El PSOE «parasita» la empresa nacional de uranio tras colocar a una decena de militantes
La conquista de la compañía pública se inició en 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa

Mariano Moreno, presidente de ENUSA.
El caso de Mariano Moreno es sólo la punta del iceberg. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el PSOE ha colocado en la Empresa Nacional del Uranio (Enusa) a una decena de militantes en los últimos años. Fuentes internas de la empresa pública consultadas por este periódico denuncian que «el PSOE ha parasitado la empresa» responsable de la gestión de la energía nuclear, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hostiga al lobby nuclear, a cuyos integrantes tilda de «ultrarricos». Este diario ha comprobado la existencia de una decena de militantes socialistas y trabajadores afines colocados por el partido, lo cual ha convertido a la empresa en un «chiringuito».
Las fuentes de Enusa consultadas explican que esta deriva partidista se inició en 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa con la victoria de la moción de censura contra Mariano Rajoy. «2018 fue el peor momento en la empresa. Destituyeron al entonces presidente, José Luis González, quien llevaba en la casa toda la vida. Se lo cargaron sin previo aviso. Se enteró por la prensa [del nombramiento de José Vicente Berlanga]». Este filósofo valenciano, íntimo amigo de Ábalos, acabó con 21 años de presidencia ininterrumpida de su predecesor, a quien habían mantenido tanto el PP como el PSOE en el cargo. Hasta que llegaron Pedro Sánchez y su mano derecha, José Luis Ábalos, con quien trabó amistad en el Ayuntamiento de Valencia, donde Berlanga ejerció de asesor desde 20105 a 2015.

Charo Arévalo, la primera en llegar
Hasta ese momento, sólo había un reconocido perfil político del PSOE en el ente público: Rosario (Charo) Arévalo, que fue colocada por el PSOE en 2005, durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, tras cesar como consejera de Medio Ambiente del Gobierno de Castilla-La Mancha. Allí aterrizó la exconsejera como directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tras el escándalo de la muerte de los bomberos fallecidos en un incendio durante su mandato. En los veinte años que ha permanecido en la empresa, escaló desde la dirección de RSC a la dirección de Auditoría Interna, Cumplimiento y RSC en 2018, y posteriormente, hasta la Dirección Corporativa en 2020. Su estancia en la empresa pública se ha prolongado hasta hace pocos días, cuando se ha acogido a su jubilación. Su salario rondaba los 100.000 euros anuales.
Gloria Parra, la hija de la amiga de Ábalos
No fue hasta el aterrizaje de Berlanga cuando se inició el «laboratorio de colocación de Ábalos», inaugurando una nueva etapa en la empresa, el «chiringuito socialista». «Es en ese momento cuando la empresa empieza a ser canibalizada con la entrada de cargos técnicos con el carnet del PSOE, todos ellos con una relación de amistad con Ábalos». Muchos de ellos, directivos cuyo salario oscilaba entre los 65.000 y los 100.000 euros anuales. Una de las más destacadas es Gloria Parra Calero, hija de Gloria Calero, exsenadora del PSOE, exalcaldesa de Sagunto y amiga íntima de Ábalos. No en vano fue gracias a Ábalos a través de quien consiguió colocar a su hija en el ente público en diciembre de 2020.
Una exconcejal del Ayuntamiento de Sagunto que, sin experiencia técnica alguna, acabó colocada como directora de Estrategia de Enusa, un puesto de nueva creación que logró sin concurso público, según fuentes internas consultadas por THE OBJECTIVE. La única experiencia laboral previa de la directora estratégica de Enusa, de 37 años, fue una etapa como camarera y su paso como concejala en el Ayuntamiento de Sagunto. Con formación en Derecho y «cero nivel de inglés», Parra obtuvo un «salario fuera de mercado» frente al resto de empleados que pasan un «exigente proceso de varias pruebas (inglés, conocimientos del sector, etc.)».
Leire Díez, directora de Comunicación
Uno de los nombres más conocidos de los fichajes estrella de Enusa fue el de Leire Díez, uno de los miembros de la ‘gestapillo’ socialista de Ferraz que, según desveló El Confidencial, se dedicó a investigar a periodistas y jueces. Un grupo radicado en Ferraz formado por Díez, Pérez Dorset y Jacobo Teixeira, que ofrecían acuerdos de rebaja de penas a imputados a cambio de modificar testimonios que permitieran diluir las investigaciones judiciales que afectan al Gobierno. Leire Díez, mano derecha de Santos Cerdán en las denominadas ‘cloacas’ del PSOE, estuvo al frente del grupo que intermedió para cambiar el abogado de Koldo García, ofrecer pactos a empresarios de los hidrocarburos para cambiar su testimonio y «desvincular al PSOE».
Antes de esa encomienda, en octubre de 2018, apenas unos meses después de su llegada a la empresa pública de uranio, Berlanga fichó a Leire Díaz como directora de Comunicación, puesto por el que se embolsó una remuneración anual cercana a los 100.000 euros. Una contratación que se realizó a instancias de José Luis Ábalos, según las fuentes consultadas. De hecho, Díez estuvo en el puesto hasta diciembre de 2021, apenas unos meses después de que Ábalos fuera destituido como ministro de Transportes en el mes de julio y de que fuera sustituido formalmente por Santos Cerdán en la secretaría de Organización del partido en octubre de ese mismo año en el 40º Congreso Federal del PSOE de Valencia.
El clientelismo de Mariano Moreno
Al margen de estos puestos directivos, se produjeron otro tipo de contrataciones de significados militantes socialistas en el nivel técnico del ente público. Uno de ellos fue el caso de Helen Glover, que fue contratada como secretaria de dirección en un primer momento, aunque su filiación le permitió ir ascendiendo en el escalafón. En junio de 2023, fue nombrada directora de gabinete y Relaciones Institucionales. Y Pilar Fas Rodríguez, una técnica que llegó a ser apoderada de Enusa desde marzo de 2019 a septiembre de 2022, si bien abandonó la empresa en esas fechas.
Tras la caída de Ábalos, cambia la presidencia del organismo público. El exgerente del PSOE, Mariano Moreno, es nombrado presidente de Enusa y continúa la política de clientelismo. Moreno ficha a dos personas de su confianza desde Ferraz: su número dos en la gerencia del PSOE, Vicente López, y la responsable de Recursos Humanos de Ferraz durante 15 años, desde el 2003, Consuelo Molina, a la que nombra directora de Personas en marzo de 2023. Al primero de ellos se le ficha con un «contrato fake», según las citadas fuentes internas, en el que se le eligió a él frente a otros candidatos más técnicos y logrando él la máxima puntuación, pese a tener «cero conocimiento técnico y nula experiencia en empresa privada». Desde su llegada, Moreno dio más poder a Charo Arévalo, pese a su desconocimiento técnico de las cuestiones que desempeña la empresa pública. En 2020 ascendió a la Dirección Corporativa, con estatus de subdirectora de la empresa, aglutinando bajo su poder otros departamentos como el de Estrategia que se creó ad hoc para Gloria Parra.
Todos los cargos directivos mencionados «tienen salarios fuera de convenio», con remuneraciones por encima de los 70.000 euros anuales, el tope que marca el convenio colectivo. En el caso de los técnicos, se ascendió a algunos de ellos, como Helen Glover, de secretaria a coordinadora de gabinete, subiendo varios niveles de golpe y, en consecuencia, elevando su salario al tope del convenio. Algo que «levantó ampollas entre los empleados de Enusa», donde se acumula el malestar interno por el clientelismo con el que opera el PSOE con el fichaje y promoción de militantes socialistas sin preparación ni conocimiento técnico para el puesto. Empleados entre quienes prendió la mecha este miércoles con la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados, tras cargar contra la energía nuclear. «Lo gracioso es que Sánchez desprecia la energía nuclear, y dice que no tenemos uranio, mientras que su partido canibaliza una empresa que se dedica precisamente a eso, y que ha sido exprimida y destrozada poco a poco, dejando escapar talento. Se han ido más de 20 jóvenes que llevaban tiempo en la empresa mientras contratan a gente sin experiencia en el sector que viven de no hacer nada», explican con indignación trabajadores de Enusa a este periódico.