España incluyó entre los evacuados de Libia a dos entrenadores de fútbol
Juan Carlos Garrido, que fue ténico del Villarreal, prefirió quedarse en el Al Ittihad de Trípoli junto a un ayudante

Foto de familia de los evacuados antes de abandonar la embajada española en Trípoli. | TO
El Gobierno incluyó en la evacuación de españoles de Libia del pasado jueves a dos entrenadores de fútbol que trabajaban en el equipo Al Ahli: David Cabildo y Jesús Lino. También iba a salir el entrenador del Al-Ittihad, Juan Carlos Garrido, quien fuera míster del Villarreal en las temporadas 2010 y 2011, junto a su ayudante de porteros, Xavi Oliva, pero finalmente decidieron quedarse en la capital libia.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores señalaron a THE OBJECTIVE que un grupo de 17 españoles, que habían quedado atrapados en Trípoli por los recientes combates, lograron el jueves abandonar el país árabe con la ayuda de la embajada en un operativo coordinado por el embajador Javier Soria y su número dos, Álvaro Bordallo.
Este diario ha tenido acceso al listado que elaboró la legación española en Trípoli la víspera de la salida hacia Misrata, a 200 kilómetros al oeste de la capital y donde un avión salió hacia Roma con nacionales españoles e italianos en su gran mayoría. En ella aparecían Garrido y Oliva, pero decidieron dejar la residencia del embajador español al tener garantías de su equipo de fútbol de que la situación de seguridad había mejorado notablemente.
De ahí que fuesen 17 las personas finalmente evacuadas por la embajada: nueve miembros de la misión comercial de la Cámara de Comercio de Tarragona, a los que el choque armado entre milicias les pilló en el hotel Radisson Blu; junto con tres trabajadores del hospital Vithas que estaban alojados en el hotel Haroun, dos empresarios en misión comercial que se encontraban en el Sheraton, un ingeniero que trabajaba para una empresa libia y que se alojaba en el Tobacs, así como los dos entrenadores de fútbol del Al Ahli ya mencionados y que estaban en el Corinthia. Además, en la lista a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE se indica que otros cuatro ciudadanos españoles tenían «planes de evacuación propios».
El choque entre milicias libias pilló por sorpresa a los españoles, quienes se confinaron inicialmente en sus respectivos hoteles, donde se les ordenó que apagasen todas las luces y no se asomaran a las ventanas. En los combates se lanzaron bombas con la ayuda de drones y los tiroteos fueron continuos durante 24 horas. Los enfrentamientos llegaron, en ocasiones, hasta las mismas puertas de los hoteles. «Era difícil ver, había mucha pólvora y las bombas eran fuertes. No podíamos asomarnos mucho», relata Cabildo a este periódico tras las primeras horas de descanso en España.
La embajada logró rescatarles de los hoteles en la jornada del miércoles con la ayuda de coches blindados. Cuando llegaron a la residencia del embajador Soria, se habilitaron unos camastros con esterillas para que pasasen la noche lo mejor posible y al día siguiente se organizó el convoy de vehículos blindados que les llevó al aeropuerto de Misrata. Allí hubo un grave contratiempo. Los entrenadores no tenían los pasaportes en regla, ya que los visados facilitados por su equipo no cumplían todos los requisitos de validez. Por ello, se les exigió el pago de una cuantiosa multa, por el equivalente de varios centenares de euros, pero al final pudieron subir al avión sin abonarla gracias a las gestiones de los diplomáticos españoles.

Se da la circunstancia de que Cabildo y Lino formaban parte del staff del equipo de fútbol que estaba apadrinado por la milicia que perdió en los combates de Trípoli. El primero llegó en enero y dejó al equipo sub-17 como campeón nacional unos días antes de que estallasen los ataques armados. Por contra, Garrido y Oliva eran del equipo rival -Al Ittihad-, cuyos propietarios se encontraban en el bando vencedor y que ahora han ocupado las instalaciones y el estadio del Al Ahli. De ahí que los primeros no hayan tenido más remedio que abandonar el país árabe, mientras que los segundos se han podido quedar en Trípoli en una situación teóricamente más tranquila.
La embajada suspende algunas actividades
La propia embajada española reconoce en su web que ha cancelado «temporalmente» algunas de sus actividades y que por este motivo, «se suspende la atención al público salvo en casos de emergencia», por lo que la asistencia consular es «limitada», pese a que se había incrementado «progresivamente» su presencia y servicios en Trípoli. También actualizó su recomendación de viaje para desaconsejar los viajes a Libia «en todo caso» ante los graves problemas de seguridad que se han registrado esta semana en el país del norte de África.
«A pesar de mantenerse el alto el fuego y la progresiva estabilización del país, la situación de seguridad sigue estando clasificada como de ‘riesgo extremo’ por todos los indicadores nacionales e internacionales sin excepción. Los problemas de seguridad, en términos generales, pueden afectar al transporte comercial aéreo, así como a los desplazamientos por carretera. Por ello, antes de iniciar el viaje, es recomendable estudiar las opciones disponibles», se subraya desde el miércoles.
El anuncio sobre el acuerdo de alto el fuego se produjo el miércoles tras horas de combates entre la Brigada 444 y un grupo alineado con el Gobierno de unidad nacional, liderado por el primer ministro, Abdul Hamid Dbeibé, y una milicia de la Fuerza Especial de Disuasión encabezada por Abdelrauf Kara, no vinculada a las autoridades.
La escalada de violencia en Trípoli entre distintos grupos se desató a raíz de la muerte del líder de la milicia progubernamental libia Autoridad de Apoyo a la Estabilidad (SSA), Abdelghani al Kikli, conocido como ‘Gheniua’. En la actualidad, Libia se encuentra dividida en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes, con sede en el este del país, diera por finalizado el mandato de Dbeibé por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021, si bien el primer ministro de unidad rechazó la decisión y optó por mantenerse en el cargo hasta la celebración de elecciones.
En una primera versión de esta noticia se indicaba que España había evacuado a 11 miembros de su Embajada en Trípoli, algo que ha desmentido el Ministerio de Exteriores