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Política

Sociedad Civil Catalana renovará su dirección en pleno distanciamiento con Illa

Elda Mata dejará el 30 de mayo la presidencia de la entidad de referencia del constitucionalismo catalán

Sociedad Civil Catalana renovará su dirección en pleno distanciamiento con Illa

Elda Mata, presidenta de Sociedad Civil Catalana, | Europa Press

La presidenta de Sociedad Civil Catalana, Elda Mata, dejará la presidencia de la entidad de referencia del constitucionalismo catalán el próximo 30 de mayo, cuando se celebre la asamblea general para renovar la dirección. Mata llegó a Sociedad Civil Catalana (SCC) en 2019 y tres años después, en 2022, asumió su dirección. La todavía presidenta de la entidad es una empresaria catalana que dio el salto al activismo cívico tras su jubilación y al ver «la deriva nacionalista» que se estaba produciendo en Cataluña.

Nacida en 1953 en Barcelona, relevó a Fernando Sánchez Costa al frente de SCC. Durante su mandato, ha tenido que hacer equilibrios para que la entidad mantuviera su «transversalidad». En los últimos mandatos, los miembros de la dirección afines al PSC habían ido ganando peso dentro de la entidad, pero los pactos del PSOE, así como del PSC de Salvador Illa, con el nacionalismo, hicieron que se distanciaran. Hasta el punto de que, según fuentes cercanas a la dirección, el presidente de la Generalitat trató únicamente de reunirse con ellos el día que debía reunirse con Òmnium Cultural. No obstante, Òmnium suspendió el encuentro.

En la entidad todos asumen que el «distanciamiento» de las políticas de Salvador Illa ha sido evidente. Pero también asumen que se deberá volver la «distención» con el PSC y tratar de influir desde la sociedad civil para que se garanticen los derechos de todos los catalanes y se respete la legalidad vigente.

Contra la amnistía

Esta empresaria catalana ha sido muy crítica con la Ley de Amnistía, aprobada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y criticó también el papel de la Fiscalía por, a su juicio, «hacer dejación de funciones» en el Tribunal de Cuentas y en todos los procesos judiciales y contables en los que los líderes independentistas estaban inmersos. Una de las últimas acciones bajo su mandato ha sido llevar ante la justicia los «sueldos desorbitados» de la cúpula de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que engloba TV3 y Catalunya Ràdio.

En su carta de despedida, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, Mata asegura que en estos 11 años desde que se fundó la entidad, han dado lo mejor de sí mismos «para afianzar la entidad de nuestra asociación como referente de la sociedad civil en la defensa de la unidad de España y el cumplimiento del ordenamiento jurídico amparado en la Constitución. A lo largo de estos 11 años hemos atravesado momentos ciertamente difíciles y muchos otros de los que podemos sentirnos muy orgullosos».

El futuro de Álex Ramos

Mata señala que se integró en SCC porque «encajaba mejor» con su objetivo de «colaborar, como ciudadana, en el fortalecimiento de la sociedad civil como contrapeso a las organizaciones políticas en los momentos de deriva de sus responsabilidades». «Dar voz a los que sufren a consecuencia de la muerte civil, defenderles y visibilizar que el estigma de la supremacista ideología nacionalista se contagia y que sus frutos son perversos».

La aún presidenta de la entidad tiene unas palabras tanto para su predecesor en el cargo, cuando recuerda que pudo movilizarse por todo lo que cree «desde la Agrupación Territorial de Gerona y después formando parte de la Junta Directiva presidida por Fernando Sánchez Costa». Y también hacia su vicepresidente, Álex Ramos, sobre el que apuntan varias fuentes que podría ser su sucesor.

Reunión con los empresarios

Desde su llegada a la presidencia de SCC, se reunió con muchos empresarios catalanes que querían pasar página del procés. Como explicó en una entrevista en THE OBJECTIVE, se trataba de «recuperar la senda de la seguridad jurídica: estamos en España, estamos en Europa, pero la ley no se cumple en Cataluña como debería cumplirse en un Estado de derecho».

En esta entrevista, también afirmaba que «a los constitucionalistas catalanes nos han vendido todos los partidos que han gobernado». El mandato de Mata se ha caracterizado por mostrar su independencia de todos los partidos políticos y tratar de consolidar una entidad que después de 2017 tuvo graves problemas económicos y de fractura interna.

Su significación pública le acarreó consecuencias, como que le envenenasen las plantas de su jardín o le pintasen banderas esteladas en la fachada de su casa. Tras más de media vida instalada en un pueblo de la provincia de Gerona, afirmó estar habituada a situaciones que en su ciudad natal, Barcelona, cuestan imaginar.

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