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Política

Podemos y Sumar rebajan el impacto de los 'wasaps' de Sánchez: «No sale mal»

Según miembros de ambos partidos, el presidente del Gobierno guarda las formas en sus mensajes a Ábalos

Podemos y Sumar rebajan el impacto de los ‘wasaps’ de Sánchez: «No sale mal»

Pedro Sánchez en el Congreso. | Europa Press

Sectores de Podemos y Sumar consultados por este periódico rebajan o matizan el impacto de los mensajes privados en las conversaciones entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. A pesar de que en algunos de estos mensajes el presidente del Gobierno critica a Pablo Iglesias y a Podemos, la figura del líder del Ejecutivo -según varias fuentes del partido morado- no se vería afectada negativamente. Algo parecido deducen sectores de Sumar y de los partidos aliados de Yolanda Díaz, aunque la vicepresidenta califique de «gravísima» la publicación de dichas conversaciones.

A lo largo de la última semana, el diario El Mundo ha publicado conversaciones privadas entre Pedro Sánchez y su exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE en las que el líder del Ejecutivo cuestiona a miembros de su Consejo de Ministros. Despotrica de otros compañeros de su partido y se interesa personalmente por el rescate multimillonario de la compañía Air Europa en pandemia, posiblemente vinculado a la investigación por presunta corrupción que afecta a Ábalos y a miembros de su entorno.

Aparte de los comentarios más personales, que varias fuentes de Podemos y Sumar califican de «chascarrillos» -es decir, anécdotas ligeras sin mayor impacto político-, en esos dos partidos el grueso de las fuentes consultadas creen que no afectan demasiado a la imagen del presidente. «Sánchez no queda muy mal en los mensajes», dicen, por ejemplo, desde las filas moradas. «En su electorado, Sánchez sale bien», agregan otras fuentes del mismo partido.

Estilo y lenguaje

Según estas fuentes, activas tanto en Madrid como fuera de la capital, el lenguaje empleado por Sánchez sería comprensible debido al tipo de conversación con Ábalos, que por aquel entonces ejercía de secretario de Organización del partido (en Podemos ejercía ese papel Pablo Echenique, quien también era criticado por no aceptar díscolos o críticos internos). Es más, estas fuentes creen que en los mensajes se ve a un Sánchez que «se corta bastante».

Los comentarios más duros de Sánchez hacia miembros de su Ejecutivo son el de «maltratador» a Iglesias cuando Ábalos le transmite que el líder morado le ha alabado: «Ábalos, la persona del PSOE a la que he tomado más cariño. Un tipo con agallas y honesto. Dice Iglesias. Menos mal». La respuesta de Sánchez es dura: «Cuñadismo». En otro mensaje, dice que la salida de Iglesias del Gobierno para enfrentarse a Ayuso es un movimiento «torpe»: «¡Qué torpe es Iglesias lanzando su vídeo en plena RP! ¡Yo creo que ya no es maldad, sino estulticia y gente sin equipo que le dé tres vueltas a las cosas!», dice Sánchez. Después debate con Ábalos sobre ese movimiento, si es la última bala del líder morado, y en ese momento, Sánchez manifiesta todas sus dudas: «Nunca es la última. Es un gesto muy de ‘sujétame el cubata’».

Si bien los comentarios de Sánchez no son de elogio hacia Iglesias, Podemos asume que al revés tampoco había demasiada concordia. Y que los mensajes pueden incluso convertirse en una baza política, puesto que demostrarían que el socialista se sentía «incómodo» con los morados en el Gobierno, tal y como dijo Ione Belarra. Así, en lugar que centrar el tiro en el presidente socialista, Podemos prefiere lanzarse contra Yolanda Díaz como posible filtradora de informaciones del partido al PSOE durante la pasada legislatura, lo que revelaría su doble juego y su colaboracionismo con el PSOE.

Posición comprensible

En el otro frente, el de Sumar, las fuentes consultadas tampoco creen que la imagen de Sánchez se vea afectada demasiado por los mensajes filtrados. Al menos, no de momento. Consideran que las críticas a los barones socialistas como Lambán y Page encaja con el sentir de la mayoría de los militantes del PSOE, que entenderían que los dos dirigentes son más cercanos a la derecha que a la izquierda.

Según estas fuentes, Sánchez guarda incluso las formas a pesar de la «deslealtad» de sus compañeros de partido que criticaron los acuerdos parlamentarios del líder socialista. Ábalos tildó de «complejo de pobres» esa posición de los barones socialistas, pero el estilo de lenguaje del presidente no sería reprochable. En Sumar, además, creen que los mensajes revelan la paciencia de Sánchez en «aguantar» a Iglesias, o sea que, según su lectura, la formación que quedaría más afectada por los mensajes sería Podemos.

Solo en algunos segmentos de la coalición de Sumar, sí deducen que los mensajes de Sánchez tienen cierto coste político: «Los mensajes son chascarrillos, pero quien sale mal de allí es Begoña [Gómez, la mujer del presidente], y se suma a todo lo que está pasando». Según estas fuentes, la filtración de mensajes privados «no puede gustar» al presidente del Gobierno, aunque subrayan que de momento no tienen «recorrido» legal.

«Si no sale algo más, no tiene recorrido», creen desde el frente sindical cercano a Sumar, mientras que oficialmente el partido dice que las conversaciones no tienen «trascendencia», aunque pide una investigación judicial para aclarar quién filtró los mensajes. En definitiva, tanto Podemos como Sumar vaticinan que en el electorado de la izquierda los mensajes de Sánchez no tendrán un impacto negativo, sino posiblemente todo lo contrario.

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