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Política

La Casa Árabe reduce casi un 70% su gasto en la fiesta del Ramadán tras la salida de Lozano

Destinó solo 2.513,63 euros a actos durante el mes sagrado de los musulmanes ante su delicada situación económica

La Casa Árabe reduce casi un 70% su gasto en la fiesta del Ramadán tras la salida de Lozano

La entonces directora de la Casa Árabe, Irene Lozano (c), en 2024 durante la inauguración del ciclo de conciertos de 'Las mil y una noches' de la Feria del Libro. | Ricardo Rubio (Europa Press)

Casa Árabe ha reducido este año en un 67% el gasto para la fiesta del Ramadán, el mes sagrado del calendario musulmán. De los 7.666,37 euros que se destinaron en el ejercicio de 2024 con Irene Lozano aún al frente de esta institución cultural, se ha pasado en este 2025 a solo 2.513,63 euros, según una resolución de Transparencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

Lozano disparó el presupuesto para el Ramadán tras su llegada a este organismo adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores. En 2022 se destinaron 22.091 euros a todas las actividades relacionadas con la citada festividad islámica, mientras que la previsión de gasto para el año pasado fue de 50.000 euros, si bien finalmente solo hubo un showcooking por los mencionados 7.666,37 euros.

En cuanto a las actividades de este año, hubo un pre-iftar al que se destinó 170 euros, un iftar o fin del ayuno que requirió 517,5 euros y un concierto llamado El majlis del atlas por el que se pagaron 1.826,63 euros. De ahí que el gasto total para Casa Árabe, con el diplomático Miguel Moro ya al frente, ha sido de 2.513,63 euros. El nuevo director fue nombrado el pasado 5 de febrero de 2025, apenas unas semanas antes de que empezase Ramadán el 28 de febrero. El mes sagrado de los musulmanes terminó el 29 de marzo.

La gestión de Lozano al frente de este consorcio institucional está en el punto de mira del Tribunal de Cuentas. El Mundo señaló este martes que la situación financiera es «dramática» y que durante su gestión se disparó la partida de gastos de personal, pasando de 1,08 millones en 2021 a 2,03 en los presupuestos de 2025. Además, trató de actuar en contra de sus propios estatutos, pretendiendo cerrar la emblemática sede en Madrid, pero conservando los derechos de explotación para «alquilarla de forma permanente a una empresa», como fórmula para salvar unas cuentas en las que los gastos superan con creces a los ingresos año tras año.

THE OBJECTIVE ya desveló a principios de febrero que la dimisión de Lozano se debió al malestar dentro de esta entidad cultural adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores por su mala gestión económica. Una delicada situación que llevó al consorcio a plantear un ultimátum a la biógrafa de Pedro Sánchez para que presentase un plan de viabilidad para sanear las cuentas. Finalmente, ella tiró la toalla.

Casa Árabe es un consorcio institucional creado en julio de 2006 mediante un convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), la Junta de Andalucía, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Córdoba. En la actualidad, las cuatro instituciones autonómicas y locales están gobernadas por el PP y han sido las más críticas con la gestión de la exdirectora.

El choque dentro del consejo rector llegó a tal punto que a finales del año pasado los representantes del PP amagaron con rechazar las «discutidas» cuentas que Lozano propuso para este 2025, si bien los presupuestos salieron adelante con la abstención de los populares. Además, emplazaron en ese momento a la directora a presentar un plan económico de viabilidad a lo largo del mes de enero, pero la exdiputada socialista dejó que expirase el plazo sin entregar ningún documento y tras ello, renunció al cargo.

El Tribunal de Cuentas está fiscalizando las cuentas que Casa Árabe ha entregado de 2023 y se espera un informe desfavorable en los próximos meses, por lo que fuentes diplomáticas consultadas por este diario vincularon ese posible revés con la inesperada marcha de Lozano, que transmitió a sus más allegados cierto hastío por su trabajo como gestora y su deseo de volver a escribir. Sobre su mesa tenía una oferta de La Vanguardia.

En 2023 saltaron las alarmas

A finales de 2023, OkDiario reveló que el Tribunal de Cuentas estaba analizando la subvención anual de 1,6 millones de euros que recibía Casa Árabe. Además, habían saltado las alarmas ante la escasa autofinanciación del centro cultural y el protagonismo de la embajada de Marruecos frente al resto de países árabes a la hora de organizar iniciativas culturales en sus espacios. La sede central está en el edificio de las antiguas Escuelas Aguirre, ubicado junto a una de las esquinas del parque del Retiro.

La marcha de la exdirigente socialista motivó la convocatoria de un consejo rector presidido por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el que se procedió al nombramiento del diplomático Miguel Moro como nuevo director general de Casa Árabe. Este último fue embajador en Kuwait entre 2020 y 2024. Previamente, estuvo como embajador en misión especial para los países del Golfo Pérsico y había estado destinado en las embajadas de Jordania, Irak e Israel, por lo que conocía muy bien la región de Oriente Próximo.

Lozano está considerada como la biógrafa oficial del líder socialista, ya que dio forma literaria a sus dos libros tras su llegada a la Moncloa hace casi siete años: primero lo hizo con Manual de resistencia y luego con Tierra firme. Licenciada en Lingüística por la Universidad Complutense, ejerció el periodismo en El Mundo antes de dar el salto a la política. Por ello, siempre se ha definido como «periodista, escritora y política».

De ser diputada junto a Rosa Díez en UPyD pasó a tener escaño en la bancada del PSOE después de que Sánchez la fichara para la lista electoral de 2015. Desde entonces, ha encadenado cargos públicos: secretaria de Estado de España Global, presidenta del Consejo Superior de Deportes –donde propuso a Luis Rubiales que los futbolistas empujaran camillas en pandemia– y parlamentaria socialista en la Asamblea de Madrid tras ir de número cinco en la candidatura de Ángel Gabilondo, de donde dimitió en noviembre de 2021 para convertirse en directora de Casa Árabe.

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