Polémica en Defensa por la salida de dos generales de una empresa tecnológica
Tras el fichaje frustrado del exdirector del Ceseden por Oesía, ahora se da la inesperada marcha de un vicealmirante

Margarita Robles (d) escucha al presidente del Grupo Oesía, Luis Furnells (i). | Flickr M.Defensa
El Grupo Oesía, una de las empresas tecnológicas más pujantes del sector de seguridad y defensa en los últimos años, ha prescindido en los últimos meses de dos ex altos cargos de la Armada. Se trata del exdirector del Centro Superior de Estudios de las Fuerzas Armadas (Ceseden), el teniente general de Infantería de Marina, Francisco de Paula Bisbal; y el exjefe de la Dirección de Sostenimiento de la Jefatura de Apoyo Logístico, el vicealmirante Benigno González-Aller. Fuentes militares consultadas por THE OBJECTIVE lo justifican por las presiones ejercidas desde el Ministerio de Defensa, si bien el segundo mando lo niega.
El fichaje de Bisbal por Oesía se aprobó rápidamente -el Gobierno autorizó su incorporación a dicha empresa un mes después de su paso a la reserva en diciembre de 2023-, pero se frustró en el último momento. El 31 de enero del año pasado apareció la luz verde en el Portal de Transparencia, pero las interferencias de Defensa dieron al traste con las posteriores negociaciones del contrato. En el equipo de Margarita Robles no gustó que el teniente general se resistiese a dejar una vivienda oficial en la base naval de San Fernando (Cádiz), según las citadas fuentes.
Finalmente, el exdirector del Ceseden se ha quedado como asesor del presidente de General de Alquiler de Maquinaria (GAM), una compañía especializada en la gestión integral de parques de maquinaria industrial, y como consejero de Iberdrola Energía Internacional, cargo al que llegó en julio del año pasado. Fue la autorización de la Oficina de Conflictos de Interés que más tiempo tardó en llegar, casi siete meses.
El caso de González-Aller es diferente. Oesía ubicó el año pasado al vicealmirante al frente del área de Ciencia y Tecnología después de su paso por una de las unidades más sensibles de la Armada. La Dirección de Sostenimiento de la Jefatura de Apoyo Logístico se encarga de la operatividad de los medios y sistemas con los que cuenta la Marina para posibilitar el alistamiento de sus unidades, así como los planes de baja o desarme formulados por el Estado Mayor y el seguimiento de las tareas de mantenimiento de los arsenales.
González-Aller salió de la Armada después de que Robles le descartase para el ascenso a almirante. Tras su entrada en la compañía privada, acompañó hace un año al presidente de Oesía, Luis Furnells, a una reunión con el jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Antonio Piñeiro. Sin embargo, renunció a seguir en la compañía tecnológica hace varias semanas, un hecho que ha sorprendido a sus compañeros de armas. Sobre todo, después de que el vicealmirante haya presentado su candidatura a uno de los puestos a los que puede optar como oficial en la reserva.
El Grupo Oesía cuenta con una veintena de exmilitares de alta graduación en sus equipos directivos. El más conocido entre sus asesores es el general Miguel Ángel Ballesteros, que dirigió el Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno entre 2018 y 2023. La empresa que dirige Furnells tiene cinco marcas: Oesía, dedicada a la transformación digital; Tecnobit, para defensa y aeroespacial; Cipherbit, para ciberseguridad y comunicaciones cifradas; UAV Navigation, para vehículos no tripulados; e Inster, para comunicaciones satelitales y de movilidad.
En el ejercicio 2024 cerró con un beneficio de 13,7 millones de euros, un 48% más que en 2023, y obtuvo unos ingresos de 256 millones, un 16% más. El grupo empresarial prevé una inversión de 20 millones en su planta de Tecnobit en Valdepeñas (Ciudad Real), con el objetivo de triplicar la producción y crear 200 nuevos puestos de trabajo, según publicó Infodefensa recientemente.