVA), y solo Meliá respondió con una oferta. El departamento que dirige José Manuel Albares ha abierto un plazo de 15 días hábiles para eventuales alegaciones de empresas. Un período que concluye el próximo 13 de mayo.
La compañía balear tendrá que prestar «los servicios de habitaciones, alimentación, bebida y otros habituales del sector hotelero» cuando una delegación extranjera se aloje en El Pardo y «ocasionalmente puede ser en otro Real Sitio que se determine por la Casa de SM El Rey a solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores», se indica en la resolución del contrato del pasado 16 de abril a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Hasta 2021, el Gobierno tenía un contrato con la pública Paradores -por un montante desconocido- para desarrollar la gestión de hotelería de El Pardo, la antigua residencia de Franco que ahora se utiliza para alojar a mandatarios internacionales en visita en España. La ley de Contratación Pública de 2017, impulsada por el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, obligó desde entonces al Ejecutivo a licitar este trabajo a tres competidores debido a su cuantía y aunque fuese sin publicidad, como ha sido en este caso.
Cuando el Gobierno remitió el pliego de condiciones a tres empresas hace cuatro años, solo dos pujaron por el contrato: Meliá y Paradores. El valor estimado del mismo -de dos años con posibilidad de ampliarlo a otros dos, aunque mediante prórrogas anuales- se estimó entonces en 508.085,47 euros, lo que daba una idea del gasto que el Ejecutivo abonaba hasta ese momento a la compañía pública, la citada Paradores.
El ganador de la licitación fue la compañía de Gabriel Escarrer por una cifra sensiblemente inferior, casi a la mitad de precio. En la nota de la adjudicación de 2021 se subrayó que Meliá obtuvo una puntuación de 19 puntos «en la valoración de los criterios sometidos a juicio de valor», mientras que Paradores se quedó en 14. Además, en relación con la oferta económica, Meliá ofertó «unos precios unitarios que mejoran los ofertados por Paradores». Es decir, eran de menor cuantía. Ahora, la empresa pública que dirige la exministra Raquel Sánchez no ha pujado.
La antigua residencia oficial del dictador Francisco Franco fue rehabilitada durante la democracia para acoger a mandatarios extranjeros y sus comitivas de visita en nuestro país. En realidad, el Gobierno de turno ofrece al invitado alojarse en dicho palacio a coste cero junto a su séquito, pero la mayoría de dignatarios prefieren quedarse en un hotel del centro de Madrid. Las condiciones a las que se obliga en el contrato cubren los servicios sanitarios y de limpieza, todo lo relativo al servicio de restauración, así como el suministro de comidas y bebidas. Este medio no ha accedido al pliego de la oferta, pero lo lógico es que el servicio que ofrezca Meliá sea ‘premium’ como si se tratara de un hotel de cuatro o cinco estrellas.
Normalmente, España recibe una o dos visitas de Estado al año de mandatarios extranjeros en condiciones normales, así que el trabajo de Meliá en el Palacio de El Pardo es ocasional. Sin embargo, el pasado 2024 se cerró sin haber recibido ni una sola visita de Estado, algo que es muy excepcional en una democracia abierta al mundo y en una situación de paz y normalidad, sin pandemias de por medio, según desveló El Debate.
Las visitas de Estado son las de mayor relevancia en las relaciones internacionales y dependen de Exteriores. Desde que Albares fue nombrado jefe de la diplomacia, solo se han recibido tres visitas de Estado a España: las del presidente de Italia (2021), el emir de Qatar (2022) y el presidente de Colombia (2023). Algo muy llamativo porque siempre ha habido lista de espera de países que deseaban ser invitados a España.
Este lugar es la residencia oficial de jefes de Estado extranjeros desde 1983 y sus orígenes como cazadero real están vinculados al Monte de El Pardo, según la página web de Patrimonio Nacional. Mandado construir por el emperador Carlos V en el siglo XVI, fue ampliado por mandato de Carlos III en el siglo XVIII.