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Política

Los eurodiputados de SALF rompen con Alvise y denuncian «corrupción, chantaje y populismo»

Junco y Solier, dos y tres de la lista de Luis ‘Alvise’ Pérez en las pasadas europeas, se declaran independientes

Los eurodiputados de SALF rompen con Alvise y denuncian «corrupción, chantaje y populismo»

Alvise junto a Nora Junto y Diego Solier. | EFE

Los eurodiputados Nora Junco y Diego Solier, elegidos en las elecciones europeas de 2024 por la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta (SALF), han roto públicamente con quien encabezó aquella candidatura, Luis ‘Alvise’ Pérez. En una declaración difundida este martes, ambos parlamentarios aseguraron que llevan meses sin mantener «ningún vínculo político ni operativo» con Alvise y marcaron distancias con sus métodos y con el entorno del agitador, actualmente investigado por varios delitos graves.

«Las investigaciones judiciales abiertas contra el señor Pérez por presuntos delitos que incluyen corrupción, estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental, y su confesión pública sobre la recepción de dinero en efectivo, nos obligan a marcar una frontera ética y política clara: ni compartimos sus métodos ni participamos de su entorno», afirmaron Junco y Solier en el comunicado.

Ambos figuran ya como eurodiputados independientes en la web del Parlamento Europeo, integrados en la delegación española del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que los admitió en diciembre tras vetar al propio Alvise por sus causas judiciales. Desde entonces, subrayan, su actividad parlamentaria ha sido «plenamente independiente».

Tensión en Se Acabó La Fiesta

La ruptura se produce en un contexto de creciente tensión entre los tres representantes electos de SALF. Junco y Solier han presentado una denuncia contra Pérez por presuntas «difamaciones, coacciones y chantajes». Estas acciones legales responden a las declaraciones de Pérez, quien les acusó en una entrevista de haber recibido presiones por su apoyo al rearme europeo, sugiriendo que «lobbies podrían haber venido por detrás» para «comprar» a los eurodiputados.

«Sus ataques personales, las amenazas públicas y privadas y las campañas de desinformación contra nosotros —incluyendo acusaciones absurdas y fabricadas— no sólo carecen de verdad, sino que revelan un estilo profundamente antidemocrático e incompatible con una labor institucional seria», denunciaron.

Junco y Solier afirman seguir comprometidos con los más de 800.000 votantes que confiaron en ellos. Reivindican una política «honesta, al servicio de la gente corriente, con las manos limpias y fiscalmente responsable». Al mismo tiempo, arremeten contra la contradicción de «hablar de regeneración mientras se acepta el matonismo, el chantaje o el dinero negro».

Su proyecto político, explican, aspira a ser «una alternativa conservadora firme, moderna, crítica pero europeísta, centrada en soluciones reales, alejada de espectáculos, conspiraciones o populismos tóxicos».

Alvise, que permanece como único español en la bancada de los No Inscritos, podría estar en negociaciones para integrarse en el grupo de extrema derecha Europa de las Naciones Soberanas, dominado por la alemana AfD, según medios especializados en política comunitaria. Mientras tanto, la fractura interna de SALF es ya un hecho consumado en Bruselas.

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