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Política

Alvise vuelve a pedir dinero tras los reveses judiciales y el fiasco con las criptomonedas

El líder de SALF perdió en septiembre el control de cuatro billeteras ‘cripto’ con miles de euros en donaciones

Alvise vuelve a pedir dinero tras los reveses judiciales y el fiasco con las criptomonedas

El líder de SALF, Luis 'Alvise' Pérez. | Ilustración: Alejandra Svriz

El líder de Se Acabó La Fiesta (SALF), Luis ‘Alvise’ Pérez, ha vuelto a pedir dinero a sus seguidores tras los últimos reveses judiciales y la grave crisis interna en su formación antisistema con la marcha de sus compañeros en el Parlamento Europeo, Diego Solier y Nora Junco. En esta ocasión, ha facilitado dos cuentas que ya tenía abiertas antes de presentarse a los comicios del año pasado. Todo ello tras el fiasco con las cuatro billeteras en criptomonedas que puso en marcha las semanas previas al 9-J con la ayuda de Álvaro Romillo, propietario de Madeira Invest Club y la persona que se quedó en último término con el dinero que aportaron sus ‘ardillas’.

Alvise publicitó este martes dos cuentas a las que poderle hacer donaciones a las pocas horas de que se conociese su condena a pagar 20.000 euros al exministro socialista José Luis Ábalos por intromisión ilegítima en su honor y a la propia imagen. «Si te parece poco para haberle jodido la vida política a Ábalos, puedes colaborar donando», señaló el eurodiputado a sus casi 700.000 seguidores en Telegram.

En esta ocasión, Alvise aportó una cuenta abierta hace varios años en Patreon, donde las donaciones se realizan a través de suscripciones mensuales. En la actualidad, cuenta con 348 ‘mecenas’ y sus únicas publicaciones datan de 2020, cuando aún no había dado el paso de entrar en política. En esta plataforma, el líder de SALF subraya que el éxito «no depende de los ceros de una cuenta bancaria ni de las concesiones y poder de un canal televisivo», sino que únicamente basta «la fuerza de una idea a la que le ha llegado su momento».

«Si todos nosotros, sin nada más que mi tiempo libre y mis ahorros, estamos logrando torcer la voluntad de una mafia mediática y un gobierno criminal, qué no haríamos con la mitad del poder económico y mediático del que disfruta Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Antonio García Ferreras o Ana Pastor. Llevo, como sabéis, rechazando durante años cualquier tipo de apoyo económico por mi insistencia en este principio de carácter moral y mi absoluta autosuficiencia financiera con mi oficio como analista y consultor, y así podemos continuar», hace hincapié en el párrafo en el que sugiere por qué se le puede ayudar.

«Personalmente, seguiré luchando con mi propio patrimonio para que no destruyan el único lugar del mundo al que puedo llamar hogar. No somos sumisos. No somos esclavos. Somos españoles, y sabemos LUCHAR», indica el eurodiputado a sus potenciales ‘mecenas’ tras varios meses sin publicitar el sorteo de su sueldo como eurodiputado.

La segunda cuenta está alojada en Revolut, el banco móvil -o neobanco en el argot financiero- que permite realizar pagos y retiros en múltiples divisas sin comisiones hasta ciertos límites. También facilita el enviar o recibir dinero del extranjero. La numeración, con su correspondiente IBAN, es la misma que el líder de SALF suministró a sus seguidores hace un año junto a las billeteras ‘cripto’ (ver abajo). En aquel momento, Alvise también facilitó un número de cuenta corriente en el Banco Sabadell, pero ahora no aparece en el mensaje del pasado martes.

El eurodiputado perdió en septiembre el control de las cuatro cuentas en criptomonedas donde habían llegado donaciones de sus seguidores, al admitir a THE OBJECTIVE que los últimos movimientos que se han producido en las semanas previas desde esos monederos virtuales no habían sido bajo su responsabilidad.

El activista en redes proporcionó justo al inicio de la campaña electoral una billetera electrónica en moneda ethereum que empezaba por 0xe3db y acababa por A041e648. Desde el 25 de mayo hasta el 31 de mayo, ese monedero virtual recibió varios donativos de poca cuantía: 272,90 dólares en total (243,93 euros al cambio de entonces). Previamente, se produjo el vaciado de dicha cuenta a una billetera nueva el 12 de septiembre, un día antes de que El Confidencial publicase la noticia de que Alvise Pérez estaba moviendo 100.000 euros en bitcoins a una cuenta donde había fondos de Madeira Invest Club.

Tras ello, le siguieron dos transferencias a la cuenta nueva desde la entidad financiera dirigida por Romillo en la noche del 15 de septiembre… solo unas horas antes de que la compañía anunciase en la mañana del día 16 que bloqueaba todos sus activos y cerraba su página web. Fueron dos transferencias de tokens ERC-20, otro tipo de criptomoneda: el primero, por un importe de 73.075,61 dólares (65.319,36 euros) y el segundo, de 10.274,60 dólares (9.184,05 euros). En total, se movieron 83.622,9 dólares (74.747,17 euros al cambio actual) en tres días a una billetera de criptodivisas en vísperas del cese de operaciones del club inversor.

Mensaje de Alvise el pasado martes (i) e imagen de la cuenta del líder de SALF en Patreon (d).

Esta operación de que se ingresase un dinero de SALF en una cuenta de criptodivisas para que, acto seguido, Madeira inyectase una importante suma de dinero en ella ya se utilizó con las donaciones recibidas en bitcoin en una de las cuentas de Alvise. Fue la billetera con la numeración que empezaba por bc1qzdjqr95 y concluía por 44yq7zvq. Desde el 25 de mayo hasta el 25 de julio, esa wallet de Alvise recibió un total de 6.568,22 dólares (5.871,07 euros) en pequeñas donaciones aportadas por las ardillas de la formación antisistema.

Ese día de julio todo el dinero se transfirió a otra billetera bitcoin terminada en dy7c2tugfqe3q. En esta última cuenta hubo varios movimientos a posteriori, pero destaca uno del 24 de agosto consistente en el ingreso de dos bitcoin cuyo valor fue de 113.449,57 dólares (101.408,03 euros), aunque ese valor fluctúa cada día por la propia naturaleza de esta criptodivisa y su volatilidad. A mediados de septiembre seguían sin tocarse y la cuantía ascendía entonces a 127.772 dólares (114.210,28 euros).

Alvise se desmarca de la operativa financiera

Ese movimiento provino de una cartera virtual que figuraba como uno de los métodos de pago disponibles en la página web de Madeira Invest Club, lo que evidencia que estaba gestionada por la entidad dirigida por Romillo, conocido en el mundo de las criptomonedas y el blockchain con el seudónimo de Luis Cryptospain.

Alvise se desmarcó de toda esta operativa financiera con sus cuentas de donativos y echó la culpa del vaciado de las mismas al dueño de Madeira. Sobre todo, después de que este último reconociese en su denuncia ante la Fiscalía General del Estado que una de sus tareas encomendadas por el líder de SALF era «crear y dirigir las wallet que (el eurodiputado) publicita en su Telegram para recaudar fondos».

Fragmento de la denuncia presentada por el dueño de Madeira Invest Club, Álvaro Romillo.

Tres días después, el 7 de abril, el líder de SALF volvió a contactar con Romillo para que le facilitase una cuenta ‘cripto’ «donde pudieran ingresarle 10.000 euros» y pasadas 48 horas, le amplió el radio de acción. «Me indica que tiene varias necesidades», explica el dueño de Madeira en su denuncia contra Alvise. «Necesidad de tráfico y alcance, fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas, fondos para el partido y dinero para afrontar ciertas multas por revelación de secretos contra el Estado y la protección de datos», resumió el empresario.

La confianza entre ambos fue a más, pues Alvise pidió días después a Luis Cryptospain que le crease y tutorizase «una wallet para la recaudación de fondos de sus seguidores» y le trasladó «la urgente necesidad de recoger fondos», preguntándole si conocía gente que «pudiera estar interesada en apoyar una comunidad como la suya». Romillo le preguntó cuánto dinero necesitaba y el líder de SALF le respondió que «entre 300.000 y 360.000 euros».

La UE prohíbe las transacciones anónimas

A finales de abril del año pasado llegó un jarro de agua fría con la decisión de la Unión Europea de prohibir las transacciones anónimas realizadas a través de billeteras de auto custodia, por lo que Alvise recurrió a Romillo. «Como voy a renunciar al 100% del sueldo público, me viene bien también eso para financiar la aventura política», le indicó en uno de los mensajes incluidos en la denuncia. El líder de SALF subrayó que «el cash es irrastreable» y eligió a su interlocutor para que le gestionase sus cuentas de donaciones. «Hecho; confío en ti como custodio», le dijo.

El propietario de Madeira le envió el 25 de mayo la identificación de las billeteras que Alvise luego publicitó en sus redes para captar fondos, pero el primero siempre tuvo el control de las mismas al tener la «frase semilla» de cada una de ellas. Es decir, el conjunto de palabras que se utiliza como una clave secreta para acceder a una billetera de criptomonedas. «Le voy informando de los ingresos. Sin embargo, él me indica que va demasiado lento y que el tiempo le come para los pagos de la campaña. Finalmente, el día 27 de mayo de 2024 le digo que puede pasarse por el Sentinel para recoger en efectivo la cantidad de 100.000 euros», relató Romillo, a lo cual Alvise le respondió: «100%. Me posibilitas una parte urgente de la campaña. Mil gracias tío».

La entrega de ese dinero en metálico al líder de SALF se produjo en las oficinas madrileñas de Sentinel BQ, una empresa del mismo dueño de Madeira que disponía de 5.000 cajas de seguridad fortificadas y que permitía hacer intercambios de dinero bajo una promesa de total confidencialidad: a espaldas de Hacienda y sorteando las medidas antifraude a las que están obligadas las entidades financieras.

El propio Romillo admitió en la propia denuncia que se preparaba para un complicado horizonte judicial, al hacer hincapié a la Fiscalía General del Estado que estaba dispuesto «a asumir las responsabilidades tanto penales como civiles que pudieran resultar finalmente de mi actuación». Su escrito ya está en el Tribunal Supremo, en una de las tres causas abiertas contra Alvise. En este caso, por un posible delito de financiación ilegal.

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